Una de las principales enseñanzas del sigo XX dice que la crítica es la salvaguardia de los procesos revolucionarios. Fidel Castro, recientemente, ha reconocido que la crítica es el motor de la conciencia de los revolucionarios. Lejos de las excusas que presentaban las críticas como alimento de la contrarrevolución, el Comandante Castro nos recordó que la única manera de que la lectura de la realidad que hacen las bases revolucionarias coincida con la que hace la dirigencia es escuchar todas las voces críticas que señalan los errores de nuestros procesos. Así lo entendió también el Presidente Chávez, que creó el CIM con ese mandato, que hizo de la crítica la única manera de derrotar al modelo neoliberal y de la autocrítica la garantía de llegar a buen puerto. Fue el Comandante Chávez quien decidió que el principal premio que concede el proceso bolivariano fuera al "Pensamiento Crítico", bajo la mirada de Simón Bolívar y ahora, también, del propio camarada Hugo Chávez.
En el marco del 11 aniversario del portal "aporrea.org", expresión de comunicación alternativa revolucionaria en Venezuela, se realizará este Miércoles 15 de mayo, en las instalaciones del Centro Internacional Miranda (CIM), un Foro conversatorio sobre el papel de aporrea en la construcción desde abajo del poder popular y la revolución socialista venezolana.
La oportunidad será propicia para que el colectivo de Aporrea.org otorgue la primera edición del premio APORREA al Pensamiento Crítico el cuál se otorgará cada año a la personalidad o institución cuyo trabajo constituya un aporte significativo a la difusión libre de las ideas rebeldes, es decir al fomento del pensamiento crítico. Será un premio honorífico expresado en un pergamino y divulgado a través del portal.
En el año 2013 se entregará el Reconocimiento de Aporrea.Org al Pensamiento Crítico al Profesor Luis Bonilla-Molina y a la institución que preside, el Centro Internacional Miranda, que se ha constituido en el baluarte libertario para cobijar el debate de ideas y el pensamiento rebelde en la revolución Bolivariana.
El Centro internacional Miranda (CIM) es la institución pública creada por el Presidente Chávez para fomentar e impulsar la construcción de hegemonía política a través de las discusiones y debates críticos y comprometidos con el avance de la revolución. No una crítica de intelectuales en su torre de marfil, sino de intelectuales organizados con el pueblo y para el pueblo. Y así lo ha hecho el CIM durante siete años de existencia, constituyendo una parte fundamental del legado de Chávez. Debemos a nuestro Comandante la garantía y el estímulo al debate crítico, signo distintivo de la revolución Bolivariana que rompe un estigma que arrastraban los procesos revolucionarios desde la Revolución Francesa. Mientras otras experiencias revolucionarias acallaron el pensamiento crítico en los espacios institucionales, haciéndolo un flaco favor al fortalecimiento de la burocracia, Chávez consideró fundamental que para avanzar en el modelo de democracia participativa y protagónica propia del socialismo Bolivariano era indispensable fortalecer el pensamiento crítico, tanto en las instituciones de gobierno como en las bases populares y en los medios de comunicación revolucionarios. La grandeza del Presidente Chávez se mostró al mundo precisamente en aquellos momentos en los cuales el CIM polemizó con el gobierno bolivariano y con las decisiones del Presidente. Su decisión fue clara: proteger la crítica contra las voces agoreras de la burocracia y las cazas de brujas de los que quieren compensar su falta de ideas con la quema de herejes. Hoy el CIM constituye el referente fundamental de la revolución Bolivariana en el impulso, fortalecimiento, desarrollo y protección del pensamiento crítico y el debate de ideas en el marco de la revolución, tanto en la República Bolivariana de Venezuela como en el mundo.
El papel del Profesor Luis Bonilla-Molina ha sido fundamental en esta tarea. Educador de profesión, militante revolucionario Bolivariano, Bonilla ha impulsado, los debates que necesitaba nuestro proceso en cada uno de los momentos de nuestra abigarrada historia reciente. Ha trenzado una red internacional de apoyo a la revolución bolivariana que incluye a lo más respetado del pensamiento internacionalista. Ha generado lazos de amistad y cooperación educativa con la república hermana de Cuba, creando la primera Maestría Latinoamericana de Educación, marcada por la mirada crítica que exige la pedagogía revolucionaria. Ha animado discusiones que han permitido identificarse con la revolución a personas que, alejadas de la burocracia, están comprometidas con nuestro proceso pero exigen hacer oír su voz fuera de las jerarquías partidistas. Ha reclamado argumentos a los sectores opositores que querían adversar a nuestra revolución, especialmente en la universidad, demostrándoles que nuestro proyecto de país busca incluir a las mayorías. Ha impulsado proyectos editoriales que facilitan la discusión y la formación política, incluyendo la edición de libros esenciales para la comprensión de nuestro proceso, así como materiales para alumbrar los diferentes escenarios por donde debe discurrir un proceso que está mirando el mundo. Y todo esto, no debe hacernos olvidar la tarea del profesor Bonilla en el impulso de la Misión Negra Hipólita, algo que reconocería el Presidente Chávez con esa grandeza que a todos tanto nos exige. En definitiva, Luis Bonilla es un revolucionario en la estela marcada por los revolucionarios de nuestro continente, un revolucionario en discusión con Sandino, con Allende, con Paulo Freire, con el Che Guevara y, por supuesto, con el Comandante Chávez. Por todo eso, y también con la humildad de quienes sabemos que somos todos y todas una pequeña parte en un proceso que sólo tiene sentido cuando los pueblos nos apoyan, hemos decidido entregar este galardón al Profesor Luis Bonilla, sabiendo que con este reconocimiento estamos agrandando las fronteras del proceso bolivariano y seguimos en diálogo con los pueblos del mundo que busca la emancipación.