23/11/11.-Los sindicatos portugueses esperan para este jueves una fuerte movilización de los empleados del sector público y privado en una huelga general convocada contra la política de austeridad, impuesta por el plan de rescate concedido al país por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La manifestación que fue convocada por los dos principales sindicatos afectará a los transportes públicos, los vuelos comerciales y numerosos servicios como la educación y la sanidad.
El secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), Manuel Carvalho Da Silva, señaló que la huelga “debe comprenderse como un sacrificio indispensable para encontrar los caminos del futuro".
Los sindicatos han previsto unas 30 movilizaciones en todo el país, en particular en Lisboa (capital), con el apoyo del movimiento de jóvenes afectados por la precariedad laboral y el desempleo.
Los controladores aéreos aseguran un servicio reducido, que podría perturbar fuertemente alrededor de 490 vuelos que tomarán unos 50 mil pasajeros en los tres mayores aeropuertos del país (Lisboa, Oporto y Faro).
Las medidas de austeridad incluyen aumentos en los impuestos sobre el gas y la electricidad, un alza de los precios de los transportes, una reducción de los sueldos de los funcionarios y un aumento en media hora de la jornada laboral en el sector privado.
El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Joao Proença, destacó que "la huelga general es de indignación y descontento, porque la gente ve que sus derechos se han visto seriamente afectados”.
La huelga general fue convocada hace un mes, cuando el Gobierno de centro derecha presentó un presupuesto 2012 muy riguroso, indispensable para reducir el déficit del país.
Portugal se convirtió el pasado mayo en el tercer país de la Eurozona, después de Grecia e Irlanda, en recibir un rescate de la UE y el FMI. El plan, de 78 mil millones de euros, destinado a refinanciar la deuda portuguesa, estaba condicionado a un severo plan de recortes y reformas.
Según estimaciones oficiales, la política de rigor provocará el año próximo una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de tres por ciento, y el desempleo afectará al 13,4 por ciento de la población activa.