17 de agosto 2011.-Activistas de los derechos de homosexuales y transexuales de España convocarán una “besada” para este jueves en protesta por la visita a Madrid del papa Benedicto XVI, que liderará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Los manifestantes rechazan las “condenas moralistas sobre la sexualidad” por parte de la Iglesia Católica.
El "flashmob" como fue llamada la protesta ha sido convocada a través de la red social Facebook por miembros de la Asamblea Transmaricabollo de Sol, un grupo creado durante las protestas de los "Indignados" del movimiento 15M.
Esta asamblea “busca reivindicar los derechos de homosexuales y transexuales”, expresó el portavoz de Transmaricabollo de Sol, Jaime del Val.
El activista señaló que la “besada” es contra “el fundamentalismo de la Iglesia católica” y sigue a la manifestación que organizaron el 7 de noviembre pasado en Barcelona (noreste) colectivos homosexuales durante el paso de Benedicto XVI por las calles de esa ciudad.
Entre tanto, Juan Antonio Férriz coordinador de asuntos religiosos de España manifestó que “esta visita es un ejemplo de lo lejos que está la jerarquía de su propio Dios".
"Así no queremos que venga Benedicto XVI", coincidieron Evaristo Villar, portavoz de Redes Cristianas, que agrupa a 150 organizaciones de curas seglares, laicos y religiosos, y el Foro de Curas de Madrid, que reúne a 120 sacerdotes de otras tantas parroquias.
Ambas entidades criticaron el alto coste de la visita del Pontífice y lamentaron la alianza entre la Iglesia y el poder económico, por lo que decidieron apoyar la protesta.
El acto se realizará en la tarde de este jueves en el centro de Madrid, por donde está previsto que la máxima autoridad de la Iglesia católica pase para llegar a la plaza de Cibeles, lugar en que se prevé se celebre un acto de bienvenida.
La protesta, tachada de “inoportuna e irresponsable” por los organizadores de la jornada y la jerarquía católica, ha sido autorizada por el Gobierno español.
"Es nuestra obligación garantizar el derecho a manifestarse", argumentó este martes el ministro español de Fomento, José Blanco.
Blanco, quien es católico declarado, consideró que era necesario autorizar el itinerario para "dar satisfacción a todos".
Ante la postura del Gobierno de España, los organizadores y la jerarquía católica han criticado la autorización de la protesta. Hacen responsable al Ejecutivo de posibles incidentes.
La JMJ comenzó este martes en Madrid y se prolongará hasta el próximo domingo, día en que también Benedicto XVI concluirá su visita a la capital española. Durante estos días se espera en la ciudad a más de un millón de personas de todas partes del mundo.