29 ene 2010 - El Programa Mundial de Alimentación (PMA) canceló el envío de un gran lote de alimentos para los damnificados en Haití, presuntamente por falta de soldados y de seguridad para distribuir la comida a los miles de afectados que dejó el terremoto del pasado 12 de enero.
El enviado especial de teleSUR en Haití, Reed Linsay, informó que desde tempranas horas de este viernes los haitianos esperaban la ayuda del PMA, pero no llegó por la falta de organización que existe en el país para distribuir los insumos.
Linsay señaló que gran parte de la ayuda que llega a la nación caribeña es coordinada a través del PMA, de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de las tropas estadounidenses, que son las encargadas principalmente de distribuir los alimentos directamente a los haitianos, pese al rechazo de la comunidad internacional.
"Aunque prosigue la ayuda para Haití, hay confusión y los haitianos dicen que la ayuda es poco, no es suficiente, la comunidad tiene frustración con este modelo de ayuda", dijo el periodista.
Asimismo, agregó que en una zona popular de la capital haitiana (Puerto Príncipe) los damnificados no reciben ayuda, "nada de comida y nadie responde por esta situación".
Unas 65 mil personas de esa sector popular convirtieron en refugio un terreno deportivo, para poder sobrevivir a la dura situación que les tocó padecer consecuencia del potente terremoto.
"Les faltan recursos, no tienen carpas, ni trabajo, no tienen que comer", agregó el enviado especial.
"No sabemos quién nos puede dar comida, estamos listos para recibirla, pero quién puede ayudarnos", manifestó un habitante de Puerto Príncipe.
El periodista de teleSUR señaló que uno de los países que está distribuyendo la comida directamente a los damnificados es Venezuela. Las autoridades venezolanas han establecido contacto directo con las comunidades del país caribeño para distribuir la ayuda lo más rápido posible.
Brotes de epidemia
Una gran presencia de médicos cubanos se ha hecho presente en la nación haitiana, tal como se viene realizando desde hace once años.
Desde el potente terremoto de magnitud 7,3, el personal médico cubano creció, junto con algunos haitianos egresados de las escuelas de medicina de la isla. Este personal se encuentra trabajando en tres líneas de la salud: cirugía ortopédica, rehabilitación y principalmente en epidemiología.
Los epidemiólogos cubanos buscan junto con las autoridades haitianas una forma de impedir que se genere una epidemia en la nación, a causa del terremoto y por los campamentos improvisados que carecen de higiene.