07 de nov. 2010.-El Papa Benedicto XVI continuó hoy con su papel en su visita a Barcelona. Si ayer en Santiago criticaba el laicismo del Gobierno hoy se ha dedicado a demonizar el matrimonio gay y el aborto.
Durante su paseo por Barcelona no se ha visto la multitud que desde la iglesia se presumía que iba a recibir al pontífice. Sí se ha visto a decenas de parejas de gays y lesbianas que han protestado besándose públicamente frente al pontífice.
"La Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar", dijo el Papa durante la misa de consagración de la iglesia de la Sagrada Familia, que lleva 128 años en construcción.
Agregó: "El amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural".
La legalización del aborto y el matrimonio homosexual han avivado las tensiones con el Vaticano, aunque el Gobierno restó importancia a las fricciones durante la visita. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, promovió la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo, que también pueden adoptar.
Visita del Papa a Barcelona
El Papa salió del palacio episcopal de Barcelona, después del recibimiento de Montilla , a las nueve y diez de la mañana y se ha dirige en papamóvil hacia la Sagrada Familia entre vítores y saludos del no tan numeroso público que se ha concentrado en las inmediaciones de la Plaza de la Catedral. Mientras algunas calles estaban altamente concurridas de fieles, otras estaban escasas de público seguidor.
Decenas de personas se han congregado desde antes de las 08:00 horas en los aledaños de la plaza de la Catedral, por detrás del amplio cordón de seguridad desplegado, en donde se han visto escenas de grupos de jóvenes.
El Papamóvil ha salido del palacio episcopal, escoltado por un pasillo de la Guardia Urbana y los Mossos d' Esquadra con uniforme de gala, y recorrerá la Via Laietana, Diputació y Marina, desde donde se dirigirá hasta la calle Provença y rodeará el Templo para acceder a la Sagrada Familia por la entrada de la calle Mallorca.
Un centenar de homosexuales se besan mientras pasaba el papamovil
Allí, lo han recibido los Reyes, con quienes el Papa mantendrá un encuentro antes del inicio de la ceremonia, que será seguida por 6.500 invitados desde el interior de la Sagrada Familia y unas 36.000 personas en el recinto acordonado del exterior, más las miles de personas que se espera estén en los alrededores.
Posteriormente, el Papa rezará el Ángelus desde la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia y volverá en el papamóvil hasta el Arzobispado, donde mantendrá un almuerzo privado con más de un centenar de obispos, arzobispos y cardenales.
Tras esta comida, el Papa tiene previsto desplazarse a las 16,45 horas en coche cerrado a visitar la obra benéfico-social Nen Déu, que asiste a niños con síndrome de down, en la que bendecirá la primera piedra de una nueva residencia. En el colegio, a falta de una hora les medidas de seguridad son enormes y afectan incluso los padres de los niños que no han podido acceder al recinto. Llama la atención el altar que utilizará BenedictoXVI, con un trono propio de un rey del siglo XVIII, en medio de un barrio humilde, con edificios mal pintados y un enjambre de antenas, informa Lea del Pozo.
Los Reyes, con el Papa
Los Reyes se han reunido con el Papa en la sala del Museo de la Sagrada Familia en torno a las 9:30 horas, poco después de la llegada del Pontífice a este templo, en la segunda y última jornada de su visita apostólica a España.
Benedicto XVI ha saludado a Don Juan Carlos y Doña Sofía en el interior del templo, donde ha acudido en el "papamóvil" desde el palacio arzobispal de Barcelona, y tiene previsto hacer entrega al Rey del libro "Summorum Romanorum Pontificum historia nomismatibus", del italiano Giancarlo Altieri, sobre la historia de los papas a través de las medallas pontificias.
Por su parte, Don Juan Carlos obsequiará al Pontífice con una edición especial facsímil del Códice Áureo del siglo XI, uno de los más singulares de la época carolingia, que contiene los cuatro evangelios decorados con miniaturas y se conserva en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial desde el siglo XVI.
Tras su encuentro con los Reyes, el Papa oficiará la misa solemne de dedicación a Dios del templo y del altar de la Sagrada Familia, a la que asistirán los Reyes y el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en representación del Gobierno.
El laicismo agresivo de Benedicto
El Papa Benedicto XVI, en su segunda visita a España desde que fue elegido, recibió críticas desde algunos medios por las declaraciones que hizo a los periodistas durante su vuelo el sábado, cuando dijo que el país estaba atravesando un período de "laicismo agresivo como se vio en la década de los años 30".
El Gobierno no reaccionó a las declaraciones, pero algunos críticos cuestionaron la comparación del descenso de religiosidad - sólo el 15 por ciento de los españoles que afirman ser católicos acuden regularmente a la iglesia - con el movimiento anticlerical de los tiempos de la Segunda República.
"El Estado financia actividades católicas con no menos de 6.000 millones de euros cada año""El Estado financia actividades católicas con no menos de 6.000 millones de euros cada año (colegios, clases de religión, reconstrución de templos, salarios de obispos). ¿Es eso laicismo agresivo o anticlericalismo amenazador?", escribió Juan G. Bedoya en un análisis publicado el domingo en el diario El País.
El Papa pidió una "reevangelización" de España, país de origen de algunos de los católicos más influyentes de la historia, como el fundador de la orden de los Jesuitas Ignacio de Loyola.
La historia de España ha estado intensamente vinculada con la Iglesia, desde la expulsión de los musulmanes y los judíos por parte de los Reyes Católicos en el siglo XV, hasta las conversiones obligatorias a través de la Inquisición, o con la financiación de la evangelización del "Nuevo Mundo".
Antes de volar a Barcelona