23 de noviembre 2008.- Los rectores del Poder Electoral esperan una gran participación de la ciudadanía en las elecciones regionales y locales que se celebran hoy en Venezuela. Probablemente, las colas frente a los centros de votación se extiendan más allá de las cuatro de la tarde, hora pautada para el cierre. "Eso va a depender de la voluntad de la gente", afirma Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral. "De la hora que salgan a votar y del tiempo que tarden en emitir su voto". Lo importante es que la población "acuda debidamente informada acerca del número de votos que tiene que emitir y la ubicación en la boleta de las opciones de su preferencia", agrega Lucena.

Las auditorías se han hecho sobre 53 actividades relacionadas con la plataforma tecnológica que en Venezuela garantiza 100% de la automatización de los procesos electorales. "El CNE es un mero instrumento de la soberanía popular". Todo el proceso, de principio a fin, ha sido objeto de seguimiento por parte de las organizaciones políticas.


La secuencia de lo que ha pasado en este proceso electoral pareciera que es la síntesis no sólo de las actuaciones del CNE sino de una serie de acuerdos políticos. ¿Es así?
Uno de los temas vinculados a esa pregunta es la automatización y su consolidación, que ha alcanzado 100%, dentro de un proceso que en Venezuela se inicia como parte de un debate que adelantó el extinto Congreso Nacional. En efecto, es como la síntesis de una transformación tecnológica, no del preciosismo de la tecnología en sí misma, sino de la búsqueda primaria de la garantía de lo que es la seguridad y confiabilidad de los resultados electorales y, por tanto, de la voluntad popular. Diría, además, que ha sido un proceso de participación extraordinaria: organizaciones políticas, cuya participación era impensable tres procesos atrás, lo hacen con más solidez y armonía, sin renunciar –tampoco se lo pedimos– a sus críticas, a sus observaciones, a sus pedimentos, a lo que ellos quieran manifestar en un marco de respeto.


¿Las organizaciones que participan pudieran poner las manos en el fuego por el CNE?
Yo considero que ellos tienen las garantías suficientes por parte del Poder Electoral. Hemos trabajado para mostrar la transparencia total y más hacia lo que ellos nos han pedido. Tenemos firmados todos los actos de auditorías, que fueron más de 53, y las actas que corresponden a esos acuerdos. Todas las declaraciones y expresiones públicas que hagan las organizaciones sobre este punto corresponden a sus estrategias políticas, que quizás, así lo entendemos, no pasan por una defensa a ultranza de lo que es el CNE. No esperamos menos de ellos que la aceptación de los resultados electorales, porque ellos saben, al igual que nosotros, que están garantizados.


Algunas organizaciones no se han comprometido a aceptar los resultados. ¿Al participar bajo las reglas de juego que establece el CNE y a su vez guardar silencio, no se compromete el sistema de partidos políticos en Venezuela?
No lo creo, porque no ha sido así hasta el momento. Algunos actores políticos, desde hace mucho tiempo, no se han pronunciado, antes de las elecciones, a aceptar los resultados. Les hemos pedido que lo hagan.

Pero eso ha cambiado a partir de la elección de 2006. Hubo un ganador y un perdedor.

Eso es muy importante, porque antes no había esa posibilidad, debido a las coyunturas políticas que vivía el país. En 2007 ocurrió exactamente lo mismo, aun con estrechos márgenes de diferencia: los resultados fueron aceptados por todas las partes.

Cuando no se han aceptado los resultados, de igual manera el sistema de partidos prevalece, el sistema democrático prevalece, la voluntad popular, y esto es muy importante, prevalece.


Así como esto ha sido una secuencia de aproximaciones, ¿veremos en 2010, a propósito de las elecciones a la Asamblea Nacional, el compromiso de las organizaciones políticas de aceptar los resultados?
Estoy segurísima, con la jornada del día de hoy, de que las organizaciones políticas van a acatar la voluntad de los venezolanos y las venezolanas. Ellos saben que el Poder Electoral es un mero instrumento de la soberanía popular. Nosotros garantizamos, y ellos lo saben porque han participado en las auditorías, que la voluntad popular se pueda aceptar de la manera y la forma en que se exprese.

A raíz de la denuncia que hiciera el rector Vicente Díaz, en la que se advierte una participación indebida del Presidente de la República en la campaña electoral, usted ha dicho que para el CNE es un caso más a investigarse. ¿Hugo Chávez es Pedro Pérez?
Nosotros hemos estado trabajando con marco normativo que se ha ido perfeccionando. Hemos venido buscando los mecanismos para ejercer un verdadero control, no solamente de la campaña, sino del financiamiento de las organizaciones políticas.

Recordemos que a partir de 1999 esas organizaciones no tienen financiamiento público. La Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política es previa a la Constitución.

Tiene disposiciones extraordinarias que nos han permitido a nosotros, organizacional y electoralmente, avanzar. Sin embargo, en materia del seguimiento de la campaña y del financiamiento de las organizaciones políticas, es muy débil. El CNE tiene un instrumento que va a presentar ante la Asamblea Nacional, porque eso es parte de las cosas que tenemos que desarrollar.


El Presidente de la República no es un ciudadano cualquiera...

No lo es, por supuesto. Es el Presidente de la República, pero también es un ciudadano que tiene derechos políticos. El CNE ha venido trabajando con una agenda estrictamente institucional, por más que las fuerzas de la opinión pública pudieran halar para que estemos en un lugar o en otro, hemos tomado las decisiones con mucha seriedad, con mucha responsabilidad. Pero no podemos caer en las presiones de la opinión pública, que es muy importante en una democracia y tiene que presionar. Eso es cierto. Justamente, eso nos compromete a seguir trabajando en los aspectos que nos faltan por mejorar.


Usted ha dicho que el primer boletín se dará a conocer cuatro horas después de que se cierre la última mesa electoral.
Sí.


¿Hubo un acuerdo político para que eso fuese así?
No. El Poder Electoral no hace acuerdos políticos. Mantiene un diálogo con las organizaciones políticas. Ellos hacen solicitudes y nosotros atendemos esas solicitudes.

Ellos tienen inquietudes legítimas y nos exigen cosas que, en la mayoría de los casos, nos ha parecido que tienen razón. Pero el cierre de las urnas y los resultados tienen que ver con aspectos legales y tecnológicos. Debemos esperar hasta que el último elector o electora vote, en su respectiva mesa, para declarar el fin del acto de votación.

A partir de ahí, calculamos, siempre que la transmisión de datos sea lo suficientemente rápida, que en tres o cuatro horas las juntas electorales regionales y municipales, una vez autorizadas, puedan dar los respectivos boletines y creo que inmediatamente después se pueda dar el boletín final.


¿No será que eso es el resultado del aprendizaje que siguió a las elecciones del pasado 2 de diciembre? ¿A esa noche que pasamos los venezolanos?
Qué bueno que hablas de aprendizaje. Uno más que nos lleva a tener una democracia más sólida y robusta. Un hecho que nos demuestra la fibra de la cual estamos hechos los venezolanos y las venezolanas, que somos capaces, en medio de grandes tensiones y expectativas, de saber esperar y mantenernos, en medio de voces altisonantes, en paz. Recordemos que eran resultados muy cerrados y que esa noche no podíamos dar un primer boletín que luego pudiera revertirse.


¿No fue ésta la primera elección en la que la oposición tenía una maquinaria para contar sus votos?
Las principales organizaciones políticas, de un lado y del otro, van a tener inmediatamente después de que demos los primeros resultados, la información en magnético para que la vayan cotejando con sus propios datos. Hasta las últimas horas, el CNE estuvo acreditando a los testigos de mesa a los que tienen derecho los candidatos y candidatas participantes. Incluso se abrió un programa de adiestramiento de testigos, en caso de que ellos quisiesen utilizarlo, para enseñarles cómo es el funcionamiento de la mesa. En algunas ocasiones lo hicieron, en otras no. Pero se tomaron todas las medidas para darles las debidas garantías y la seguridad que deben tener los testigos de cada una de las organizaciones postulantes.


El tema de las colas en los centros de votación sigue pendiente.
Nosotros esperamos que la población haya atendido nuestro llamado a que vayan a los centros de votación debidamente informados acerca del número de votos que tiene que emitir y la ubicación en la boleta de las opciones de su preferencia. Si los electores y electoras están informados, el acto de votación es bastante rápido; pero si no lo están, no va a importar que se den 10 o 20 minutos. La boleta electoral venezolana, y esto es algo que en algún momento tendrán que plantearse los legisladores, es extremadamente colorida. Este hecho, en vez de facilitar, pudiera distraer la opción y selección de candidatos y candidatas.


¿Se atrevería a decir a qué hora va a cerrar la última mesa electoral?
Creo que vamos a tener una gran participación, que pudiera sobrepasar las 4 de la tarde. Sí, pudiéramos esperar eso. Lo más importante es insistir en el llamado a que las personas vayan informadas a los centros de votación.


¿El resultado se dará en la madrugada?
Eso dependerá del cierre de los centros de votación.


¿No hay una previsión?
No tengo una bola de cristal para saber a qué hora cerrarán las mesas. Eso es algo que depende de la voluntad de la gente, de la hora en que sale a votar y del tiempo que tarda en emitir su voto.


LAS CIFRAS

6:00 am
Se abre el proceso de votación

11.297 centros de votación
En total habrá 34.662 mesas electorales con 103.986 miembros de mesa.

34.662 máquinas de votación
Serán manejadas por 14.506 técnicos operadores.

11.624 máquinas captahuellas
Y alrededor de 16.244 operadores se encargarán del buen funcionamiento de las máquinas.


SU PERFIL

Nombre
Tibisay Lucena.

Es egresada
de la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela. Realizó un posgrado en materia electoral en Estados Unidos. Durante varios años fue profesora investigadora del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa).

Actualmente
es presidenta del Consejo Nacional Electoral.