Una última información de Reuters, citando como fuente a un funcionario gubernamental de alto rango, consigna que las autoridades de Haití han sepultado 40.000 personas, y estiman que otras 100.000 podrían estar muertas.
Aramick Louis, secretario de Estado de Seguridad Pública, también dijo que pandillas habían comenzado a tomar las calles y que la mayor preocupación del Gobierno era un posible estallido de violencia generalizada.
Según relata un corresponsal del diario El Mundo de España, el viernes tanques de la ONU comenzaron a desplegarse por Puerto Príncipe donde rodean el palacio presidencial y los edificios públicos.
En medio de temores de que el malestar local y la frustración por el retraso de la asistencia pueda transformarse en violencia, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, dijo el viernes que salvo algunos robos de comida y agua y algunos saqueos menores la situación de seguridad en Haití sigue siendo "bastante buena".
P.J. Crowley, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, comentó que la distribución de asistencia debería mejorar. Sin embargo, el aeropuerto de Puerto Príncipe tiene una capacidad limitada y el puerto aún está inutilizable, según consigna un corresponsal de Asociatted Press
Mientras tanto, el Pentágono informó que la llegada el viernes de su portaaviones nuclear USS Carl Vinson con 19 helicópteros, podría abrir un segundo canal significativo para entregar asistencia.
Según desliza The Washington Post, el verdadero objetivo de la flota norteamericana es rodear a Haití con un anillo de seguridad militar en prevención de los posibles (y previstos) brotes de violencia que amenazan con extenderse a todo el territorio haitiano.
Panorama desolador
En Haití, casi 96 horas después del terremoto, no hay electricidad, no hay agua, no hay medicina, no hay comida, los heridos se desangran sin atención en los hospitales colapsados.
Un taxista haitiano citado por la agencia EFE piensa que "esto se está poniendo peligroso por momentos. La gente ha empezado a robar, no quiero ni imaginar cuál puede ser la situación dentro de un mes".
Andy Gallagher, uno de los corresponsales de la BBC en Puerto
Príncipe, indicó que no se ve en el terreno ningún indicio de que exista un
esfuerzo organizado por coordinar la ayuda.
Gallagher agregó que las voces que se escuchaban entre los escombros ya se han
callado y que la desesperación se extiende entre los haitianos que preguntan
constantemente cuándo los van a socorrer.
De hecho, muchas
personas están intentando desenterrar a los atrapados con sus propias manos ante la escasez de maquinaria para extraer los cadáveres.
Miles de haitianos heridos o sin hogar durmieron en las calles por tercera noche consecutiva y pedían ayuda el viernes, mientras el mundo aceleraba el envío de asistencia para evitar que los sobrevivientes pasen de la desesperación a la ira, señala el corresponsal de El Mundo.
Supervivientes andrajosos elevaban sus brazos a reporteros extranjeros en las calles, rogando por agua y comida, dice el corresponsal de Reuters
"Ríos de personas discurren entre
los escombros que ha dejado el sismo, montañas de basura y caudales de aguas
negras, aunque éstas dos últimas siempre han sido parte del panorama urbano
de Puerto Príncipe", apunta por su parte un corresponsal de la BBC.
"El éxodo discurre por encima de cadáveres. Es incontable la cantidad de cuerpos
que están colocados a la vera de los caminos. Algunos pudorosamente tapados con
mantas. Pero otros ni siquiera pudieron contar con ese detalle póstumo", añade.
Según el corresponsal, los cuerpos fueron extraídos de los escombros por socorristas improvisados y dejados allí, quizá con la esperanza de que alguien pasara a recogerlos. Pero han transcurrido ya tres días y el hedor empieza a hacerse insoportable.
Gobiernos de todas partes del
mundo están enviando suministros de ayuda y equipos médicos tras el terremoto
del martes en la nación caribeña, la más pobre del hemisferio occidental, señala
un corresponsal de Reuters.
Sin embargo, los enormes obstáculos logísticos y la magnitud de la destrucción
impiden que la ayuda llegue a cientos de miles de víctimas, agrega
Según la
agencia AFP, en un
supermercado destruido, decenas de personas registraban los escombros para
intentar alcanzar la comida que quedó enterrada tras el temblor. Justo afuera
del barrio bajo de Cite Soleil, personas desesperadas rodeaban una tubería de
agua rota, empujándose para beber o llenar baldes.
Algunos haitianos desesperados bloquearon el jueves las calles con barricadas
de cadáveres en un sector de Puerto Príncipe para pedir que la ayuda llegue
más rápido, dijeron testigos.
Trabajadores de asistencia comentaron que estaba llegando algo de ayuda a las
personas, pero de forma caótica, y dijeron que se necesita más coordinación de
forma urgente.
"Alguna ayuda está llegando, pero no a muchas personas", dijo Margaret Aguirre,
alta funcionaria del Cuerpo Médico Internacional citada por EFE.
El experto de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) Mark Katz, le dijo a la BBC que hay algunos equipos en el terreno que tienen maquinaria pesada para levantar escombros pero se necesita mucho más.
El testimonio del alto funcionario de Naciones Unidas (la institución madre de la coordinación de ayuda internacional) ilustra por sí sola lo que ya es una realidad: EEUU y las potencias centrales carecen de planes estratégicos para enfrentar las contingencias catastróficas mundiales como la que está sucediendo en Haití, que supera cualquier estimación numérica en la historia de las catástrofes naturales para un solo país.
La Organización Panamericana de la
Salud (OPS) estimó que la cantidad de víctimas fatales podría ser de 50.000 a
100.000, superando cálculos anteriores de la Cruz Roja en Haití que había
indicado hasta 50.000 muertos.
"Varias fuentes están estimando las cifras entre 50.000 y 100.000", dijo a
Reuters Jon Andrus de la OPA, la rama americana de la Organización Mundial de la
Salud.
"Un brote de diarrea podría ser un gran problema y esa es la razón por la que el agua es prioridad", subrayó. Los heridos también son vulnerables al tétano, según Andrus, y la vacunación contra la enfermedad ha sido insuficiente en el empobrecido país.
La ONU hizo este viernes un llamado para recaudar 560.000 millones de dólares (casi 390.108 millones de euros) para ayudar a las víctimas del terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que se produjo el martes en Haití.
Naciones Unidas calcula que el sismo afectó a un tercio de los nueve millones de personas que viven en el
país caribeño y ha destruido un 10 por ciento de los edificios de Puerto
Príncipe, dejando a 500.000 personas sin hogar. Además, muchos se han tenido que
desplazar para huir de la devastación.
La mitad de los fondos solicitados por la ONU se destinarán a ayuda alimentaria
de emergencia y el resto a sanidad, agua, servicios sanitarios, nutrición,
pronta recuperación, educación de emergencia y otras necesidades básicas, según
precisó el Centro de Noticias de la ONU.
Muchos de los supervivientes tienen heridas graves, incluidos graves
traumatismos y miembros machacados, lo cual hace que la ayuda médica sea una de
las necesidades más inmediatas, junto a la ayuda alimentaria, el agua y el
materia de refugio.