Chonchocoro, Bolivia, marzo 15 - El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, descubrió el lunes que el ex dictador, Luis García Meza (1980-1981), gozaba de muchos privilegios en la cárcel de Chonchocoro, donde se encuentra recluido desde 1995, y decidió suspender todas esas prerrogativas para que sea sometido a un régimen similar al de todos los reos de ese penal de alta seguridad.
"Hemos encontrado que no se trata de una celda, sino de un departamento con muchas comodidades, ya que tiene un parrillero, un gimnasio bien equipado, teléfono privado y sauna", denunció la autoridad a la conclusión de una requisa.
El Ministro de Gobierno decidió encabezar personalmente la requisa después de una denuncia de hechos de violencia que se habrían producido la noche del domingo en ese penal que se encuentra a 24 kilómetos de La Paz.
Sacha Llorenti dijo que quedó conmocionado por los privilegios del ex dictador al que habían asignado una especie de "garzonier", en el que estaba cumpliendo su condena de 30 años de cárcel sin derecho a indulto por el sangriento golpe militar de 1980.
"Hemos tomado determinaciones, entre esas, es que Luis García Meza, tendrá las mismas condiciones de reclusión como cualquier privado de libertad", insistió en una conferencia de prensa.
Sacha Llorenti se mostró extrañado porque le informaron que "nunca antes se había requisado las celdas donde está recluido García Meza".
El Ministro de Gobierno invitó a los Fiscales Milton Mendoza, Eduardo Morales y Mirna Arancibia, que investigan la desaparición forzosa de varios líderes políticos y sindicales para que participen de la requisa y reciban toda la información respecto a este tema, que se podría encontrar en esas celdas.
Dijo que los fiscales podrán realizar similar procedimiento en la celda del ex ministro del Interior de esa dictadura y hombre fuerte de García Meza, Luis Arce Gómez, deportado en julio del 2009 de Estados Unidos y encarcelado en ese reclusorio.
Las autoridades aseguraron que no permitirán que Arce Gómez goce de los mismos privilegios de Luis García Meza, que encabezó el golpe militar de julio de 1980.
Aunque aclararon que la determinación asumida, de suprimir esos privilegios, "no quiere decir que se restringirán sus derechos".