Debate en el CIM

(VIDEOS) Ponencia de Víctor Álvarez: “Debate hacia la transformación universitaria, graduados para emprenderlo”

3 de marzo de 2011.- La transformación universitaria tiene que sintonizarse justamente con la transformación del modelo capitalista rentista en un nuevo modelo productivo que libere a la sociedad venezolana de los flagelos del desempleo, de la pobreza, de la exclusión social; entonces, he allí una de las grandes líneas a las cuales debe responder ese proceso de transformación universitaria.

Venezuela tiene una densidad empresarial por cada mil habitantes de 0.3 establecimientos manufactureros; Colombia tiene por cada mil habitantes 1.2 establecimientos manufactureros; México tiene 1.7 establecimientos manufactureros, y me refiero a aquellos establecimientos donde se transforma materias primas, insumos industriales en productos de mayor valor agregado, en productos de consumo final que necesitamos para satisfacer las necesidades básicas de alimentación, calzado, vestido y medicina y que es muy importante la construcción y el desarrollo de una base productiva que nos dé soberanía y que asegure que esas necesidades claves para cualquier personas puedan ser satisfechas.

Si estuviéramos aquí y no solo las empresas manufactureras sino las empresas comerciales, financieras, de telecomunicaciones, según los datos de las empresas que declaran Impuestos Sobre La Renta y las empresas activas que cotizan al Seguro Social, tenemos 400.000 empresas, cifra muy superior a los 7.800 establecimientos industriales que tenemos. Si hacemos un cálculo de un indicador de densidad tendríamos 1.4 empresas por mil habitantes, cifra muy inferior a la que tienen los países anteriormente nombrados para solamente establecer un análisis comparativos con ellos y no compararlos con Francia, Alemania, Japón o Corea del Sur, donde la densidad empresarial es mayor ¿Por qué planteo esto?, porque uno de los grandes retos que tiene planteado este proceso de transformar la universidad tiene que ver con el desarrollo del espíritu emprendedor del egresado universitario.

Tenemos un sistema de educación universitaria que gradúa gente que una vez que tiene el diploma sale a buscar trabajo, o sea, el mapa mental que gobierna al egresado y a la propia universidad es la formación de empleado más no de emprendedores y entonces tenemos que con esta atrofia en el aparato productivo son muy pocas las empresas que pueden generar puestos de trabajo estables y bien remunerado para la gente.
Entonces, si uno de los grandes retos que tiene planteado la transformación del capitalismo rentístico en un nuevo modelo productivo es justamente erradicar las causas del desempleo por la causalidad y el impacto que tiene sobre la pobreza y la exclusión, empieza a quedar claro que uno de los propósitos de esta transformación tiene que estar orientado en el desarrollo de esas potencialidades emprendedoras que cada venezolano y venezolana tiene en mayor o menor medida, por eso puse como título a este aporte “Debate hacia la transformación universitaria, graduados para emprenderlo”, y esa es la línea que desarrollaré.

La transformación universitaria debe responder, entonces, a los mandatos constitucionales para impulsar la democracia participativa y protagónica en la dimensión económica y productiva, entendiendo que el proceso democrático no es solamente político sino que tiene que darse también en otras esferas y dimensiones de la vida social, entre ellas, lo que tiene que ver con la actividad económica y productiva, y además con los lineamientos generales plasmados en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, primer Plan Socialista de la Nación.
Romper la inercia, ir más allá de simples reformas cosméticas implica cuestionar las teorías económicas neoliberales que todavía predominan en los programas de estudio, particularmente en los de Economía. Uno revisa los programas de estudio y encuentra que esa es la lógica que marca, que sella el perfil de ese egresado.
Pero no solamente en los programas de Economía, cuando uno ve que un médico se gradúa en nuestras universidades y sale a montar un consultorio privado con la mentalidad de enriquecerse a partir de la práctica y del ejercicio de la Medicina. O un abogado que sale con la idea de montar un bufete o un ingeniero que sale con la idea de montar una constructora y en poco tiempo hacerse rico, no habrá pasado por la escuela de Economía y no habrá sido formado a la luz de estos programas, pero al final de cuentas es un reproductor justamente de ese sistema generador de desempleo, de pobreza, de exclusión, que es la gran transformación que el país está planteando.

Esos enfoques predominantes, en todo caso, rinden culto al comportamiento egoísta y a la competencia de todos contra todos que caracteriza la sociedad capitalista, tras la falsa creencia que así todos se desarrollarán y progresarán. Semejantes teorías le atribuyen a la competencia y no a la solidaridad y a la cooperación, la fuerza motriz del desarrollo económico y social.

Es la ideología neoliberal que considera al egoísmo, a la competencia y al deseo de vencer como expresión de la verdadera esencia del ser humano. Según este enfoque, cualquier comportamiento diferente a ese egoísmo y afán de lucro, como sería por ejemplo la solidaridad y la cooperación, es considerado absurdo y hasta contrario a la naturaleza humana, por eso no consiguen otra manera de organizar la actividad productiva y económica que no sea en torno al afán de lucro, de la maximización de la ganancia y la rentabilidad del capital; ese es el mapa mental que todavía implanta la mayoría de las universidades a los egresados universitarios.
Obviamente, esta es una ideología contraria al socialismo, pero es superable a partir de la difusión y adopción de una ética socialista y de nuevos contenidos programáticos guiados por nuevos valores que orienten la noción del egresado, de allí la necesidad de repensar el perfil del egresado para que sea portador de los principios de solidaridad, colaboración, complementación, reciprocidad, equidad y sustentabilidad que deben gobernar el nuevo modelo productivo socialista y comunal que en la República Bolivariana de Venezuela se aspira a construir como una de las grandes transformaciones.

A qué debe responder esa transformación universitaria

Algunas ideas sobre los elementos que articulan el rol de la universidad con el desarrollo local, regional y nacional:
La articulación de la universidad con el desarrollo local debe ser un objetivo básico de la universidad productiva, de allí la importancia y el papel del emprendedor universitario en la identificación de las vocaciones y las necesidades de la comunidad, la organización y desarrollo de las potencialidades económicas y productivas, así como el abordaje inteligente y la resolución eficaz de las tensiones y conflictos que se generan en el periodo de transición de una lógica que podía estar muy centrada en el individualismo y en el afán de lucro personal hacia otra lógica basada en la solidaridad y el interés colectivo.

El estímulo de ese espíritu emprendedor del egresado universitario debe estar dirigido a confrontar la lógica explotadora y depredadora del capital, a través del impulso de nuevos proyectos productivos que respondan a las aspiraciones de los trabajadores y la comunidad, cuya finalidad sea la prosperidad social, el fin de la pobreza y la miseria, la preservación de la naturaleza, elevación del nivel de vida y, por supuesto, la autorrealización de las amplias mayorías, el desarrollo humano integral.

Esta orientación permitirá formar a los emprendedores socialistas en función de resolver problemas concretos de la comunidad, inventando e innovando soluciones originales acordes con las características concretas de la comunidad, en lugar de rebuscar y pretender extrapolar o aplicar mecánicamente recetarios extraídos de libros escritos para sociedades capitalistas o para entornos con problemas y desafíos muy diferentes a los que tenemos nosotros y a los que tiene esta transición de una economía capitalista a una economía socialista.
Es así como la nueva universidad contribuirá a la transformación de la economía capitalista a un nuevo modelo productivo socialista que haga posible la apropiación y reapropiación colectiva de la riqueza producida por el conjunto de la sociedad, la cual está llamada a participar de forma activa y protagónica en la transformación de esas viejas relaciones de explotación y exclusión para desarrollar otras nuevas relaciones de inclusión sobre la base de los principios antes planteados.

Parámetros para el desarrollo de la educación universitaria

De cara a la transformación productiva, que es el eje de la reflexión que expongo, el desarrollo de una educación universitaria con calidad y pertinencia pasa por la formación de ese egresado con capacidad para diseñar nuevas formas, no solo de producción sino también de distribución y comercialización en función del interés colectivo.
Esto exige no solamente calidad académica sino claridad conceptual, política e ideológica para poder encarar estos problemas. Requiere en consecuencia una formación diferente a la de las escuelas de Economía tradicionales, pues el egresado debe ser consciente de la diferencia entre los problemas comunitarios y sociales que debe afrontar y superar en comparación con lo que es la agenda de prioridades que ocupa la atención del emprendedor con un perfil más bien de naturaleza capitalista.

El egresado de la nueva universidad debe ser formado para que su principal inspiración y motivación sea el necesario compromiso con el pueblo al que debe servir, en lugar de reproducir los valores egoístas del viejo modo capitalista de producción, que es justamente el que queremos transformar. De allí, entonces, que la transformación universitaria en este plano debe apuntar a apoyar la transformación de ese capitalismo rentístico en un nuevo modelo productivo socialista.

El desarrollo de la universidad productiva debe tener como eje orientador la construcción de ese nuevo modelo productivo de amplia y creciente participación popular, un modelo productivo que esté en manos de los trabajadores directos y de la comunidad. La universidad productiva está llamada a ser también una gran promotora de ese modelo económico; en consecuencia, los enfoques para el desarrollo de la universidad deben estar orientados a desarrollar distintas formas de propiedad social, que incluyan pero trasciendan la clásica, pero cada vez más agotada propiedad estatal, es decir, Venezuela se plantea la construcción del socialismo venezolano, el Socialismo del siglo XXI.

Pero una de las grandes críticas que de esta construcción se le hacen al Socialismo del siglo XX fue justamente la exagerada presencia de la propiedad estatal sobre todos los medios de producción, distribución y comercialización, donde desde una tintorería, una bodega, un taller mecánico, una gran siderúrgica, una cadena hotelera, todo era del Estado y ya sabemos como ese absolutismo estatal sirvió de fermento para que poderosísimas élites burocráticas que secuestraron la propiedad pública, secuestraron la propiedad estatal y la administraron como si se tratara de una propiedad privada y lograron apropiarse de una parte importante del plus valor social, a partir de todas las prebendas y de todos los privilegios que lograron poner a su favor. En consecuencia, se trata aquí de desarrollar nuevas y diferentes formas de propiedad social que se traduzcan en un nuevo empoderamiento de los trabajadores directos y de la comunidad.

En consecuencia, este enfoque tiene que estar planteado también en el desarrollo y la concreción de los mandatos que están en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La transformación universitaria debe contribuir a desarrollar plenamente los mandatos de nuestra Constitución e igualmente a concretar las grandes orientaciones, las grandes líneas de los planes de desarrollo nacional, particularmente del Proyecto Nacional Simón Bolívar que es el Primer Plan Socialista de la Nación y de todo el marco legal que se ha ido aprobando a la luz de esos mandatos, particularmente los que tienen que ver con el desarrollo de los consejos comunales, del poder comunal, de los consejos de fábrica y del poder obrero.
La universidad productiva

Con base en los mandatos de los artículos 3 y 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que plantean la garantía de la educación y el trabajo como bases para alcanzar el ejercicio de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y el bienestar del pueblo; la nueva universidad tiene que plantearse, desde mi perspectiva:

1. Impulsar la transformación del capitalismo rentístico en un nuevo modelo productivo socialista en manos de los trabajadores directos y de la comunidad, asumiendo la capacitación técnico productivo, así como también el desarrollo de ese espíritu emprendedor en la formación sociopolítica y la educación como los medios más eficaces para lograr ese objetivo.

2. Priorizar el interés del trabajo por encima del interés del capital, favoreciendo la elaboración de políticas y estrategias que apoyen la vinculación universidad-comunidad, ya no solamente aquella vinculación universidad-empresa de la que siempre hablamos, sino ahora universidad-comunidad a través de la organización, capacitación, formación y educación de los trabajadores y miembros de la comunidad para que asuman el control directo, sin mediaciones burocráticas de ningún tipo, de los procesos de producción, distribución y comercialización de los bienes y servicios imprescindibles para satisfacer lo que son las necesidades básicas y esenciales de la gente.

3. Contribuir con el desarrollo del espíritu emprendedor y del potencial creativo para acompañar el desarrollo humano integral de todas las personas en la construcción de una sociedad democrática, basada en la ética del trabajo y en la participación activa y protagónica del pueblo trabajador. Una cosa es formar capitalistas y otra cosa muy distinta es formar empresarios comprometidos con su comunidad y el pueblo, que promuevan la propiedad social y comunitaria como expresión de las nuevas relaciones sociales de producción, por eso es necesario que en esta transformación se diferencia el emprendedor socialista del empresario capitalista, se diferencia la empresa de propiedad social promovida por la propia universidad de las empresas de propiedad privada, incluso de muchas cooperativas que terminan operando con la lógica de las empresas privadas y analizar por supuesto la vocación económica y las necesidades de la comunidad para identificar posibles proyectos productivos hacia los cuales orientar la contribución que la universidad pueda dar.

Respondiendo la pregunta que planteaba la Ministra: la conexión de la transformación universitaria con la conexión de esa gran transformación que vive el país, apunta por ahí y tenemos que procurar que el egresado universitario salga a crear esas nuevas empresas que son expresión de esas nuevas formas de propiedad social, porque de lo contrario seguiremos con una estructura del trabajo como la que tenemos ahora, que es uno de los elementos que termina atizando y acentuando las expresiones inflacionarias.

Si uno analiza la población económicamente activa de Venezuela, se da cuenta que buena parte de los venezolanos trabajan en el sector público, en alcaldías, gobernaciones y ministerios y tenemos cada vez un número creciente de venezolanos que están allí en ese sector, que todos los 15 y último cobran un sueldo y se van al mercado a demandar en bienes y servicios. Entonces, ese es un tipo de remuneración que resulta altamente inflacionaria, porque rompe un equilibrio elemental básico que debe haber en la economía, que es el equilibrio entre el mercado monetario y el mercado de bienes socialistas, entonces, cuando se le inyecta mucha plata a la economía en sueldos y salarios y estos van teniendo un respaldo o un correlato en el aumento de la remuneración que termina siendo muy inflacionaria y es uno de los fenómenos que el Gobierno Bolivariano no ha podido conjurar.

Distinto sería si tuviéramos buena parte de la población trabajando en empresas productivas, comunitarias y que son propiedad de los trabajadores, generando una abundante oferta de bienes y servicios para satisfacer esas necesidades básicas y, sobre todo, asegurando que los excedentes que se generen en esas empresas de propiedad social no serán distribuidos como ganancia capitalista sino que serán invertidos como ganancia social, en función de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y en el entorno comunitario, ese es uno de los grandes retos que tiene planteado la transformación universitaria.

















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