16 de diciembre de 2008.- Los dirigentes del partido Unidad Socialista de Izquierda (USI), luego de su entrevista con funcionarios del gobierno regional al finalizar la movilización contra el sicariato y la impunidad, que se escenificó en las céntricas avenidas de la capital del estado Aragua el pasado día 11 del presente mes, aseguraron que el ministro del Interior y Justicia, Tarek El Aissami, ha irrespetado la memoria de sus camaradas asesinados por sicarios el 27 de noviembre en La Encrucijada, al presentar como responsable del hecho a un trabajador de Pepsi Cola que en el momento de los asesinatos se encontraba trabajando.
Miguel Ángel Hernández, profesor de la UCV, Orlando Chirino, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores y Emilio Bastidas, representante de dicho partido en la entidad aragüeña, todos dirigentes nacionales de la organización, fueron enfáticos en calificar como “lamentables” las declaraciones del Ministro de Interior y Justicia, quien “en forma irresponsable aseveró que ya se había aprehendido al asesino de nuestros camaradas en Aragua, y por si fuera poco expresó que al parecer se trataba de una lucha entre mafias sindicales para hacerse del control del sindicato de las bebidas. Esa declaración es ruin porque pretende enlodar la trayectoria de tres destacados dirigentes sindicales que se jugaron la vida por este proceso y por defender los derechos de los trabajadores.”
Agregó Chirino que “no le conozco la trayectoria política al ministro El Aissami, pero lo que sí le quiero decir es que si él hoy disfruta de ese cargo, en gran medida se lo debe a valientes luchadores como Richard, Luis y Carlos, que no se escondieron durante el golpe de Estado fascista del 11 de abril y tuvieron el patriotismo y el compromiso de clase con sus compañeros de trabajo, para impedir que se paralizara la producción, como era la intención de los patronos golpistas durante diciembre de 2002 y enero de 2003. Nuestra corriente político-sindical CCURA y nuestro partido, Unidad Socialista de Izquierda, le exigen al Ministro de Interior y Justicia que respete la memoria y la trayectoria de lucha de nuestros camaradas asesinados en Aragua en los dos últimos años. En tal sentido exigimos que se haga una investigación transparente, que se cumpla con los procedimientos legales, que no se trate de cerrar el caso sin que se investigue a todos los sospechosos, y que no se estén sacando de la manga chivos expiatorios. El gobierno nacional y el Ministro deben garantizar, como es su obligación, que haya justicia para Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena, y que estos asesinatos no queden en la impunidad, como ha sido el caso de los trabajadores y miembros de nuestra corriente, Luis Delgado, Ponce y Edras, asesinados por sicarios en el estado Aragua, y cuyos crímenes siguen en la más completa oscuridad, sin que se conozca hasta ahora la identidad de los responsables”.
Miguel Angel Hernández, aseveró que el movimiento sindical nacional e internacional reclama transparencia en la investigación. “Hasta el momento no se ha citado a indagatoria a todos los sospechosos de este abominable asesinato. Nos llama la atención que quien hace la primera declaración sobre los asesinatos no sea el director del CICPC, responsable policial de las investigaciones. Asimismo, nos parece apresurado y extraño que sea el propio ministro El Aissami quien afirme que el autor material del crimen sea un trabajador de la Pepsi-Cola, quien al decir de sus compañeros de trabajo y los informes de sus supervisores, se encontraba laborando al momento de los asesinatos”.
Emilio Bastidas, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores en el estado Aragua, insistió que “somos los trabajadores los más interesados en que se esclarezca este horrendo crimen, pero consideramos que esto no puede lograrse a costa de la memoria y trayectoria de nuestros tres camaradas, y mucho menos responsabilizando a inocentes. En Aragua y en todo el país no descansaremos hasta que se castigue a los asesinos materiales y sus promotores políticos y económicos. Queremos que se investigue a la policía de Aragua, que incluso el presidente Chávez planteó que debería reestructurarse, así como también a los empresarios de Alpina. Pero también están bajo sospecha los burócratas sindicales de todos los colores, de la IV y de la V, para quienes era un imperativo eliminar de su camino a nuestros tres aguerridos camaradas que se esforzaron por construir un movimiento sindical con dirigentes auténticos y legitimados mediante procesos electorales, celosos de preservar los métodos democráticos del movimiento obrero, y sobre todo, defensores de la autonomía sindical frente al Estado, los gobiernos, la iglesia y los patronos”.
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