Ginebra 5 de diciembre (Especial para Aporrea.org).- Maurice Lemoine,
escritor y jefe de redacción del mensual francés "Le Monde
Diplomatique", conoce muy bien América Latina y particularmente
Venezuela. Sus dos últimos libros se llaman: "Chávez,
presidente !" y "La Venezuela de Chávez". Fue también
testigo de excepción durante los tristes acontecimientos de Puente Llaguno en
el 2002.
Un numeroso público se congregó en el IUED (Instituto Universitario de estudios
del Desarrollo) para escuchar a Maurice Lemoine. Comenzó haciendo una
descripción pedagógica del contexto latinoamericano en el que se sitúa la Revolución Bolivariana:
los lazos estrechos con Cuba, Bolivia, Nicaragua... Los alcances del ALBA como
"revolución solidaria", la "operación milagro" que
beneficia a miles de latinoamericanos. Habló también del mejoramiento
real de la vida de los más pobres en Venezuela, aunque los problemas en
abastecimiento de los Mercales persistan a causa de la desorganización y la
corrupción.
Respecto a la reforma constitucional, Lemoine afirma que la
victoria del NO en el referéndum no significa un rechazo a la Revolución Bolivariana.
Este primer fracaso de Chávez en las urnas electorales debe interpretarse como
una "pausa en el proceso revolucionario y no como una condena al
gobierno". Tal vez, sea necesario un poco de paciencia y de tiempo
para reflexionar, a pesar de la urgente coyuntura revolucionaria... Por otro
lado, tocar a la "bicha" – tal como popularmente
Chávez llama a la Constitución vigente - no es un acto anodino puesto que los
venezolanos están muy apegados a su Constitución y la conocen de memoria
gracias al trabajo de pedagogía política realizado cada semana por el
presidente Chávez en su programa "Aló Presidente". La reforma
de los diferentes artículos propuestos por Chávez y el Parlamento
pecaron por su falta de claridad... y muchos errores estratégicos fueron
causados por el entorno de Chávez, una verdadera cáfila de cortesanos que no
osan contradecirle. A todo esto se suma el descontento causado por la
burocracia y la corrupción que aún
persisten.
No obstante, la derrota del 2 de diciembre puede ser saludable si las
instancias de poder corrigen el exceso de arrogancia y ponen en marcha una
verdadera cultura del diálogo. Además esta pausa puede ser útil para
profundizar los logros de la Revolución - que son muchos - antes de pasar a
otra fase. Es indudable que es más difícil la construcción de una
Revolución democrática. En Venezuela esto se ha hecho posible porque los
venezolanos están convencidos de este camino, una Revolución Democrática Socialista
en pleno Siglo XXI.
Textos pie de foto:
· Maurice Lemoine en el centro, a la izquierda Florian Rochat, director del CETIM (Centro Europa - Tercer Mundo) y Juan Arias, embajador alterno de Venezuela ante Naciones Unidas, a la derecha Wilma Jung del Comité Bolivariano de Suiza.
· Parte del público presente en el acto.
Wilma Jung
Comité Bolivariano de Suiza