Marta Harnecker: “Los docentes tienen que ser educadores populares”

Marta Harnecker

Marta Harnecker

Credito: www.BerlinSur.de

  Coro 6 de Noviembre de 2009. “Se está construyendo una universidad inserta en el pueblo; todo el sistema educacional tiene que estar relacionado con lo que Paulo Freire planteó; los docentes tienen que ser educadores populares, tienen que estar insertos en las realidades y las fuentes de la discusión y del aprendizaje deben partir de la realidad, no quiere decir que los libros no sean importantes ni la ciencia, pero tiene que haber una relación de respuesta al territorio, a la tradición, es decir, aterrizada”, afirmó Marta Harnecker, durante la conferencia denominada “De los Consejos Comunales a las Comunas”, dictada en la ciudad de Coro el pasado 02 de noviembre. 

     La investigadora de las Ciencias Sociales de origen chileno,  disertó sobre la concepción del Socialismo del siglo XXI y el importante papel que tienen los Consejos Comunales en la construcción de este sistema social, político y económico, del cual no puede escapar la función de los docentes en todos sus niveles.  

   En tal sentido, aclaró que el término Socialismo del Siglo XXI fue usado por primera vez en el año 2000 por el sociólogo chileno Tomás Morian, quien le agregó el vocablo “la V vía”, para darle el carácter democrático y diferenciarlo de los errores del socialismo del siglo XX establecido en la extinta Unión Soviética.

   “Socialismo y democracia no son dos cosas separadas. Los hombres y las mujeres son las que construyen el socialismo, pues no se puede decretar desde arriba”, acotó la ponente.

   Citó  al presidente Hugo Chávez, quien expresó que el socialismo debe estar adoptado a cada realidad nacional, y que no puede haber socialismo sin una ética respectiva, caracterizada por el amor, la igualdad y la búsqueda de la felicidad de todos y todas.

    Según Harnecker, el Socialismo no es colectivismo que no respeta las diferencias, ni es uniformarse. La izquierda no quiere un socialismo estatista, en el que se formen empresas con visión capitalista; no desea el totalitarismo, la planificación central burocrática, la mecanización o dictadura de la empresa, el dogmatismo, el ateísmo, ni el partido único.

    “La base del socialismo es que el ser humano es eminentemente social, la vida del hombre es comprensible a través del contacto con otros seres. Queremos el pleno desarrollo de la persona humana mediante la transformación de la realidad, de las circunstancias”, aseguró.

    Por otra parte, la eficiencia económica no se mide por productividad donde se debe producir más en menos tiempo y el trabajador es alienado, en socialismo debe tomarse en cuenta la naturaleza, y promover el desarrollo humano propiciando el crecimiento y la toma de decisiones de las personas, no reducir a seis horas la jornada de trabajo, sino incluir entre las ocho, dos horas de formación y capacitación, para tener la posibilidad de ejercer la dirección de la empresa”.

     Igualmente señaló: “Para mí el socialismo no es posible sin protagonismo popular; por eso Alfredo Maneiro decía que no se trata de darle contenido social a la democracia burguesa, sino transformar la democracia y convertir a los ciudadanos en entes que toman decisiones… Democracia es igual a pluralismo, socialismo es sociedad de trabajadores, donde se respetan las ideas, los valores, la posición de las personas”.

   Al respecto, la investigadora chilena considera que puede haber  control popular si hay transparencia y descentralización. “Es fundamental entender bien la descentralización fomentando la toma de decisiones al descentralizar competencias; esto fortalece al estado nacional cuando cada comunidad tiene la posibilidad de resolver los problemas más sentidos por la gente”.

     Sin embargo –añadió- para fomentar la participación también se debe garantizar espacios para la participación, de allí la importancia de los Consejos Comunales, las mesas de trabajo como las mesas técnicas de agua o de electricidad, ya que el socialismo requiere de un sistema político, integral de delegación de vocería.

     Harnercker manifestó que Venezuela es un país con cultura consumista, capitalista, y sobre todo rentista, por lo que el socialismo sólo puede darse con un profundo proceso de transformación cultural, porque “estamos construyendo un socialismo sin socialistas”.

     “Estamos trabajando con una maquinaria estatal heredada, se puede estatizar empresas estratégicas, crear nuevas instituciones paralelas a la estructura heredada, por ejemplo las misiones; cambiar las reglas del juego al modificar leyes; desde el gobierno se puede impulsar la creación de un nuevo gobierno abajo que vaya creando un nuevo sistema político”, concluyó.  




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