6 de octubre de 2009.-En una entrevista realizada en el programa Al Momento, transmitido por el canal oficial del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), el presidente del Instituto Nacional de Tierras (INTI), Juan Carlos Loyo, aseguró que Venezuela tiene entre 28 y 30 millones de hectáreas, que conforman una gran superficie con vocación agrícola, pecuaria y forestal.
De esta cantidad, el país posee aproximadamente 2 millones y medio de hectáreas con suelos tipo I, II, III, lo que se traduce en tierras de una riqueza natural invalorable, “más ahora, cuando se habla de los procesos de certificación y todo lo que ha causado el impacto del tema climático y el daño que ha hecho el capitalismo. Conforman un área de recursos para preservar”, afirmó Loyo.
Al respecto, el presidente del INTI constató que gran parte de estas tierras se encuentran en los valles, y dentro de estos se ubica el Valle del Río Turbio, con 6 mil hectáreas pertenecientes al estado Yaracuy y 6 mil hectáreas al estado Lara, para un total de 12 mil hectáreas.
Asimismo, Loyo aseveró que estas tierras estaban totalmente destruidas y se encontraban bajo un proceso de encubrimiento y de engorde para el desarrollo urbano, y se realizó el rescate de 2.400 hectáreas, apegado a la Constitución y a la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (LTDA), con la finalidad de llevar a cabo un proyecto agro-ecológico que incluye la siembra de diferentes rubros como: caraota, frijol chino, maíz y la sanación de acuíferos.
Es de gran importancia destacar que este proceso arrancó el año pasado, cuando se iniciaron las conversaciones. “Un año después encontramos que estas tierras se hallaban en peores condiciones. Ninguna de las personas pudo demostrar la titularidad de ellas, lo que asegura que son tierras de la nación”, indicó Loyo.
El presidente del INTI, destacó: “Un ejemplo de lo referido es el caso de la Finca Bureche, con 97 hectáreas, donde el año pasado sólo se habían sembrado 23 hectáreas de caña de azúcar, y estaban en malas condiciones. Este año únicamente quedaban 5 hectáreas en total abandono; las 8 hectáreas de pasto que había en el lugar continúan allí y son destinadas para alimentar a 5 caballos purasangre. Esto refleja que es la única actividad productiva desarrollada en una de las mejores tierras de la nación, como son éstas”.
De las 2 millones de hectáreas rescatadas por esta entidad, el 80% se encuentra en proceso de producción y el 20% restante está asignado a la estructura de los proyectos denominados Fundos Zamoranos. Este proceso de recuperación es parte de las acciones que se insertan en la lucha contra el latifundio y la necesidad de avanzar en el desarrollo de la seguridad agroalimentaria del país, finalizó Loyo.