Queridos compañeros:
Con una inmensa tristeza
recibimos la terrible noticia del fallecimiento de Celia Hart, nuestra
compañera del concejo editorial de Revista de América. Ocurrió ayer domingo a
las cinco de la tarde en
Celia apareció en el escenario
latinoamericano y mundial cuando no hace mucho comenzó a escribir sus agudos
artículos en los que defendía las ideas del trotskysmo desde Cuba. Se convirtió
así en una voz revolucionaria que supo unir con agudeza la defensa de la
revolución cubana a partir de su encuentro con el nuevo proceso
antiimperialista que se vive en Latinoamérica. De esa manera supo abrazar las
ideas del trotskysmo comprendiendo la actual realidad de la lucha de clases y
sus procesos progresivos.
Conocimos a Celia hace varios
años, y fue durante el referéndum de la constitución venezolana en el 2007
cuando se integró de lleno al concejo editorial de Revista de América.
Participó en diversas actividades; en el Congreso del PSol, el Seminario
organizado por Marea Socialista en Venezuela, y el reciente Congreso del
MST de Argentina. Juntos, estábamos preparando una reunión para planificar los
pasos que deberíamos dar como corriente internacional, de las cuales uno de ellos
era una actividad en Cuba con motivo del aniversario de la revolución cubana.
Ella gustaba autodenominarse
como “una hija de la revolución cubana” ya que efectivamente lo era de dos
grandes figuras de esa revolución. Su madre fue la única mujer que participó en
el asalto de
Ella nos escribía en su último artículo para Revista de
América: “Cambiemos todo lo que deba ser cambiado en Cuba, para que no cambie lo
que no puede ser cambiado, a no ser muertos. La profundización socialista
de la revolución, sin usar las armas
melladas del capitalismo, y un inclaudicable internacionalismo son el
camino. El futuro interminable de la revolución más linda está allí, sabiendo
por qué fracasaron las demás y elevando al hombre a la condición del hacedor de
su historia y no de su vulgar engranaje”.
Celia, transmitía con alegría y optimismo sus ideas y
proyectos. Su muerte nos redobla en el esfuerzo revolucionario e
internacionalista, en el compromiso de seguir defendiendo ese proyecto y esas
ideas socialistas que en los últimos años levantamos en común.