Bogotá, 26 de enero. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ordenó hoy a las fuerzas armadas “avanzar y cercar” las zonas donde la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantenga a rehenes, a fin de presionar su liberación mediante un “procedimiento humanitario”.

“El gobierno ha dicho que la instrucción a la fuerza pública es localizar los sitios donde están los secuestrados, rodearlos, y en el momento en que estén rodeados convocar a la comunidad nacional e internacional para definir un procedimiento humanitario para la liberación total”, según dijo el mandatario al anunciar su plan.

Al instalar un consejo comunitario en la localidad selvática sureña de Mitú, con fuerte presencia de las FARC, Uribe rindió homenaje a militares y policías cautivos de la guerrilla, y apeló al “heroísmo” de generales, coroneles, soldados y policías “para avanzar en esta tarea”.

El gobernante admitió que mantiene esa orden desde mediados de junio, cuando se produjo la muerte de 11 ex diputados en poder de las FARC, en hechos en que tanto el gobierno como la guerrilla se culparon de la responsabilidad de ese fatal desenlace.

Uribe no aclaró si su instrucción atendía las constantes solicitudes de familiares de decenas de cautivos, entre ellos la ciudadana franco-colombiana Ingrid Betancourt y tres contratistas estadunidenses, de evitar acciones armadas que pongan en riesgo sus vidas o rescates militares “a sangre y fuego”, pues varios intentos de rescate terminaron con la muerte de los cautivos.

“Nuestras fuerzas militares y de policía han venido avanzando en la búsqueda de los secuestrados”, anotó Uribe, e indicó que “con la ayuda de Dios, avanzando todos los días, llegará el momento en que veremos” a todos los cautivos “de regreso a casa”.

Nuevo rechazo

Las FARC mantienen retenidas a 43 personas que plantean canjear por unos 500 guerrilleros presos en una zona desmilitarizada en el sur del país, lo cual Uribe volvió a rechazar este sábado.

Aunque el mandatario avala al mismo tiempo una propuesta de la Iglesia católica para establecer una “zona de encuentro” para el intercambio con la guerrilla, que la insurgencia a su vez rechaza.

Incluso esta semana el presidente invitó de nuevo a Suiza, España y Francia a sumarse a la iniciativa de la Iglesia colombiana, luego de entrar en fuertes roces con el presidente Hugo Chávez al marginarlo el 21 de noviembre pasado de la mediación que realizaba, que arrojó la liberación de las dirigentes políticas Clara Rojas y Consuelo González el pasado10 de enero.

Uno de los comandantes e integrante de la cúpula de las FARC, Raúl Reyes, reconoció las “duras condiciones” con que el grupo mantiene a sus rehenes, en entrevista divulgada el sábado por la revista brasileña Época.

“Que los prisioneros pasan por dificultades, eso es obvio. Las operaciones del gobierno para rescatarlos a la fuerza sólo aumentan esas dificultades. Los prisioneros no están haciendo turismo ecológico en la selva”, declaró en entrevista acordada por correo electrónico con la revista brasileña.

Interrogado sobre el estado de salud de Ingrid Betancourt, quien lleva seis años en cautiverio, Reyes dijo que “ella y sus otros compañeros soportan con estoicismo las dificultades impuestas por la selva tropical. Su día a día es determinado por las duras condiciones generadas por el conflicto”, y subrayó que todos ellos abogan por el intercambio de rehenes por prisioneros.

“Hace años que estamos listos para el intercambio. Es posible. El gobierno no tendrá otra salida. Tendrá que aceptar. El hecho de que el gobierno siga impidiendo el intercambio de rehenes carece de realismo político”, aseveró.

En ese contexto, el presidente Chávez volvió a denunciar que Colombia y Estados Unidos preparan una “provocación bélica” contra Venezuela, al hablar ante la cumbre de la Alternativa Bolivariana para las Américas que se inauguró este sábado en Caracas, tras la visita al vecino país de la secretaria de Estado Condoleezza Rice y otros funcionarios.

Sugirió como parte de ese plan las acusaciones sin pruebas de Bogotá de que tres líderes de las FARC viven en Venezuela, que un supuesto desertor del grupo afirma que Venezuela ha entregado miles de fusiles a la guerrilla colombiana y un “video trucado” en el que aparece el alcalde de Maracaibo supuestamente “dando armas y logística al Ejército de Liberación Nacional (ELN).

“El vicepresidente de Colombia, en un gesto de locura de esa oligarquía rancia, ha vuelto repetir que como ese alcalde está apoyando a la guerrilla, ellos van a venir a capturarlo y a llevárselo a Colombia, para una guerra entonces”, puntualizó.

El viernes, Chávez denunció que Washington tiene en Colombia “la excusa perfecta para tener allí miles de militares, uniformados y no uniformados, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cuerpos de inteligencia, bases militares y aviones espías”.

El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, dijo que recientes acusaciones de Washington a Venezuela y Bolivia por no cooperar en la lucha antidrogas son similares a las que en 1979 y 1980 el gobierno de Estados Unidos lanzó contra Nicaragua y Cuba.

En tanto que el canciller colombiano Fernando Araújo ratificó que tratará las diferencias con Venezuela por la vía diplomática, el ex ministro de Defensa venezolano, el ex general Raúl Baduel, pidió a Colombia ignorar las acusaciones de Chávez de que junto con Washington busca fraguar “una provocación bélica”.

Por su parte, el ELN anunció que trabajará para cristalizar la propuesta de Chávez de reconocer a esa guerrilla y a las FARC como actores políticos y retirarles el calificativo de “terroristas”.

En otro orden, se reportó que cuatro policías y un guerrillero de las FARC murieron y otros tres uniformados resultaron heridos, durante un ataque con explosivos lanzado por los rebeldes contra la caravana en que se movilizaba el alcalde de Arauquita –fronterizo con Venezuela–, Francisco Vargas, quien resultó ileso.