Las empresas farmacéuticas Roche (Suiza) y Boehringer Ingelheim (Alemania) violan el derecho a la salud pública en Brasil, según denuncia el Grupo de Trabajo sobre Propiedad Intelectual (GTPI) de la Red Brasileña por la Integración de los Pueblos (REBRIP).
La acusación fue presentada ante el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), que comenzó a sesionar hoy en Lima, la capital peruana. En ese marco, Radio Mundo Real conversó con la activista brasileña Renata Reis, una de las denunciantes, que detalló algunos aspectos de estos casos.
Entre otras cosas, Reis marcó que las cuestiones de propiedad intelectual se manejan a través de “mecanismos muy opacos”, ya que el sector empresarial pretende instalar el concepto de que éste es un asunto “exclusivamente técnico”. En ese sentido, afirmó que instancias como el TPP son útiles para darle visibilidad internacional a estas problemáticas. “Nosotros pensamos que la propiedad intelectual es un asunto político y no solamente técnico”, reflexionó.
En la denuncia presentada en Perú se hace referencia a que los países signatarios de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se han visto obligados a ajustar sus normativas nacionales y a reconocer patentes en el área tecnológica, lo que ha disminuido la autonomía de los Estados para legislar en dicho campo.
Esta situación ha ido de la mano del aumento del poder de las trasnacionales del sector -entre ellas las acusadas ante el TPP-, y de su influencia sobre la implementación de políticas públicas a nivel nacional.
En el caso específico de Brasil, los denunciantes responsabilizan a Roche y Boehringer Ingelheim por violación a la ética en la investigación, restricciones para el acceso a la tecnología y bienes esenciales, y amenaza a la soberanía nacional.
La REBRIP hace hincapié en que este tipo de prácticas también se han registrado en otros países donde están instaladas estas firmas farmacéuticas.
Roche es una corporación con presencia en unos 150 países, y la red brasileña la está acusando de pretender interferir en la legislación nacional mediante el uso de acciones judiciales.
En el caso de Boehringer Ingelheim, que tiene 137 filiales en 47 países, los cuestionamientos radican en la violación de normas éticas en la investigación con seres humanos y por rehusarse a solicitar el registro en Brasil de medicamentos testeados en la población brasileña.