25 de febrero de 2010.-Para el domingo 28 de febrero del año en curso se ha previsto un acto histórico en Valencia. Entre el Consejo Legislativo de Carabobo y el Concejo Municipal de Valencia se ha organizado una sesión especial en homenaje a los caídos la tarde del 4 de febrero de 1992, hace exactamente 18 años, cuando se produjo el movimiento cívico militar liderado por Hugo Chávez que dio inicio a una nueva etapa de la historia política venezolana.
El acto, organizado conjuntamente con el Partido Socialista Unido de Venezuela-Carabobo, se cumplirá en la zona sur de la ciudad, exactamente en las inmediaciones del Modulo Canaima, lugar donde fueron ajusticiados cuatro estudiantes de la Universidad de Carabobo y un soldado del Ejército venezolano.
La sesión especial tendrá de orador de orden al diputado Saúl Ortega y luego de culminar la primera parte del programa se procederá a develar una estatua en homenaje a los caídos, con la asistencia de los familiares, amigos y del propio pueblo que rendirá honores póstumos a las víctimas.
Sobre los hechos ocurridos ese día en la ciudad, se recuerda al entonces gobernador de Carabobo, Henrique Salas Römer, quien ha sido señalado de ordenar disparar cobardemente, a mansalva, contra las personas presentes en el lugar, aún cuando, para ese momento, habían culminados los actos que dieron origen al alzamiento y el propio Chávez, en un mensaje al país, a la una de la tarde, había reconocido el fracaso del levantamiento cívico-militar.
Para entonces, mientras se producían los hechos, dirigentes de los partidos políticos gobernantes, intentaron escapar del país. Prepararon sus maletas. El miedo, por supuesto, es libre. La valentía que tenían por estar en el poder cambió en sus rostros. Uno de ellos fue Salas Römer quien desapareció del escenario durante varias horas porque tenía intenciones de escapar. Regresó, una vez que se confirmó que el movimiento había fracasado.
A su regreso se envalentonó, dejó el miedo que le sacudía el cuerpo y se dispuso a actuar, ordenando disparar contra quienes estuvieran a favor de la lucha que encabezó para ese día Hugo Chávez.
Mentiras tras mentiras. Una vez más, a través de sus asesores políticos, Salas fijó su postura, pero evadiendo las responsabilidades y acusando a otros, el resto de los funcionarios, por las muertes registradas. No obstante, cuando fue interpelado en la Asamblea Nacional no pudo convencer a los asambleístas. No le creyeron, pese a que acudió como si fuera un inocente niño y dándose golpes de pecho.
Sobre el sangriento caso, para ese entonces la Comisión de Política Interior, Justicia, Derechos Humanos y Garantías Constitucionales se reunió con el fiscal General de la República, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia y el ministro de la Defensa, y pidió su colaboración para el esclarecimiento de los ajusticiamientos.
Como parte de las investigaciones el diputado Tulio Jiménez explicó sobre lo ocurrido, luego de reunirse con Víctor Avendaño, Raúl Segundo Miranda, Cecilio de Jesús Benítez, José David Rodríguez, Anuar Miguel Rodríguez, Wilfredo Bermúdez, Luis Carlos Parra y Adrián Parra, sobrevivientes, además de la periodista del diario “El Carabobeño” Beatriz Rojas, y el fotógrafo César Pérez, quienes estuvieron en los hechos cuando el alzamiento cívico militar donde murieron los estudiantes universitarios: Gilberto José Peña Campos, Ángel Alberto Ruiz, Columba Guadalupe Rivas y José Luis Zerpa Miotta, además del distinguido del Ejército José Depablo.
El diputado Reinaldo García, en esa oportunidad, por su parte, aseguró que con este caso se evidencia que “en Carabobo hay una sociedad de cómplices por lo que solicito radicar el caso puesto que el mismo está levantando muchas escamas”
Recordó que el ajusticiamiento fue cometido, durante ese día, por el efectivo de la Disip Mario Rocco, quien ha tenido tres ratificaciones de auto de detención, asimismo “está metida la mano de Henry López Sisco”.
“Hay elementos suficientes para que se castigue a los que cometieron esos hechos, en las adyacencias del módulo Canaima, estoy seguro que un grupo de personas en Carabobo están tratando de ocultar muchas verdades y de evadir la justicia, pero tenga la certeza que haremos justicia” agregó.
Tulio Jiménez afirmó que sostuvo reuniones con los miembros de la Subcomisión de Justicia “para buscar la fórmula para que este caso se resuelva y se haga justicia, y que la impunidad no siga reinando.
El diputado Juan José Molina quien estuvo al frente de la vicepresidencia de la Comisión investigadora señaló, al referirse a los crímenes cometidos que “el pueblo está ávido de que le den respuesta a hechos tan abominables como este ocurrido en Carabobo. Como representantes de la AN estamos obligados a resolver los planteamientos de personas que piden que les sean resarcidos sus derechos y se reconozca que les violaron sus derechos humanos, y que se castigue a quienes violentaron esas garantías constitucionales”.
TORTURAS Y TIROS DE GRACIA
Wilfredo Bermúdez por otro lado dejó saber que luego que se rindieron fueron objeto de torturas, les dieron palos por la cabeza, la espalda, les pusieron electricidad. Las torturas a las víctimas fueron permanentes, según los testimonios.
El fotógrafo César Pérez consignó una serie de fotografías donde se observa que a algunos de los ejecutados “les dieron tiro de gracia en la frente”.
Aseguró que fue testigo presencial cuando fusilaron al soldado. “Rocco me vio a la cara, se sonrió y ejecutó una ráfaga de FAL, asimismo, ví a Miotta cuando salió y le grité ¡sube los brazos!, yo lo entregué vivo. No entiendo cómo este asesino está libre”. Pidió que se investigue al ex gobernador Salas Römer.
LA INVESTIGACION
El ex gobernador de Carabobo, Henrique Salas Römer, en ocasión de las investigaciones, compareció ante la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional. La muerte de los estudiantes y del soldado se les atribuye a la policía del estado Carabobo que se encontraba en el lugar de los acontecimientos. Recibieron órdenes, no por vía celular, sino a través de los radiostranmisores existentes, aparatos utilizados por el entonces gobernante regional y sus más cercanos funcionarios
Al respecto, Salas Romer, para sacudirse del caso, negó la supuesta responsabilidad en los hechos en los que se le atribuye su participación a través de una comunicación radiofónica.
Indicó, utilizando frases seguramente propuestas por sus asesores, que el acontecimiento –para el momento de su comparecencia-tiene 15 años de distancia, "todavía no ha sido debidamente investigado ni de una parte para establecer responsabilidades por excesos que pudieron haberse cometido después de perpetrado el asalto, y muchos menos que sea investigado la responsabilidad de aquellos que propusieron este encuentro entre fuerzas civiles y militares".
Para evadir responsabilidades, como es costumbre en ese tipo de político de la vieja data, acusó a los subalternos: "Acabo de establecer las dos cosas, no se puede hablar de policía del estado, ni siquiera de la Disip, se tiene que hablar de funcionarios que específicamente pudieran haber perpetrado los delitos de los cuales se les acusa."
De los estudiantes señaló que el caso debe ser investigado y que si hubo personas heridas los responsables deben ser castigados, "pero por otra parte la responsabilidad de haber tomado armería, de haber entrado en acuerdos con elementos de las Fuerzas Armadas incluyendo un Sargento de tropa que está bien identificado, soldados y haberse montado en autobuses de la Universidad de Carabobo en una camioneta modelo pick up, y en otro vehículo, y haber atacado el módulo Canaima constituye una fechoría y un ataque severo contra gente que no tenía que ver con la asonada militar y que ocurre incluso después de que habían cesado las hostilidades", aseveró, como una manera de justificar el ajusticiamiento.
Salas, por supuesto, ha evitado que se le dicte auto de detención. Continuará con sus falsedades. Lo cierto que se espera que las averiguaciones sobre el caso continúen. Que no exista impunidad
Mientras el exgobernador por su lado insistió en que no dio ninguna orden para que se violaran los derechos humanos, específicamente a estudiantes que participaron en esos hechos, entre otras razones porque "en ese momento no había celular y era imposible comunicarse". Y uno se pregunta ¿si acaso no existía para entones comunicación a través de los radios transmisores?
SOLIDARIDAD CON LAS VICTIMAS
En ocasión de la masacre cometida en Valencia, se realizaron en la ciudad una serie de actos con la participación de movimientos estudiantiles y sociales identificados con las luchas revolucionarias, uno de ellos en las inmediaciones de la Universidad de Carabobo.
El vocero de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Julio Fuenmayor, expresó que “hoy recordamos a estos héroes de la patria. Jóvenes que lucharon por la dignidad del país en aquel histórico 4 de febrero”.
Resaltó Fuenmayor que “estos mártires de la Patria acompañaron al comandante Hugo Chávez en esa gesta libertadora que hoy vemos cristalizada con el proceso bolivariano. Hoy los recordamos y resaltamos que nunca serán olvidados”.
Recordó el joven carabobeño que en aquella época, eran gobierno en Carabobo la familia Salas, a quienes responsabilizó de violar todos los derechos humanos del pueblo carabobeño y en particular de estos estudiantes muertos en 1992.
Finalmente hizo un llamado a la juventud venezolana y a los universitarios bolivarianos a continuar la lucha y a no desfallecer en el apoyo a este proceso revolucionario que lidera el presidente de la República, Hugo Chávez.