Bagdad, 29 de septiembre. El ejército de ocupación de Estados Unidos en Irak dijo “lamentar” la muerte de mujeres y niños en un ataque aéreo que lanzó en una zona civil del sur de Bagdad, donde provocó el viernes la muerte de al menos 10 personas cuando supuestamente bombardeaba a hombres armados.
“Lamentamos que civiles resulten heridos o mueran cuando las fuerzas de la coalición luchan para liberar a Irak del terrorismo”, pues “nuestro blanco eran unos hombres que acababan de tirar obuses”, afirmó el comandante Brad Leighton.
El vocero militar culpó a la insurgencia de los resultados de los ataques de las tropas invasoras, bajo el argumento de que “los terroristas siguen poniendo deliberadamente en peligro a mujeres y niños iraquíes inocentes con sus acciones y su presencia”.
Fuentes hospitalarias dijeron que un menor que resultó gravemente herido sufrió la amputación de su pierna izquierda.
Además de los muertos que dejó el ataque hubo siete heridos, según el parte médico e imágenes de televisión que mostraron a tres hombres y dos niñas heridas.
Tras cada incidente de este tipo, innumerables desde la invasión en marzo de 2003, el ejército estadunidense suele abrir una “investigación” cuyos resultados rara vez se hacen público. Por lo demás, esas tropas están protegidas contra acciones judiciales locales o de la comunidad internacional.
El ataque ocurrió el pasado viernes contra un edificio de viviendas, mayoritariamente sunita, en el distrito de Doura.
Entre tanto, este día se informó de la muerte de al menos 24 personas tras una serie de atentados y enfrentamientos, entre ellos 18 insurgentes que murieron en Al Muktadiyan, al norte de Bagdad. Asimismo, fueron detenidos 27 sospechosos de pertenecer a la red armada Al Qaeda.
Mientras, dos militares estadunidenses murieron en combates, uno de ellos en la provincia de Diyula y el otro al sur de la capital del país. De esta manera, el número de estadunidenses caídos en esta guerra asciende ya a 3 mil 801 soldados.
La policía reportó el asesinato del periodista iraquí Abdel Jaleq Nasser, al ser atacado a tiros cerca de su casa en la ciudad de Mosul. Nasser es solamente la víctima más reciente de una larga lista de periodistas que sucumbieron desde la invasión.
Tanto líderes chiítas como sunitas y el gobierno de Nuri Maliki siguieron expresando hoy su repudio a la pretensión de senadores estadunidenses de dividir Irak en tres zonas étnicas, y calificaron la medida de “desastrosa”. Maliki pidió a los congresistas no interferir en sus asuntos internos.
En contraste, el gobierno de la región autónoma kurda saludó el anteproyecto, al afirmar que se inscribe con los fundamentos de la Constitución iraquí” y porque eventualmente derivaría en estabilidad.