"Don Luis Corleone es una voz de ultratumba que, luego de traicionar a Chávez, cometió filicidio constitucional al propiciar y apoyar la derogatoria de la Constitución Bolivariana el 12 de abril de 2002, por lo que carece de entidad ética y política para descalificar al presidente Chávez, cuyo liderazgo se mantiene incólume como jefe de la revolución bolivariana y quien sigue trabajando por el desarrollo pleno del proyecto de país de la Carta Magna de 1999", afirmó el ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información Willian Lara al responder las duras afirmaciones hechas al diario La Vanguardia por Luis Miquilena, quien fuera presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y jefe del hoy extinto Movimiento V República.
Miquilena dijo que "Chávez quedó muerto políticamente con la derrota" de la propuesta de reforma constitucional. "Su decadencia viene en forma vertical al mostrar que no es invencible. El daño es redondo, ya no puede aspirar a ser el líder histórico de América Latina. Incluso su liderazgo nacional será cuestionado. Además, tiene plazo de caducidad al no poder aspirar a la reelección indefinida. De hecho, hizo esta reforma para mantenerse perpetuamente en el poder", agregó el ex ministro de relaciones interiores del gobierno de Chávez, y agregó que es partidario de convocar una asamblea nacional constituyente.
Según el Ministro Lara la entidad de estadista demócrata de Chávez se acrecentó nacional e internacionalmente al reconocer con una serenidad ejemplar el resultado del referendo consultivo del domingo pasado, tal como se evidencia en declaraciones de gobernantes y líderes de diversos países de América Latina, América del Norte, Europa, Asia y Africa. "Chávez, igual que lo hizo el 4 de febrero de 1992 y el 11 de abril de 2002, se creció en la adversidad. Su entidad ética le queda grande al oposicionismo", aseguró el funcionario.
En torno al señalamiento hecho por Miquilena de que "el país se pudre por la corrupción", el
Ministro aseveró que Miquilena es uno de los ciudadanos más cuestionados como administrador de los dineros públicos por los innumerables escándalos de corruptelas en que se vió involucrado como presidente de la asamblea constituyente y ministro. "Precisamente, una de las razones por las que decidió traicionar al Presidente fue porque no acompañaba la lucha de Chávez contra los corruptos", aseguró Lara.
