Caracas, 07 de abril de 2008 / Los sectores oposicionistas que adversan el nuevo diseño curricular planteado por el Gobierno Bolivariano para su amplia discusión, ahora no quieren que se debate ni mucho menos se decida en referendo constitucional, al intentar establecer una matriz de opinión según la cual la Constitución prohíbe decidir sobre el tema educativo, según lo afimró este lunes en VTV, la directora de comunidades educativas del despacho de Educación, Xiomara Lucena.
Lucena expresó que la discusión de la reforma del diseño curricular de la educación “no puede ser un debate entre expertos”, y agregó: “Debemos llevar la discusión a toda la población, el pueblo y los consejos comunales no pueden estar ajenos a esto”.
Lucena señaló que antes que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, ofreciera la posibilidad de llevar a referendo el tema, ya se estaba llevando a cabo por parte de la oposición, una “guarimba" en contra de la reforma curricular, con miras a las elecciones de noviembre.
“El presidente le sacó la alfombra a los políticos, les dijo búsquense otra agenda electoral”. “Ahora comienzan a decir que el llamado del Presidente es una imposición”, dijo, recordando que la reforma curricular está en plena discusión y se le pueden hacer modificaciones por no ser un producto acabado.
“Este proyecto tiene que ser revisado, perfeccionado, porque esto regirá el sistema de formación de éstas y las futuras generaciones”, comentó.
La educación pública estaba destinada a desaparecer:
Lucena afirmó que antes de la llegada del Gobierno del presidente Chávez, el proyecto neoliberal, impulsado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco mundial (BM), había paralizado cualquier debate en la educación venezolana, puesto que se consideraba un “gasto” imposible de sostener por el Estado y debía ser erradicado.
“Pocos sectores reaccionaron contra eso. Los mismos educadores -ante la avalancha de que la educación pública no servía-… se vieron obligados incluso a llevar a sus hijos a la empresa privada. Donde cualquier cuchitril lo convertían en una escuela privada…porque el tema era mala la educación pública”.
Rememoró que tras la llegada del presidente Chávez, su primera política fue la educación, con tres grandes medidas: implementar la alimentación escolar, la organización de escuelas bolivarianas y la gratuidad de las escuelas públicas, e incrementar la inversión pública en educación, desterrando la visión de “gasto” que imperaba anteriormente.
Asimismo, Lucena explicó cómo los diseños curriculares se “debatían” en Venezuela en el pasado. Dijo que, en general, eran modelos extranjeros procedentes de España y Francia, “adaptados”, copiados e implementados sin ningún debate amplio, mucho menos público, y en esta situación se incluye el último currículo actualmente en vigencia.
“Escogían a un grupo de educadores “expertísimos” y lo validaban; convocaban a 500 personas; y luego a los maestros nos entregaban el programa ya aprobado…Éste es el nuevo programa, decían, y si uno preguntaba de dónde salió, nos respondían que ese es y hay que cumplirlo…Así era antes”. Precisó que el programa no es el currículo, pues es apenas un componente de él.
Contrastó esta realidad con lo que se hace hoy, donde se entregaron 500 mil ejemplares del nuevo diseño para su discusión, observaciones y sugerencias, pues el debate no es un asunto de “expertos, sino de todos los venezolanos. “Nunca se había hecho esto”.
Educación pre-militar era una asignatura en el pasado:
Aprovechó además para responder a la profesora Norma Odreman, la responsable de haber implementado en 1997 el currículo actualmente vigente, quien dijo este lunes por las pantallas de televisión que el nuevo diseño debía ser profundizado, y revisar lo que consideró un enfoque “militarista” en sus contenidos.
Lucena reconoció la preparación de la profesora Odreman, señalando que la “derecha ilustrada” se preocupó por empaparse de los grandes temas en el pasado, pero le comunicó públicamente que tenía observaciones profundas al currículo vigente que ella preparó.
Expresó Lucena que el nuevo diseño plantea diversas innovaciones como la conciencia histórica en las ciencias sociales, así como la garantía de la igualdad, equidad y la inclusión social en la cultura e identidad venezolana, entre otros temas. “No es lo mismo que el estudiante se caletrée nombres y fechas…a que estudie una visión crítica de lo que fue el acontecer histórico de la nación”.
Rechazó la acusación de “militarista”, cuando la palabra clase es “seguridad nacional” y la profundización de los contenidos teóricos.
En este punto, mostró el “Programa de Instrucción Pre-militar de 1er año”, que se dictada en los liceos en los años previos al gobierno Bolivariano, que formaba parte de una asignatura propia, que enseñaba incluso destrezas militares en el manejo de las armas.
“Es hipócrita cuando se plantea que es ahora, en el gobierno Bolivariano, que se está hablando de la educación militar”-reflexionó, recordando que anteriormente la enseñanza pre-militar no era un área de estudio, sino una asignatura completa.
