13/08/12.-La bielorrusa Nadzeya Ostapchuk, campeona olímpica de lanzamiento de peso en los Juegos Olímpicos de Londres, fue descalificada y se le retiró su medalla de oro, anunció este lunes el Comité Olímpico Internacional (COI) en un comunicado.
La atleta, de 31 años, se sometió a un control antidopaje posterior a su victoria que reveló la presencia de metenolona en su orina, que es un agente anabolizante clasificado en la lista de 2012 de productos prohibidos", añadió el COI en su comunicado en inglés.
Ostapchuk, campeona del mundo en 2005, causó la sorpresa al imponerse con un lanzamiento de 21,36 metros, muy por delante de la gran favorita, la neozelandesa Valerie Adams, campeona olímpica y triple campeona del mundo (20,70 metros), y de la rusa Evgeniia Kolodko (20, 48 metros).
La clasificación de la prueba, por tanto, será sometida a los respectivos cambios tras el positivo de Ostapchuk.
"La administración del COI reasignará las medallas a los atletas que acabaron por detrás de Nadzeka Ostapchuk, siendo las tres primeras clasificadas Valerie Adams, de Nueva Zelanda, 1ª, Evgenia Jolodko, de Rusia, 2ª y Lijiao Gong, de la República Popular China, 3ª", indicó el Comité ejecutivo del COI en su decisión.
Hasta el momento, aparte de Ostapchuk, de la decena de atletas excluidos de los Juegos Olímpicos de Londres por dopaje por el COI, solo dos, una atleta de obstáculos siria y un yudoca estadounidense, tuvieron tiempo de participar en las competiciones.
Algunos aspirantes al podio olímpico, sin embargo, fueron descalificados antes de viajar a Londres. Entre ellos se encontraba el vigente campeón de los 50 kilómetros marcha, el italiano Alex Schwarzer, la esperanza marroquí de los 1.500 metros Mariem Alaoui y el levantador de peso turco Fatih Baydar.
Un compatriota de Nadzeya Ostapchuk, el lanzador de martillo Ivan Tikhon, triple campeón del mundo (2003, 2005, 2007), fue excluido de los Juegos Olímpicos antes de poder competir después de dar positivo en los Juegos de 2004 y en el Mundial de 2005.
Todas las muestras analizadas en la competición olímpica se conservan durante ocho años, que es la duración de la prescripción fijada por el Código mundial antidopaje, y pueden ser sometidos a nuevos análisis en función de los progresos de la ciencia.