Caracas 11 de Sept. 2008.- Dentro de la cadena de comercialización de la carne, los mayoristas y comisionistas (intermediarios) no están respetando los precios regulados del producto. Aún más: están especulando, afirmó José Agustín Campos, presidente de la Confederación Nacional de Ganaderos y Agricultores de Venezuela (Confagan), quien ayer se reunió con Eduardo Samán, presidente del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis).
Campos explicó que esos intermediarios buscan ganarse 150% en unas horas por la comercialización de una res, lo que está provocando una distorsión en el precio del producto. De manera que es necesario enfrentarlos "para impedir que esos pequeños sectores, que poseen mucha fuerza financiera en la cadena de comercialización, distorsionen la normalidad de la cadena".
El problema, precisó, no está ocurriendo entre los ganaderos ni en los mataderos y frigoríficos. Campos reconoce que los sectores de la cadena cárnica deben tener rentabilidad y ganancias, pero justas. "Nosotros somos enemigos de la especulación, porque disminuye las capacidades de inversión, desestimula a los productores, atenta contra el bolsillo de los consumidores y genera controles gubernamentales", agregó.
Convenio. Confagan y el Indepabis acordaron constituir brigadas de contraloría social que ayudarán a supervisar el precio de la carne, es decir, a combatir la especulación.
Samán señaló las dificultades que han hallado en la actividad de los mayoristas e intermediarios que han causado una distorsión en la cadena de comercialización y, por ende, una ruptura en el precio regulado de la carne, de modo que este producto llega a mayores precios a las carnicerías. Samán dijo que los ganaderos no desean esa distorsión, mientras que los carniceros tampoco quieren ser víctimas de los especuladores.
Confagan pone a disposición de Indepabis una lista de 250 voluntarios/brigadistas en todo el país, para actuar pedagógicamente en la prevención de la especulación, explicó Campos.