06/01/12.-Cientos de miles de emigrantes mexicanos regresaron este año de Estados Unidos rumbo a su país natal, lo que podría ocasionar graves problemas para México, donde muchas comunidades viven gracias a los ingresos migratorios.
Según algunos expertos, el regreso se debe tanto a las leyes antiinmigrantes aprobadas por Washington, cada vez más severas, como a las disfunciones de la economía estadounidense, sacudida por la crisis financiera originada en su propio territorio.
En 2011 unos 400.000 mexicanos volvieron de EE. UU. a México de forma voluntaria o vía deportación. En el último lustro la cifra asciende a casi un millón de personas, según las estimaciones de Instituto Nacional de Migración (INM) y Secretaría de Gobernación de México.
La lucha antiinmigrante
El número de emigrantes que regresó a su patria aumentó a partir de 2010, cuando varios estados aprobaron leyes migratorias más severas, criminalizando la inmigración indocumentada y endureciendo las represalias policiales. Las nuevas normas restringen, entre otras cosas, el acceso de los inmigrantes a la vivienda, la educación o la sanidad, y cierne sobre ellos la amenaza constante de la deportación.
“La política migratoria se está haciendo más y más represiva” en la medida en que viola derechos humanos, apunta el experto Víctor Quintana, recordando que, en su mayor parte, ello se debe a los esfuerzos del partido republicano de EE. UU., que aspira a la presidencia en 2012. “Entre los candidatos del partido hay una competencia por ver quien es más duro, hosco y represivo con la inmigración. Están jugando para complacer a la extrema derecha norteamericana”, dice el experto.
De hecho, estas amenazas y represalias atemorizan a muchas personas que quieren trabajar y buscar una mejor vida, y que acaban persuadidos de que lo mejor es irse de EE. UU.
Fallos económicos
Otra razón que explica la disminución del flujo migratorio hacia EE. UU. reside en el hecho de que “la economía de Estados Unidos no está creciendo como debiera”, dice Quintana.
De hecho, la crisis está derivando en una acusada reducción salarial y en un aumento del número de parados en EE. UU. (un 9% de la población en 2011), según datos del Pew Hispanic Center.
México, ante la ‘bola de nieve’ de la repatriación
Los especialistas indican que la oleada de regresos va a suponer un gran problema para el estado mexicano. “No estamos creando el número de empleos que se requiere crear cada año, que es de 1,2 millones: en 2011 no llegamos siquiera a los 600.000” señala Quintana. Si a ello se añaden las 400.000 de personas que vinieron desde EE. UU., eso supondrá un déficit de casi un millón de puestos de trabajo.
Además, con la llegada de trabajadores procedentes de EE. UU. el estado mexicano perderá grandes ingresos por las remesas de dinero que los emigrantes enviaban a sus familias en México; un dinero que resulta crucial como estimulador económico, ya que fomenta la demanda interna y revierte en el cobro de impuestos por el Estado, etc.
Según datos del Banco de México, se está hablando de miles de millones de dólares cada año. En 2011 la cifra fue de 21.000 millones de dólares. Por ahora el ritmo de remesas es semejante al de los años anteriores, pero su crecimiento se frena. Y si el regreso de emigrantes continúa, lo que parece bastante probable, ya que los legisladores estadounidenses no tienen previsto aflojar su lucha contra la inmigración, el volumen de remesas, obviamente, irá decreciendo.
Eso puede generar a su vez problemas presupuestarios de escala nacional y local, ya que dejará sin dinero a los parientes de los emigrantes que no tienen trabajo en sus comunidades. Si bien en regiones como Oaxaca, Chiapas, Hidalgo o Veracruz la situación económica mejoró en los últimos años gracias a los ingresos provenientes de los emigrantes afincados en EE. UU., con el regreso de sus habitantes el progreso podría cesar.
En Hidalgo, por ejemplo, unos 20.000 repatriados, que en ocasiones tienen una mayor experiencia laboral, influyen en la vida laboral local. “Para los que viven aquí sí que es un problema, pues los que llegan desplazan a los que tienen trabajo”, dice Carmen Dorantes, la coordinadora de la oficina de Apoyo al Hidalguense en el Estado y el Extranjero.
Entretanto, las autoridades mexicanas toman medidas para normalizar la situación, y en los estados con mayor índice migratorio atienden a los que regresan. Así, en Hidalgo las autoridades locales apoyan con recursos a los inmigrantes que optan por empezar un negocio propio. Los mismos programas de apoyo funcionan en tales estados con un alto nivel de emigración, como Michoacán, Jalisco y Guanajuato.