Beijing, 25 may (PL) Once millones de personas quedaron sin hogar a causa del devastador sismo que arrasó el 12 de mayo el norte de la provincia de Sichuán y áreas colindantes, informó una fuente oficial.
El terremoto de ocho grados en la escala de Richter, con epicentro en Wenchuán, a unos 150 kilómetros al noroeste de Chengdú, la capital provincial, destruyó cinco millones 460 mil viviendas y dañó severamente a otras cinco millones 930 mil.
Con unos 90 millones de habitantes, Sichuán es una de las provincias más pobladas de la nación asiática y los distritos septentrionales cuentan con una gran densidad de habitantes, no obstante tratarse de zonas sobre todo montañosas.
Según el ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano y Rural, Jiang Weixin, el país se apresta a iniciar la construcción de un millón y medio de casas provisionales, con las condiciones mínimas, para aliviar las condiciones de los damnificados.
El titular precisó que estas viviendas deberán construirse con materiales no contaminantes y resistentes a movimientos sísmicos y contar con instalaciones para el alumbrado.
Jiang exhortó a las provincias no afectadas por la terrible catástrofe natural, que ya ocasionó más de 60 mil muertos, a ayudar a las zonas sacudidas por el sismo en Sichuán, y a seleccionar constructores capacitados para la instalación de estas viviendas.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, quien recorrió la víspera las áreas arrasadas, dijo que tras las tareas de rescate y salvamento, lo más urgente es conseguir suficientes tiendas de campaña para dar un techo a quienes perdieron su hogar.
Las autoridades ya han hecho llegar 448 mil 140 tiendas a las zonas afectadas y ordenaron a las fábricas de este artículo a producir otras 900 mil tiendas de campaña en el plazo de un mes.
El gobierno quiere que diariamente se envíen al norte de Sichuán 30 mil tiendas para aliviar la situación de los damnificados en los campamentos que se han organizado.
El jefe de Gobierno también urgió a las empresas a incrementar la producción de casas prefabricadas de madera para la zona de desastre, con el fin de tratar de normalizar la vida en un plazo de tres meses.
Tambien se trabaja en la organización urgente de escuelas primarias y secundarias para que los escolares puedan reanudar sus clases.
