17 de Diciembre de 2007. - El presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró hoy que el revés electoral que recibió a principios de mes el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no es ni malo ni bueno y sólo refleja que en ese país hay democracia.
Tras recordar que Chávez perdió en las urnas con porcentajes de 51 a 49 por ciento, Correa insistió en que ello sólo demuestra que Venezuela "vive una democracia plena".
Correa ha señalado en diversas oportunidades que admira a Chávez, a quien considera su amigo.
En una entrevista en directo en la televisión local con cuatro periodistas de diferentes canales, Correa se refirió también a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y recordó que en ésta deben converger a "mediano plazo" tanto la Comunidad Andina (CAN), como el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Correa dijo coincidir con el ex jefe de Estado ecuatoriano y secretario ejecutivo de Unasur, Rodrigo Borja, en que debe eliminarse una comisión de altos funcionarios que se ha formado y que supuestamente domina a esa nueva entidad.
El jefe de Estado ecuatoriano aceptó que en el proceso para que entre en funcionamiento la Unasur "se ha avanzado un poco lento".
Al referirse a las relaciones con Colombia, el gobernante anotó que Quito y Bogotá mantienen un diálogo fluido, pero insistió en que el vecino país del norte debe aumentar la vigilancia en la zona fronteriza.
En ese sentido, señaló que Ecuador tiene alrededor de 11.000 personas, entre militares y policías, en la zona fronteriza en un proceso para garantizar la seguridad, que le cuesta al país entre 100 y 120 millones de dólares anuales.
Correa, un economista de izquierda, señaló que las diferencias ideológicas entre gobiernos son irrelevantes y lo importante es mantener el diálogo en función del bien de los pueblos.
"Tenemos una comunicación muy fluida", dijo y recordó que, por ejemplo, por petición de Quito, Colombia tiene suspendidas desde febrero pasado las fumigaciones aéreas con el herbicida glifosato sobre las plantaciones de coca, cerca de la frontera.
Quito, basado en versiones de pobladores de la frontera, sostiene que el glifosato cruza la divisoria arrastrado por el viento y afecta a pobladores, animales y plantaciones de yuca y plátano, entre otras, extremo rechazado por Bogotá.
Correa se definió como un socialista del siglo XXI y ratificó que su Gobierno mantiene "excelentes" relaciones con todos los países sudamericanos y latinoamericanos.
Defendió la decisión de ampliar al relación comercial con Irán y recordó que para ellos se prevé la apertura de una oficina comercial en Teherán, y puntualizó que Ecuador "no tiene que pedir permiso a nadie para comerciar".
A Ecuador, dijo "no le interesa ser líder de nada a nivel regional. Lo que siempre apoyaremos es un nuevo orden mundial, no nos interesa alinearnos con ningún eje", insistió.