12 de agosto de 2009.- El Centro Internacional Miranda (CIM) es un espacio institucional para el debate de las ideas y propuestas, que aporten a la construcción de la Revolución Bolivariana. Mariátegui. La revista de las ideas, conversó con Luis Bonilla-Molina, presidente del CIM, quien analizó los cuatro años de trabajo intelectual y de articulación con los movimientos sociales.
En los años 2003 y 2004 un grupo de intelectuales -entre los cuales estaban Martha Harnecker y Luis Bonilla-Molina- organizaron encuentros de Solidaridad con la Revolución Bolivariana. En ese momento -ellos- integraban un equipo de asesores que trabajaba en temas de política nacional e internacional con el presidente venezolano Hugo Chávez. Ahí evidenciaron una deficiencia del proceso, que era que muchos de los intelectuales que querían trabajar con la Revolución Bolivariana, no encontraban un espacio institucional donde apoyarse.
Por ejemplo, algunos querían colaborar en diseños de análisis económico y educativo, pero no encontraban donde desarrollarlo. Entonces, Harnecker y Bonilla-Molina le propusieron al mandatario venezolano, crear un Centro de Investigación para articular proyectos con los intelectuales. Y en el 2005 el presidente Chávez, decide la creación del Centro Internacional Miranda. En febrero del 2006 Luis Bonilla-Molina asume la conducción del CIM. Y conforma un núcleo de trabajo junto a Marta Harnecker, Michael Lebowitz, Juan Carlos Monedero, Víctor Ríos, Maximilian Garbelaes, Gilberto Giménez, y Haiman El Troudi-
¿Cuáles son las líneas de investigación?
- En el inicio habían dos vertientes: 1.- Convertir al CIM en un espacio de muchos encuentros y actividades. 2- Hacer del Centro un espacio de líneas de investigación. Producto de un debate triunfó la segunda de las posiciones. Y decidimos desarrollar un línea de investigación sobre los temas neurálgicos de la revolución bolivariana. Pero también con los que fueran de interés de los intelectuales, que desde distintas latitudes venían a visitarnos. Así decidimos que nuestra líneas de investigación estarían referidas a la participación ciudadana, los consejos comunales, el presupuesto participativo y los actos comunitarios, que han dado como resultado la publicación de tres libros editados por el CIM. Esto en la línea de participación, en el nuevo modelo productivo, el tema de estudiar y sistematizar la experiencia nuestra, sobre la economía social, solidaria, el movimiento cooperativo.
Asimismo, trabajamos con los indicadores de desarrollo humano. Porque los de las Naciones Unidas no logran medir el impacto de la
transformación, de la calidad de vida integral del ser humano en Venezuela. Por ejemplo, no pueden medir el impacto de que cuatro personas de un grupo familiar compuesto por cinco, estén estudiando.
Que personas de 50 años hayan decidido retomar el proceso educativo, para formarse y elevar la calidad de vida. Eso no lo puede medir
ningún indicador de Naciones Unidas, pero es algo que transforma profundamente la estructura social y la forma como se percibe la calidad de vida.
Para eso decidimos desarrollar toda una línea de investigación que comience a explorar la posibilidad de trabajar con indicadores alternativos a los de las Naciones Unidas. Además realizamos trabajos de investigación referidos a los medios de comunicación y a la manipulación mediática. Ahí tenemos un trabajo de sistematización intentando montar un Observatorio de Medios. Hemos colaborado con el montaje de dos observatorios en el interior del país.
Otra línea de investigación es la Pedagogía Crítica y la Gestión Educativa Bolivariana, partiendo del supuesto que esta revolución ha logrado avanzar como en ningún otro momento histórico en el tema de la inclusión educativa. Es decir, hoy más que nunca tenemos mucha más gente en las aulas, pero eso no ha significado una transformación de los procesos al interior del aula, que es la tarea pendiente. Incluso, algunos decimos que es la tarea pendiente del socialismo que conocimos. El socialismo real garantizó el acceso universal a las aulas, pero no transformó el modelo didáctico del capitalismo, la forma de construir curriculum. Entonces, es una tarea pendiente -incluso del socialismo- y aquí debemos, -como revolución que está reivindicando el socialismo- desarrollar un modelo didáctico curricular, de planificación y pedagogía, que realmente se corresponda a los valores de la propuesta socialista.
El Socialismo del Siglo XXI es otra línea de investigación. En diciembre del 2004, en el Encuentro de Intelectuales en Defensa de la Humanidad realizado en Caracas y en el Foro Social Mundial de Porto Alegre em el 2005, el presidente Hugo Chávez anunció que el rumbo de esta revolución es el socialismo. Pero un socialismo distinto, un Socialismo del Siglo XXI lo denominó él. Eso generó un debate en Venezuela y a nivel internacional, sobre ¿Qué es el Socialismo del Siglo XXI? ¿Hasta donde reivindicamos la experiencia del socialismo en el siglo XX? y ¿En que aspectos consideramos que debemos trabajar para producir una elevación del pensamiento socialista? Estamos tres años intentando sistematizar el Socialismo del Siglo XXI.
- ¿Y cómo se concreta toda esta teoría en la práctica?
- En el marco de todas estas líneas de investigación, hemos desarrollado un interesante trabajo de articulación con los movimientos sindicales, estudiantiles e indígenas. Porque no se trata sólo de debatir en abstracto, sino que la teoría tiene que partir de una realidad y validarse en ella. Entonces, buena parte de la reflexión que estamos realizando, la asociamos, por ejemplo con el caso del Movimiento Sindical Bolivariano, que en el 2007 se encontraba fragmentado, después de los congresos de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT). Existían entre seis y siete tendencias, que habían perdido incluso la capacidad interna de diálogo, lo cual era dramático. Sobre todo para quienes reivindicamos, que una revolución socialista tiene en la clase obrera al protagonista principal.
En febrero del 2008 decidimos instalar una Mésa de Diálogo permanente con las distintas corrientes sindicales, pero no para que hablaran de sus problemas, sino invitando a los dirigentes sindicales de base para que discutan las problemáticas de sectores específicos como el
eléctrico y a su vez invitábamos a los líderes de las diferentes tendencias sindicales. Después de cinco meses, esa metodología nos permitió avanzar en el tema de la unidad del movimiento de los trabajadores. A tal punto que desde la Mesa de Trabajo, volvió a replantearse a convocar nuevamente al Congreso de la UNT. Establecer mecanismos para unas elecciones en las cuales todos se sintieran reflejados, con posibilidades de llegar a conducir y establecer una dirección compartida. Lo cual es una contribución del trabajo del
CIM. Igual estamos haciendo con el movimiento estudiantil, intentando sistematizar la multiplicidad de enfoques que tiene el liderazgo estudiantil.
- ¿Cuánto han avanzado en la producción editorial?
- Estamos por publicar un libro que reúne la expresión de quince dirigentes importantes del movimiento estudiantil. En tres años de trabajo hemos logrado publicar 32 títulos, algunos que reflejan el proceso de investigación de las líneas de trabajo, otros que están relacionados a algunos investigadores que invitamos a debatir en nuestras sesiones. Además, estamos dando el salto produciendo documentales. Recientemente hemos hecho dos dvds, uno interactivo para la formación socio-política de cuadros. La idea es facilitar un instrumento para que nuestros cuadros se politicen aceleradamente de manera interactiva. No es un manual que tiene la línea. Es un dvd que posibilita la apertura de debates, para los que participen en el círculo de estudio, puedan entender desde su propia perspectiva los diferentes temas que son neurálgicos para la Revolución Bolivariana. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) estaba estudiando la posibilidad de asumir ese dvd, como parte de su material de formación socio-política.
El otro se llama La Hora de las Mariposas, donde refleja los debates que se realizaron en el CIM sobre el Socialismo del Siglo XXI, este documental reúne la línea de mayor fuerza del pensamiento sobre diversos temas en la voz de los propios expositores. Y estamos trabajando para el diseño de programas de televisión y de radio, que nos permitan llegar a un público más amplio, sobre todo a las provincias. Para socializar mucha más los debates que realiza el CIM.
- El nombre del Centro Internacional Miranda es un homenaje al
libertador Francisco de Miranda y al internacionalismo que él
representó...
- Es justo decir, que la decisión de colocarle el nombre ha sido del presidente Hugo Chávez, quien ha hecho un esfuerzo significativo por reivindicar el pensamiento de Miranda. Este héroe, en la Cuarta República fue considerado un personaje menor, que no había prestado ninguna contribución a la labor de la independencia. Y nosotros hemos reivindicado, que la gesta de independencia, hubiese sido imposible pensarla sin el aporte de Francisco de Miranda. Sin su visión internacionalista, su labor de propagación de las ideas, de transformación en la teoría y en la práctica. Participó en la Revolución Francesa (su nombre está en el Arco del Triunfo en París), luchó en la independencia de los EE.UU., fue un hombre bien comprometido con la causa de la libertad, más allá de nuestras fronteras. Entonces, representa desde el punto de vista de nuestra historia, uno de los primeros internacionalistas. Por eso, nos pareció importante que un Centro que tenía de perfil la colaboración internacional tuviera el nombre de Francisco de Miranda.
- Para el CIM ¿Cuán importante es el debate de ideas y dentro de este, las críticas a la Revolución Bolivariana?
- En el Centro Internacional Miranda tenemos diferentes posiciones sobre muchos temas. Nos hemos caracterizado por realizar una labor plural. Es uno de nuestros distintivos. Pero si en algo estamos de acuerdo -desde las distintas posiciones que manejamos- es que el socialismo es sinónimo de democracia y libertad. Debemos entender el socialismo con profunda participación popular y con libertad de ideas y opinión. Y el CIM ha dado muestras de trabajar sostenidamente en esta línea de pensamiento. Los intelectuales bolivarianos-venezolanos tuvieron un papel destacado en el desenmascaramiento y en la derrota de la Cuarta República. Durante diez años han constituido un bastión en la defensa -desde la perspectiva intelectual- de los logros de la Revolución Bolivariana. A diez años de iniciada esta, el presidente Hugo Chávez llamó a las tres erres, la necesidad de revisarnos para rectificar muchos de nuestros errores. Y desde esa misma perspectiva nos pareció importante convocar a los intelectuales que hasta las últimas semanas, frente a Mario Vargas Llosa y los intentos de la derecha por desdibujar la Revolución Bolivariana se han partido defendiendo con las ideas, el proceso venezolano. Pero, que también tienen una posición crítica. La revolución no es infalible, se pueden cometer errores, sin que eso desmerezca los profundos logros que se han hecho en este proceso.
Por eso nos pareció importante desde el CIM, convocar a lo que era el Primer Encuentro del Pensamiento Crítico sobre la Revolución Bolivariana (realizado en junio del 2009 en Caracas). Estamos haciendo historia, porque estamos reivindicando la necesidad, que la crítica revolucionaria sea parte inherente de la Revolución Bolivariana. Desde esa perspectiva participaron personas de la talla de Vladimir Acosta, Luis Brito García, Juan Carlos Monedero o Roland Dennis, para citar sólo algunos sin desmerecer a los demás, que se han partido el lomo por esta revolución. Expresaron su preocupación, diciendo que queremos ayudar a transformar, pero hay que construir un espacio de diálogo entre gobierno, partido, intelectuales y el pueblo. En el cual nos escuchemos mutuamente, para interpretar lo que está ocurriendo en la realidad y avanzar en la construcción del Socialismo del Siglo XXI, como la ruta de cambio de nuestro país.
El evento del del 2 y 3 de junio del 2009 realizado en el Centro Internacional Miranda (CIM) tiene una dimensión histórica y estamos seguros que será una contribución sensible para superar algunos problemas de la Revolución Bolivariana. Estuvo organizado en la perspectiva de contribuir al sueño colectivo que es la Revolución Bolivariana.
- El Imperialismo y las Multinacionales tienen sus thinks thanks, institutos de pensamiento geoestratético y geopolítico que son parte fundamental del aparato de dominación ideológico, mediático y económico contra los países del sur. ¿El CIM cumple ese rol, pero desde una posición contrahegemónica?
- El Centro Internacional Miranda y los intelectuales revolucionarios están en el eje de la construcción de la nueva subjetividad, de una nueva hegemonía, eso lo hemos entendido desde un comienzo. Y ese fue el espiritu de la reunión del 2 y 3 de junio en Caracas. Es decir, como buscar construir desde el pensamiento crítico para avanzar en procesos concretos. El CIM ha sido el espacio de encuentro de la intelectualidad latinoamericana y mundial, en tres años nos han visitado más de seiscientos intelectuales de todo el mundo, que han venido a construir de manera compartida un discurso. A su vez hemos tenido una participación decisiva en muchos de los foros y actividades, que se están realizando en los países que han iniciado una camino de transformación. La relación por ejemplo con los intelectuales socialistas de los EE.UU., para nosotros ha tenido una prioridad especial. Mantenemos permanente contacto con Noam Chomsky. Una de nuestras investigadores, Eva Golinger, está trabajando con Noam Chomsky en proyectos comunes. Para nosotros es muy importante la relación de la intelectualidad de todas partes del mundo, en esta idea colectiva de animarnos juntos en la transformación del mundo. La creación de la nueva subjetividad revolucionaria está en el centro de la actividad del CIM.