La otra lectura

(VIDEO) Perlitas Publicitarias en TV

Caracas, enero 31- El presidente Chávez ha hecho reiterados llamados a que seamos creativos y propagandistas. Y entendemos que se refiere a una publicidad sana, innovadora y convincente, y no a las que vemos en las pantallas de televisión, sobre todo privadas.

Algunos ejemplos

Malta Regional:

Un grupo de jóvenes en una casa están aparentemente celebrando un resultado ó una buena jugada de su equipo, y celebran. Todos tienen en sus manos las botellas de Malta Regional. Luego la acción final se traslada al estadio, donde otros jóvenes también celebran con botellas de Malta Regional.

¿Desde cuándo se puede ingerir bebidas en botellas en los estadios?

En los estadios está prohibido el envase de vidrio debido a que a veces los fanáticos lanzan esas botellas y generan heridos.

La cosa está en que la botella no llama al consumo de malta, sino al de cerveza. 

Divertirse a lo Pepsi:

Bob Abreu está aburrido en la cueva de su equipo y, viendo al alegre público, decide irse a las tribunas. Se disfraza para ello, al igual que Oswaldo Guillén.

Cuando Carlos Zambrano sale al terreno de juego, lo pitan, lo abuchean y Zambrano lanza la pelota hacia el público con tan buena suerte que Guillén la atrapa.

Esa es la diversión. Una diversión con base en un acto anti deportivo, porque que sepamos un lanzador no puede hacer eso.

Es un terrible ejemplo el que tomaron los creativos de Pepsi para vender su veneno. La diversión no puede estar por encima de la ética deportiva.  

A lo Pharmorat

La peluquera comienza a trabajar a las 7 de la mañana, muy alegre y bailadora.

Van pasando las horas, la peluquería se va desocupando y las compañeras de la peluquera terminan de trabajar, pero ella se queda atendiendo a quien llegue, siempre alegre y bailadora.

Si se fijan en el reloj la peluquera ha trabajado más de 12 horas.

¿Y la legislación laboral? ¿Será que no tiene sueldo y gana comisión?

El Pharmorat estimula el ánimo, dicen, pero también la explotación en el trabajo, según su publicidad.

Los hogares de EPA

El niño deja el morral de estudio y agarra el guante de béisbol. Ni siquiera pone su morral en el sitio indicado. Lo deja tirado en la cama.

El hombre llega de trabajar, muy cansado. Suelta el maletín, se sienta en un sofá… y enciende el televisor. No hay ni un saludo a la gente da la casa, partiendo de que vive en familia.

Epa construye hogares idiotizados, por no decir globotizados.O por lo menos eso indica su publicidad.

¿Y la salud mental?

 Tour Novedoso

Dámaso Blanco está comentando el béisbol. Va a publicidad y habla de las librerías “Las Novedades” y de las bondades literarias que ellas contienen. Luego invita a todos a que vayamos a las 37 tiendas de esa red. O sea: que hagamos un tour por todo el país.

Eso podría significar que lo que se vende en una tienda no está en la otra. De ahí la invitación.

El hombre rosadito

El actor colombiano le pregunta a los hombres que están viendo el mensaje si todavía usan champú rosadito (de mujeres, entendemos) y señala ¿Cómo éste?. Acto seguido aparece un joven que va cantando un tema muy famoso y hace movimientos de breakdance con su cabeza. Al lado se paran dos sifrinas y con sus miradas reprobatorias hacen que al chamo le de pena.

Vuelve el colombiano a pantalla a sentenciar que para los varones existe champú Ego. (vaya nombre edificante).

Discriminación y despilfarro es lo mínimo en la cuña. No puede ser que a una persona se le discrimine porque canta lo que le da la gana en su vehículo.

No puede ser que se insinúe que el hombre es afeminado sin saber siquiera si usa champú ó jabón las llaves. Además, el hecho de insinuarlo ya es discriminatorio.

No puede ser que las mujeres tengan como escala de valores para escoger a un hombre, la marca de shampú y tampoco puede ser que un hombre sólo sea hombre por usar “Ego”.

¿Y la Constitución? No sabemos en Colombia, pero en Venezuela está prohibida la discriminación.

Pasa por el Banco de Venezuela.

Los dos narradores tienen facultades extrasensoriales. Están en una caseta de transmisión en un juego de béisbol y de repente ven al joven que está pagando en una tienda. Increíble.

Luego comienza el campeonato de gritos, desdiciendo de la condición profesional que tienen muchos de los narradores y comentaristas deportivos venezolanos. (Al César lo que es del César).

Se gritan el uno al otro, se escupen el uno al otro y están felices de decir que uno debe pasar la tarjeta de débito mil veces por los puntos del Banco de Venezuela.

Chévere. Desarrollemos los poderes paranormales, gritemos con brío y seamos cada vez más consumistas, que en el Banco de Venezuela servimos de corazón, pero no de conciencia. ¿Qué dirán los trabajadores del Banco?

Es indudable que junto a medidas que preservan la Ley en materia televisiva hace falta que Conatel establezca o reactive sus oficinas de vigilancia en cuanto al contenido de los mensajes publicitarios.

La batalla es en todos los frentes. Y sin champú EGO.

Porque por la vía publicitaria también nos lesionan.



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