Renuncia en medio del escándalo el líder del Parlamento británico

Michael Martin, el presidente del Parlamento que presentó ayer su renuncia

Michael Martin, el presidente del Parlamento que presentó ayer su renuncia

Credito: Ap

Londres, 19 de mayo. Líderes de partido se unieron la noche de este martes en un intento por limpiar el Parlamento, el mismo día en que Michael Martin se convirtió en el primer presidente de la Cámara de los Comunes que se ha visto obligado a renunciar a su cargo en los últimos 300 años.

Avergonzados por el escándalo de los gastos excesivos de los legisladores, el primer ministro y líderes de los partidos rivales aprobaron reformas urgentes con las que esperan recuperar la confianza de la opinión pública en los políticos, ahora salpicados por el escándalo.

Dichos líderes acordaron en principio poner fin al sistema bajo el cual los ministros regulan y supervisan al personal que paga sus partidas. La Oficina de Partidas de los Comunes, que ha sido acusada de contubernio con ministros para ayudarlos a explotar el sistema de gastos, será abolida y remplazada por una entidad reguladora independiente.

El presidente encabezó la sesión durante 90 minutos para después ceder ante lo inevitable y anunció que se retirará del cargo el 21 de junio. Los ministros elegirán a un nuevo presidente en voto secreto el 22 de junio.

Posibles sucesores

En medio de una atmósfera frenética en Westminster, los ministros comenzaron a buscar apoyo para posibles candidatos a suceder a Martin como presidente. Veteranos legisladores señalaron que entre los primeros en ser mencionados fueron George Young, un ex ministro conservador; Menzies Campbell, un ex líder Liberal Demócrata, y Frank Field, un ex ministro laborista.

Se cree que Brown urgió a Martin a renunciar a su puesto durante una reunión privada el lunes, poco después que el presidente del Parlamento sufrió la humillación de que ministros en la Cámara de los Comunes le pidieran su renuncia. Brown consideró que el adoptar nuevas reformas no lograría que el organismo conservara su credibilidad ante la sociedad si Martin seguía en su puesto, después de que muchos legisladores le retiraron su confianza y expresaron que lo veían como un obstáculo para el cambio.

Ministros del gabinete insistieron en que la decisión final fue exclusivamente de Martin. Lo meditó durante la noche del lunes antes de decir a sus colaboradores e informar a Downing Street, la mañana del martes, que renunciaría. Así se salvó de la vergüenza de enfrentar un voto de desconfianza; una medida que el Parlamento iba a exigir y que el gobierno no tenía más remedio que autorizar. "Al final, no tuvimos que jalar el gatillo", informó un ministro. El anuncio de renuncia de Martin duró poco más de 30 segundos.

Los laboristas consideraron la posibilidad de que Martin permaneciera en la Cámara de los Comunes sin facultades de líder de partido, para impedir nuevas elecciones en el distrito de Glasgow Noreste, donde obtuvo una mayoría de sólo 10 mil 134 votos sobre el Partido Nacional Escocés (SNP por sus siglas en inglés). Pero se concluyó que la idea iba a causar demasiada polémica y se decidió que debe renunciar como representante cuando deje el puesto de presidente del Parlamento. Se espera que, como es tradición, sea promovido a la Cámara de los Lores.

El SNP considera que las elecciones por Glasgow Noreste serán fáciles de ganar, tras la espectacular victoria de este partido en Glasgow Este, en elecciones celebradas en julio pasado.

En una segunda declaración ante los Comunes la noche del martes, y después del debate entre los partidos, Martin sostuvo que los pagos de intereses sobre hipotecas de los ministros a pagar mediante el sistema de la cámara tendrá un tope de mil 250 libras esterlinas al mes, y que éste se reducirá llegado el momento.

También se prohibirá a los parlamentarios cambiar la segunda propiedad que tengan designada como casa habitación hasta después de marzo de 2010, para poner fin a la práctica de "alternar" los pagos de la hipoteca sobre su primera y segunda propiedad para lograr un mayor rendimiento de sus privilegios.

Los ministros que enfrentan circunstancias "excepcionales" tendrán que tramitar un permiso especial para cambiar su pago de hipoteca sobre su segunda casa.

El presidente también dijo a los parlamentarios que tendrán que ser "completamente abiertos con las autoridades fiscales" cuando se trate de vender una segunda propiedad sobre la cual han solicitado pago de hipoteca a la cámara, para asegurar que el capital que invirtieron pague impuestos.

Asimismo, todos los gastos de los parlamentarios tendrán que ser publicados en Internet cada tres meses por la Oficina de Partidas, que regulará las prestaciones de los parlamentarios hasta ser sustituida. Dicha autoridad tiene ya la orden de verificar con mucho mayor rigor las solicitudes de los legisladores. Cualquier gasto que se considere dudoso será rechazado sin derecho a réplica. Este miércoles los ministros tendrán la oportunidad de debatir estas medidas transitorias.

Algunos manifestaron su desacuerdo cuando los líderes partidarios se reunieron para aprobar estas reformas. "La decisión del presidente del Parlamento se sintió como un terremoto en el sistema. No era el momento de competir y tratar de ganar puntos", sostuvo una fuente interna.

El líder de los conservadores Tories, David Cameron, afirmó: "podemos cambiar las reglas y mejorarlas. Pero lo que en realidad quiere la gente es la oportunidad de salir a la calle y marcar con una cruz el nombre de los políticos por los que quieren ser representados en este Parlamento. Por eso decimos que hay que celebrar elecciones generales".

El líder de los Liberales Demócratas, Nick Clegg, aseguró que hubo más progresos en los debates del martes que en toda la última década: "Aún hay muchos temas que deben resolverse si hemos de ganarnos de nuevo la confianza de la gente; esperemos que hayamos dado el primer paso en ese largo camino".

Betty Boothroyd, antecesora de Martin como presidente de la Cámara de los Comunes, aseguró que dicho Parlamento debe cargar con la "culpa colectiva" por perder la confianza popular. "Los ministros y representantes han prestado más atención a los privilegios que les da el poder que a sus obligaciones para con la nación".

© The Independent


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