8 de junio de 2012.-Esta imagen ya cumple un año. Corresponde al día siguiente del secuestro de Julián Conrado. Esta foto es la que salva la vida de Julián. Tomada por algún policía o militar colombiano, fue vendida a algún medio de comunicación colombiano para dar el “gran tubazo”, y/o para cobrar la recompesa ofrecida la cabeza del cantor, por el Departamento de Estado de EEUU y por el ejercito colombiano… No creyó el "caza recompensas", policía, militar, o paramilitar que lo capturo, que esta foto evidenciaría el ilegal secuestro.
Recordemos que Julián es capturado, presuntamente por fuerzas venezolanas y colombianas en conjunto. Lo que si se sabe, es que violando la constitución nacional, las leyes y procedimientos judiciales, se le es entregado a Julián la boleta de captura cinco días después de tomada esta foto, materializando así cinco días de DESAPARICION FORZADA. Dicha boleta esta firmada por militares venezolanos…
En esta fotografía, se ve al “trofeo” recostado a una puerta de una lujosa camioneta, con una camiseta roja y aunque no se distingue muy bien, lleva estampada el rostro del cantor del pueblo venezolano Alí Primera.
Esta fotografía daba certeza de la ilegal captura, pero ¡COÑO! Aguó la fiesta de la oligarquía binacional y el imperialismo de aplicar ó el asesinato ó la ejecución de un secuestro “tipo Granda”, como recordó recientemente, el Comandante Hugo Chávez.
Relata Julián Conrado: “A mí me montaron en una avioneta. Yo estaba vendado y amarrado de pies y manos… presumo que en Guanare. De hecho, en un momento pasamos por una alcabala militar y me dijeron: Si gritas le pegamos un tiro a tu esposa. Quien en ese momento, creía yo, estaba en la camioneta que nos seguía. Luego me entero que no, ha ella ya la habían arrojado a un barranco diciéndole “que si le avisaba al gobierno –sobre mi situación- matamos a tu marido”. Pues bien, me echan a la avioneta y se genera una discusión sobre si llevarme a Bogotá o a La Carlota. Militares o policías, no se aún, con acento colombiano, muy verracos, exigían que me llevaran a Bogotá. Pero no lo lograron.
Sí, esa foto me la toman en la camioneta, fue un colombiano, por su acento. Fue tomada con un celular”.
Esta imagen, que creían un gran “tubazo”, detuvo la muerte y tortura de Julián Conrado.
La soberanía esta intrínsecamente ligada al derecho de Asilo. Movimientos populares, artistas e intelectuales de todo el mundo, no permitieron, ni permitirán que se entregue a la jauría fascista a un perseguido político.
Julián Conrado no es un perol o coroto, de intercambio. NO. Julián, aunque le duela al fascismo binacional, es un SER HUMANO, con amigos, familia, seguidores por lo tanto, TIENE DERECHOS, TIENE VIDA y DEBEN SER RESPETADAS.
¡Hagamos respetar nuestra constitución!
Visita: www.julianconrado.info