(Comando de Campaña.11 noviembre.08).- Una impresionante marea roja cubrió la tarde de este martes toda la zona de Petare cuando miles de personas, venidas de las cinco parroquias del municipio Sucre y más de la mitad del estado Miranda, se dieron cita por las calles para recibir la caravana con el presidente del Psuv, Hugo Chávez y sus tres candidatos para la región; Diosdado Cabello, aspirante a la re-elección de la gobernación, Aristóbulo Istúriz para la alcaldía Metropolitana y Jesse Chacón para la alcaldía local.
Un grito ensordecedor de la multitud anunció la llegada de Chávez y los tres candidatos a la muralla de Petare; justo en ese momento, arrancó una especie de algarabía contagiosa que no paró hasta culminado el recorrido frente al CDI de La Urbina.
En pocas palabras, “Petare quedó chiquito” para recibir a tanta gente, que se apropió de techos, ventanas, puertas, postes, para saludar a quienes definitivamente - como lo dijo un joven de 19 años de nombre José Luis, quien va a votar por primera vez – eran “demasiado bienvenidos”.
A bordo del camión que mucha gente trataba de agarrar, porque ello les representaba la cercanía más intensa, el Comandante Hugo Chávez flanqueado por Jesse y Aristóbulo de un lado y Diosdado por el otro, no se daba abasto para saludarlos a todos. Tanta gente le hablaba y gritaba al mismo tiempo, que por momentos era imposible comprender los verbos.
La solidaridad sin presentaciones fue una constante, como el muchacho que montó a una joven que no conocía sobre sus hombros, sólo para que pudiera verlos mejor; después el abrazo de gratitud, la marea humana interminable los hizo separarse y seguir.
Lo que inundó las calles de Petare, fue amor, la gente con su sencillez dijo “presente” y marcó el respaldo a la propuesta socialista y revolucionaria. Chávez levantaba la mano de sus candidatos, tres hombres de su misma historia; cuatro destinos entrelazados en un mismo proyecto.
En 1992 Aristóbulo tuvo el valor de decir en el entonces Congreso Nacional, “Chávez tiene razón”; ese mismo año Jesse y Diosdado participantes de la rebelión militar, asumieron como su Comandante la responsabilidad de sus acciones. Tres fueron presos, uno quedó en libertad y desde ese año, los cuatro se hicieron camaradas.
La multitudinaria concentración los acompañó por La Redoma, de allí siguieron hacia la calle Libertad, pasaron por el Mercado Popular para alcanzar barrio Sucre y bordear todo Fechas Patrias, hasta San José de La Urbina.
Pocas veces se pueden tomar registros de las conversaciones que el líder del Psuv sostiene con sus candidatos mientras van en el camión, el ruido excesivo de la música y la gente, generalmente lo impiden, sin embargo en esta oportunidad, pudimos escuchar claramente: “Camaradas, llegó la hora de transformar Petare” dijo Chávez al tiempo que recorría con la mano como tocando la geografía de la inmensa barriada que le bordeaba.
Estaban los cuatro inmersos en la planificación, cuando de las profundidades del pueblo irrumpió una frase que llamó la atención, porque en verdad tenía su carga política y una pizca de jocosidad: “¡Patria, socialismo y Jesse!”
Todo el recorrido duró casi las tres horas, había gente tan emocionada, que hasta lloraba, una mujer nos marcó con su reflexión: ¿Por qué llora? “Míralo, es el único que nos entiende a nosotros los pobres y si los candidatos son de Chávez, son pueblo también”. Otro grupo de jóvenes entonando tipo rap interpretaba; “una caravana espectacular, que nos trae a Chávez para reflexionar, piensa, vota, no dejes pasar, que el barrio te cuenta que hay que avanzar”
La tarde del martes en Petare, todo el mundo cumplió la canción de Alí Primera, “Yo no me quedó en la casa porque al combate me voy”. El comandante Chávez agradeció el apoyo de Petare en su recorrido, y sobre todo la presencia mayoritaria de mujeres de los Consejos Comunales y las organizaciones sociales que hacen vida en los diversos barrios y sectores populares.
Petare es una parroquia decidida; en el 2002 todos bajaron a Miraflores y Fuerte Tiuna a defender a su Comandante; hoy volvieron a bajar, pero esta vez desde La redoma, como diría lloviznando Cantos, “como una prueba de amor” para acompañar al Comandante y sus candidatos de Miranda, Sucre y Metropolitana.