2 de octubre de 2009. Al golpista Micheletti no le basta con exiliar al presidente Manuel
Zelaya, darle un golpe de Estado, activar al grupo Cobra, reprimir
manifestaciones, asesinar insurgentes, dictar toques de queda y cerrar
medios de comunicación. Tras el retorno de Zelaya a Honduras ha sacado
debajo de la manga una de las armas pre-letales más novedosas y con
efectos aún insospechados de la represión: el cañón sónico.
¿Armas no-letales o armas pre-letales?
Mediante la noción de “armas no letales” se refieren a aquellas armas
que no cruzan la barrera de la muerte. Concursan en el dolor
igualmente, en la discapacitación, en la agresión pero no en la
aniquilación. Entre todas ellas, las armas acústicas son precisamente
las que más recursos económicos han acaparado en las últimas décadas,
vistos los excelentes resultados obtenidos a base de su aplicación
disciplinada. Infrasonidos, ultrasonidos, sonido dirigido y proyectiles
sonoros, componen la nueva armamentística que aplican desde hace ya
décadas distintos gobiernos; y el gobierno de facto de Micheletti no se
ha quedado atrás.
El LRAD o Aparato Acústico de Largo Alcance (Long Range Acoustic
Device) es capaz de proyectar un espectro de sonido, tiene un alcance
de entre 500 y 1000 metros y produce un rumor de 150 dB. Diseñado por
American Technology Corporation, más de 350 sistemas LRAD han sido
vendidos a unidades de guerra para sus técnicas de PsyOps, pero también
a departamentos policiales y fronterizos y ejércitos de distintas
partes del mundo (Chile y como hemos visto anteriormente, el ejército
de Honduras).
Un disparo de LRAD emite una intensa energía acústica que puede
incapacitar a un grupo grande de personas. No sólo es la desorientación
espacial, es el golpe cerebral instantáneo capaz de hacer saltar el
funcionamiento estándar de éste. Imprime un temblor interno
inmovilizador que produce vómitos, sordera, confusión, tensión nerviosa
y diarrea, hasta locura y sordera definitiva.
El equipo pesa aproximadamente 20 kilos, tiene con 83 cm. de diámetro y
puede emitir el sonido con una apertura de 15 a 30° (altas
frecuencias). Puede emitir tonos dentro del espectro audible de hasta
150-160 DB, muy por encima del umbral del dolor, y puede hacerlo hasta
300-500 metros de distancia, (a esa distancia la presión sonora es
mucho menor, pero muy molesta). El tono que emite es muy desagradable
(muy parecido a los que emiten los detectores de humo o las alarmas
generales de edificios). Emite frecuencias variables, que atacan
distintos órganos del cuerpo, no sólo el oído. Todo depende de cómo se
controlen las ondas acústicas: las de baja frecuencia se dispersan en
todas direcciones, lo que disminuye su eficacia, y las de alta
frecuencia pueden causar sordera permanente o daños cerebrales
irreparables.Desorienta y confunde.
En Israel, el LRAD hace sangrar por la nariz a los palestinos y en Irak
el LRAD reproduce directamente el top ten catastrófico que los propios
soldados gestionan: Metállica, AC/DC, Eminem, y también el siniestro
Barney, el amigo de los niños (el dinosaurio morado). Música infiel a
todo pasto. Los presos liberados de las cárceles de Abu Ghraib o
Guantánamo hablan de conciertos infernales que duraban días.
La tortura sin contacto es la estrategia principal de grupos de
discutible legalidad como la CIA o las OSS. La manipulación sensorial
–encapuchar a un detenido, exposición a un ruido continuo- pero también
la humillación sexual y cultural, es capaz de conseguir en días lo que
la tortura física conseguía en semanas. Se trata de promover el miedo
(fear up) y derrumbar el ego (ego down). Lo importante es no dejar
marca. No dejar huella. Hacer filosofía a martillazos. Hacer la guerra
a martillazos. Es la balística del hip hop importado. No dejar marca.
Los pensadores de la música y los actores del estado comparten teorías.
El arte de los ruidos. El arte de las balas. Teoría de la canción
moderna. Tacto sin contacto. El poder inmaterial de lo sonoro.
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