02 de junio 2010.-La prensa israelí suele ser una plataforma de difusión de la doctrina sionista. Pero después del ataque a la Flotilla de la libertad los titulares son claros. La mayoría señala a Ehud Barak, el ministro de Defensa, como el máximo responsable del asesinato de los activistas de la Flotilla de la Libertad.
“Siete idiotas en el Gobierno”, “¿Dónde tenía la cabeza?”, “Puño de fuerza”, “Los desaguisados como método de acción”, “Completa estupidez”, “Liderazgo de tontos”, “El precio de una política deficiente” o “Fiasco en alta mar”, son algunos de los muchos artículos de opinión y editoriales que critican con una fuerza inusual al ejecutivo de Benjamin Netanyahu y a sus ministros.
Ben Dror Yamini, del diario Maariv, dice en su artículo “Un liderazgo de tontos” que, si bien es cierto que los líderes cometen errores, “hay que diferenciar entre cometer errores lisa y llanamente y cometer errores cuando el resultado es previsible de antemano. Si este es el liderazgo israelí estos días, no creo que ningún israelí pueda dormir tranquilo”
“Casi todo lo que hacemos en los últimos años sufre de alguna deficiencia, de falta de inteligencia… para incurrir en la negligencia“, escribe la columnista Sima Kadmon en su artículo diario en el Yediot Aharonot, el de mayor tirada y afín al Gobierno.
Por su parte, con no poco cinismo, su colega de redacción Amnon Abramovich recuerda que “cada vez que toca algo relacionado con el Ejército y la seguridad, el primer ministro tiene mala suerte, sufre mal de ojo o es víctima de algún maleficio [...] Pero hay un momento en el que la mala suerte se convierte en metodología. En un cierto momento la masa crítica de tantos casos de mala suerte se convierte en una cualidad básica de la persona“.
Otro influyente columnista, Sver Ploztker, del Yediot, exige la dimisión del Ministro de Defensa: “Lo único que importa es que Barak ha fracasado y debe dimitir“, exige.
El periodista Eitan Haber, ex jefe de gabinete del asesinado primer ministro Isaac Rabin, asegura que el problema que representaba la flotilla para Israel “se podía haber resuelto de forma pacífica”, pero nuevamente Israel se dejó llevar por la creencia de que “en la fuerza está la solución”. “Nos creemos más grandes que nadie porque hemos bombardeado reactores nucleares (Irak en 1981, Siria en 2007), entrado disfrazados de mujer en los dormitorios de grandes terroristas en Beirut y Entebe”, comenta.
Haaretz es el más crítico. En su editorial principal, el diario dice: “La negligencia de los que toman las decisiones es una amenaza para la seguridad de Israel y su estatus global. Alguien debe ser señalado como el responsable de este error. No hay manera de convencer a los israelíes y sus aliados en el mundo de que Israel se arrepiente de la confrontación, sus resultados y de que aprende de sus errores”.
“Mientras se preparaba la operación estaba cada vez más claro de que todo iba a terminar mal. Al fin y al cabo, las tropashan sido entreadas por siete idiotas y sus subordinados. Gente que no puede ver más allá de sus narices“, dice Yossi Sharid.