22 de agosto 2008. - Los mexicanos pudientes están tan aterrorizados por los altos índices de secuestros que están gastando miles de dólares para implantarse transmisores diminutos bajo la piel para que satélites puedan ayudar a encontrarlos.
Según estadísticas, los índices de secuestros de México junto a los de Irak y Colombia, han aumentado más del 40% entre 2004 y 2007.
Más personas, incluyendo a la clase media, están en la búsqueda de este diminuto chip diseñado por Xega, una firma mexicana de seguridad, que afirma el aumento de sus ventas en un 13 % este año, tras un auge en ventas de implantación. Aparentemente han instalado su microchip de rastreo a más de 2000 clientes.
La compañía inyecta el microchip recubierto de cristal, del tamaño y forma de un grano de arroz, dentro de los cuerpos de los clientes con una jeringa.
A la mayoría de las personas les inyectan los chips entre la piel y el músculo de sus brazos donde no se puedan ver. Los clientes que están siendo secuestrados presionan un botón de alarma en un dispositivo externo para alertar a Xega, quien entonces llama a la policía.
Un transmisor en el chip envía señales de radio a un dispositivo más grande llevado por el cliente con un sistema global de posicionamiento en el.
Xega, que se encuentra en la ciudad central de Quererato, diseñó sistemas globales de posicionamiento para rastrear autos robados hasta que el dueño de la compañía fue secuestrado en el año 2001. Frustrado por no poder pedir ayuda, la compañía adaptó la tecnología para rastrear a personas.
Los chips cuestan $4000, más una tarifa anual de $2.200.
Según declaraciones de Sergio Galván, director comercial de Xega, anteriormente solo secuestraban a mexicanos ricos como industriales o hacendados, pero ahora también están secuestrando a personas de la clase media.
Entonces, ¿es esto un montaje?, ¿son reales los secuestros o son inducidos para vender los microchips?