El banco de inversión Lehman Brothers cayó hoy en la Bolsa de Nueva
York el 13,5% y cerró así la peor semana de su historia, hasta el punto
de que ha emprendido negociaciones para buscar un comprador.
Las acciones de Lehman Brothers, que encadenaron hoy cinco sesiones
consecutivas de fuertes descensos, cerraron a US$3,65, lo que supone
una pérdida de 57 centavos respecto a la jornada anterior.
Sólo durante esta semana, la compañía ha perdido un 77,4% de su valor en bolsa, desde los US$16,2 por acción del viernes pasado.
Al final de 2007, los títulos del cuarto mayor banco de inversión de
Estados Unidos se negociaban a US$65,44, lo que quiere decir que en lo
que va de año han caído un 94,4%.
Según los analistas, este descenso se debe en gran parte al temor que
despierta entre los inversores la salud financiera del grupo y su alto
grado de exposición al deteriorado mercado de deuda respaldada con
crédito hipotecario, un sector muy amplio y poco regularizado que
colapsó hace algo más de un año.
Al descenso de sus títulos también ha contribuido el hecho de que los
analistas de Citigroup y Goldman Sachs hayan rebajado la calificación
que otorgan al banco.
Esta estrepitosa caída ha obligado a la entidad financiera
estadounidense a tratar de encontrar un comprador que se haga con la
compañía o con parte de ella, según anunciaron el jueves tras el cierre
de la bolsa varios medios especializados citando fuentes cercanas a la
negociación.
Todo parece indicar que Lehman Brothers va a convertirse en el próximo
Bear Stears, el gigante financiero que en marzo pasado colapsó y fue
absorbido por JPMorgan Chase a través de una operación impulsada por la
Reserva Federal y el Tesoro de EE.UU.
En esta ocasión, los medios estadounidense especulan con la posibilidad
de que Bank of America, que aún digiere la adquisición de Countrywide,
sea el comprador.
Aunque también se menciona al japonés Nomura Securities, el francés BNP
Paribas, el alemán Deutsche Bank, el británico Barclay’s y el grupo
inversor estadounidense J.C. Flowers, entre otros.
Según la prensa local, la posible compra de Lehman podría incluso
anunciarse durante este fin de semana, antes de que el lunes abran los
mercados bursátiles asiáticos.
En la sede de la entidad en Nueva York, el nerviosismo era palpable y,
según mostraban las televisiones locales, los trabajadores estaban
inquietos y pendientes de cualquier novedad sobre el futuro de uno de
los mayores bancos de inversión del mundo.
Para tratar de detener su caída, la compañía decidió presentar el
miércoles antes de que abriera el mercado, y con una semana de
antelación, sus resultados preliminares correspondientes al tercer
trimestre fiscal y a los nueve primeros meses del ejercicio.
El banco de inversión informó de que en los nueve primeros meses de su
ejercicio fiscal perdió US$6.212 millones, frente a los US$3.306
millones que ganó un año antes.
También el miércoles, un día después de haber caído el 45% en bolsa, el
mayor descenso diario de su historia, anunció el recorte del dividendo
trimestral de 68 a cinco centavos por acción y una “drástica” reducción
de su grado de exposición a activos vinculados al sector inmobiliario y
a préstamos hipotecarios.
Además, confirmó que estudiaba la venta de una participación
mayoritaria en su división de administración de activos Neuberger
Berman.