20/02/13.-Entre las discusiones que adelanta el Congreso Nacional Brasileño en torno a la reforma del Código Penal de ese país, destaca el proyecto de tipificar la homofobia como crimen de intolerancia, al mismo nivel que el delito de racismo.
Ya en el año 2011, la Presidenta Dilma Rousseff había declarado que su gobierno defiende la lucha contra prácticas homofóbicas, señalando que era un asunto a revisar por el gobierno, ya que “es necesario respetar las diferencias y usted no puede ejercer prácticas violentas contra aquellos que son diferentes a usted”.
Un video publicado el pasado martes 19 por el usuario de youtube tvtaques (A homofobia no Novo Código Penal Brasileiro) señala que el anteproyecto del nuevo Código Penal Brasileño (CPB) califica de crimen la “discriminación basada en identidad y/u orientación sexual”.
Específicamente, el artículo 472 del anteproyecto del CPB determina que: “Constituye crimen la discriminación basada en el género, raza, color, etnia, identidad u orientación sexual, religión, procedencia regional o nacional, o por cualquier otro motivo similar, indicativo de odio o intolerancia”.
El tema ha creado una interesante polémica en las deliberaciones del Congreso de Brasil, donde se ha abierto una arista del debate entre los derechos sociales y políticos de las personas con orientación sexual distinta a la heterosexual y los prejuicios religiosos, según refleja el video.
En ese sentido, el Senador Magno Malta, integrante de la comisión que analiza el nuevo Código Penal y miembro de la bancada evangélica, ha considerado que abordar el tema de la homofobia dentro de la reforma al Código Penal Brasileño no tiene base, “porque el país no es homofóbico”.
En una reflexión sobre la humildad que debe asumirse para escuchar los diversos planteamientos que surjan, el Senador Pedro Taques, relator del nuevo Código Penal, dijo que se estudiarán con respeto todas las contribuciones. Taques ratificó ante el Senado “el deber de ser tolerantes y con ese espíritu yo voy a analizar el proyecto”.
Prejuicios
“Brasil es un país extremadamente prejuicioso”, señala en el mencionado video la profesora Tania Montoro, investigadora de Comunicación y Género de la Universidad de Brasilia.
Se discrimina a la gente por prejuicios: por si es gordo o negro, y “todo el mundo lo acepta, todo el mundo dice que es normal, mientras que si la situación ocurre en la casa, con un sobrino, un hijo o con un nieto, la cuestión toma otra dimensión”, explica Montoro.
“Dar visibilidad al asunto de la violencia contra los homosexuales es algo fundamental en el Código Penal”, advierte Montoro, porque existe en la cotidianidad, no es un invento, “existe en el plano físico y en el plano simbólico, que para mí es el peor”.
La investigadora afirma que la paz depende de “nuestra tolerancia, de nuestra disposición de ampliar los horizontes”; es una cuestión de comprender que “el mundo es diverso, la naturaleza es diversa”.