SAN FRANCISCO DE PAULA, Cuba, 26 agosto 2009.-El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, dijo el miércoles que todas las restricciones sobre los viajes de estadounidenses a Cuba deberían cesar y que informará al presidente Barack Obama acerca de su misión comercial y cultural a la isla "como ciudadano particular".
Richardson habló con The Associated Press mientras visitaba la antigua casa de Ernest Hemingway al este de La Habana, convertida en museo. Donó al museo la réplica de un teléfono antiguo en nombre del estado de Nuevo México y dijo que todos los estadounidenses deberían poder visitar tales gemas culturales.
"Creo que reforzar los lazos culturales, artísticos y educativos es un preludio a los lazos diplomáticos y comerciales. Siempre pasa así", dijo Richardson.
"Apoyo la idea de reforzar los viajes turísticos para los estadounidenses", agregó el gobernador antes de precisar que tales visitas deben ir más allá de los contactos educativos y culturales conocidos como de "persona a persona", promovidos durante el gobierno del presidente Bill Clinton.
La mayoría de los estadounidenses no pueden visitar la isla -técnicamente, el Departamento del Tesoro estadounidense les prohibe gastar dinero en Cuba- como parte del embargo que Washington le impuso en 1962 para debilitar al gobierno cubano. El gobierno de Obama ha relajado las restricciones de viaje a los cubano-estadounidenses así como el envío de fondos a familiares en Cuba.
Richardson dijo que no estaba en Cuba como representante de Washington y que no traía mensaje alguno del gobierno estadounidense, pero que sí tenía previstas reuniones con altos funcionarios del gobierno cubano, incluso con el canciller Bruno Rodríguez el jueves.
El lunes, el gobernador tuvo un encuentro con Ricardo Alarcón, presidente del parlamento de Cuba. Hasta ahora, todos han planteado el tema del embargo estadounidense y otros aspectos de la política estadounidense, añadió Richardson, sin entrar en detalles.
"Yo no soy un enviado del gobierno (de Obama). No estoy llevando ningún mensaje. Estoy aquí como un gobernador que busca comercio agrícola", insistió.
"Obviamente que planeo someter mis impresiones al gobierno después que termine", dijo. "Lo haré como ciudadano y como gobernador. Ellas son mis impresiones exclusivamente".
Cuando fue congresista federal, en 1996, Richardson ayudó en la puesta en libertad de tres prisioneros políticos cubanos durante conversaciones con el entonces presidente Fidel Castro en La Habana. Cuando fungió como embajador de la ONU en 1997, sostuvo conversaciones sobre terrorismo con el entonces ministro de Relaciones Exteriores cubano, Roberto Robaina.
Durante la campaña presidencial estadounidense el año pasado, Richardson apoyó a Obama en su posición de que estaría abierto a reunirse sin condiciones con el presidente cubano Raúl Castro. El gobernador también se ha opuesto al retiro del embargo estadounidense contra Cuba, pero ha defendido las negociaciones con la isla para promover los derechos humanos.
