15/10/11.-“Porque queremos recuperar la democracia”, “porque un sistema injusto no se sostiene”, “porque siempre pagan los mismos”... Los lemas de los 'indignados' se unieron este sábado en una protesta global en la que se vieron implicadas 951 ciudades en 82 países, que hicieron suya la manifestación que nació hace cinco meses en la Puerta del Sol de Madrid, la capital española.
¿Qué es lo que les empuja a salir?
“Tras la crisis financiera hemos visto un rescate masivo de la banca utilizando el dinero del contribuyente. Y lógicamente eso irrita a los contribuyentes, que piensan que no es justo que los beneficios que tienen los bancos sean para sus accionistas, sus directivos y sus trabajadores… mientras que las pérdidas tengan que ser recuperadas con el dinero de todos”, explica Javier Díaz Giménez, catedrático de economía.
EE. UU.: “Estamos hartos de republicanos y demócratas”
Los 'indignados' estadounidenses no abandonan las calles pese al casi millar de detenciones que se practicaron en todo el país y las amenazas de desalojo forzado que recibieron en los últimos días.
Nueva York, Washington, Boston, Dallas, Los Ángeles, San Francisco, Chicago y Filadelfia demandaron "el fin de las guerras de EE. UU. en Afganistán e Irak", "el fin de la ayuda estadounidense a Israel" y "el fin del bombardeo y la destrucción en Libia".
El movimiento Occupy DC, surgido en Washington como réplica al de Nueva York, sigue instalado en la Freedom Plaza, muy cerca de la Casa Blanca. Integrado por varios centenares de personas, su heterogénea agenda de protesta comprende el rechazo de los recortes en los servicios públicos, la protección del medio ambiente o el aumento de los impuestos a las rentas más altas. "Estamos hartos del dominio de los consorcios y de ambos partidos políticos, republicanos y demócratas", exclaman.
América Latina: “No es contra el Gobierno, es contra el sistema mundial”
Las protestas se extendieron hacia el sur del continente: México, República Dominicana, Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay se sumaron a la marcha global, adaptándola a sus diferentes reivindicaciones.
En México un grupo de "artivistas" -mitad artistas mitad activistas- de México alzaron su voz contra el crimen organizado, mientras que los manifestantes de República Dominicana salieron a exigir, entre otras cosas, que se cumpla con el mandato constitucional de invertir el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación. Plantear "una revolución ética, un cambio de rumbo" en el sistema que "trata a los seres humanos como números y no como personas", ha sido el objetivo de la marcha en Lima.
"No es contra el Gobierno, es contra el sistema mundial", advertían las pancartas de un centenar de ecuatorianos que se congregaron en la Plaza de San Francisco, en el centro colonial de Quito.
"Estoy indignado porque no se buscan soluciones a nivel global para los jóvenes, para la gente como mis hijas, que están estudiando y que van a tener pocas oportunidades de trabajo en cualquier parte del mundo", se queja Víctor Pacheco, un ecuatoriano de 60 años que salió a la calle con su familia. La reivindicación de educación gratuita y de calidad resonaron en Chile, donde los estudiantes llevan movilizados desde hace casi cinco meses.
Por su parte, los activistas de Buenos Aires se solidarizaron con los millones de jóvenes que lo hacen por todo el mundo con una misma exigencia de compromiso mediante concentraciones en la céntrica Plaza de Mayo y en el Congreso.
Europa: “Todos estamos en la calle”
“Todos estamos en la calle. Madrid y Barcelona están colapsadas. Somos cientos de miles en todo el mundo gritando con una sola voz”, informaron representantes del movimiento 15M en su sitio oficial. Como ya se ha hecho tradicional, el centro de la movilización ha sido la Puerta del Sol madrileña, que se vió colmada por los jóvenes desde la primera hora.
Berlín, Bruselas, Copenhague, Helsinki, París, Roma, Londres eligieron la misma forma de protesta. La jornada ha sido relativamente tranquila, salvo en la capital italiana donde se produjeron enfrentamientos entre activistas y policía que dejaron un saldo de al menos 70 heridos.
¿Tendrán impacto sobre los políticos y los mercados?
“Sus peticiones se van a ir incorporando lentamente a los programas de algunos partidos políticos, quizá de los más progresistas”, asegura Javier Díaz Giménez. Sin embargo, los mercados -sostiene- no van a responder de una manera muy clara. “Para los mercados es más importante la reunión del G-20 de la próxima semana y las decisiones que se tomen en la Eurozona, que las manifestaciones de los indignados”. El experto opina que, por su carácter pacífico, las protestas no van a tener un impacto directo notable sobre los mercados, pero reconoce que los 'indignados' son capaces de cambiar el panorama “al menos metafóricamente”.
