(16.03.11).- Con la sentencia de la necesidad de convertir a las universidades del país en centros de investigación y producción de conocimientos, y de acabar en “algunas casas de estudios”, en franca alusión a las autónomas, con el sistema de filtros en el que se juzga a los estudiantes según su posición económica, el profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Brito, dio continuidad, este miércoles, al ciclo de “Debate hacia la transformación universitaria”, que se realiza cada semana en el Centro Internacional Miranda (CIM), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.
“La principal función de todas las universidades en el país es la investigación o producción de conocimientos, por lo que las academias deben invertir las proporciones que consumen en el área de la docencia y la investigación, ya que en la actualidad destinan para la primera un 30 por ciento del presupuesto, y para la investigación sólo un cuatro (4) por ciento…esto debe cambiar radicalmente”, señaló.
Brito hizo hincapié en transformar la docencia en el país, por una que “no se encargue de repetir al caletre una misma lección año tras año para que unos alumnos la copien a mano…La universidad tiene que ser un centro de investigación”.
Dijo notar, con gran entusiasmo, el crecimiento en la matrícula universitaria en los últimos 11 años de Revolución Bolivariana, por lo que sugirió la necesidad de modificar los procesos de ingreso al subsistema universitario, de realizar promedios ponderados en función del conjunto de notas, entre otras aristas.
Mientras que Edgar Figuera, director del Centro de Estudios Sociales y Culturales de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), en su ponencia “Crisis del Futuro” destacó la importancia del papel de la universidad, no solo como institución, sino por lo que hace y demanda la sociedad; por lo que -señaló- la historia, las condiciones objetivas del contexto y la cultura actual están imponiéndole a la universidad que tiene que transformarse.
- Todo el sistema educativo tiene que adecuarse y transformarse para lograr que socialmente ese deseo de tener un hombre nuevo sea realidad; y eso supone revisarse internamente en cada una de las casas de estudios. Eso no genera consenso, ni siquiera en los calmados países nórdicos; porque cuando se toca el tema educativo se desatan los demonios porque existen intereses personales, grupales, sociales (…). Todo el sistema educativo está marcado por una elección, la de un proyecto hombre-sociedad, y por eso se votó en la Carta Magna venezolana.
Figuera subrayó, sobre el ingreso a las universidades, que cualquier obstáculo administrativo que se imponga entre un bachiller que tiene su título y el ingreso a cualquier casa de estudio es la violación a esa garantía del derecho constitucional.
- No es posible transformar la universidad sin transformar la sociedad, no es posible…porque la sociedad le va a pasar por encima. Por eso hay un mandato histórico para que la universidad no muera y se transforme porque es una institución que le concierne a todos. La sociedad se priva por financiar ese espacio privilegiado (la universidad) para que nosotros pensemos y produzcamos conocimientos para que la sociedad en crisis apunte hacia las casas de estudios y pueda solventar sus problemas más cotidianos y construir las viabilidades de un país que tenga una certeza de lo que va a venir.
Entretanto, el aporte a la temática de la transformación universitaria del ponente Oliver Rivas, auxiliar docente de la UBV, desde el punto de vista teórico fue el relacionar el modelo educativo con el de sociedad que existe actualmente y con el modelo de sociedad que el Gobierno Bolivariano está impulsando, pues “entiendo que éste no es algo aislado sino que está relacionado con la manera en que vivimos y con la que producimos”, relación que se lograría asociándolos entre sí, “pero en especial con el capitalista y sus valores”.
- Mientras no caractericemos la educación no sabremos a qué intereses responde, pero si la caracterizamos la ubicamos al servicio de unos intereses y a una clase dominante concreta. Esto al igual nos podría dar pistas de porqué vías podremos transformar la educación y al servicio de quién tiene que estar esa otra educación, porque si no, son cambios en abstracto, invisibles.
Asimismo, se refirió a la experiencia obtenida en la UBV con el Congreso Fundacional del Frente Popular Universitario, al considerar que es una herramienta para poder acumular fuerzas de cara a las luchas que quedan, y sobretodo a la coyuntura “que viene imponiéndose como una agenda política desde los centros del poder mundial (…). Estamos trabajando para mantener la articulación y construir agendas concretas entendiendo que son procesos muy complejos pero pasa por construir un confianza política entre la gente que se une al Frente como sectores organizados…es la única vía”.