02 de Febrero.- Este 2 de febrero en Paraguay se cumplen 25 años del Golpe de la Candelaria, una acción militar ocurrida en 1989 y dirigida por el general Andrés Rodríguez (1923-1997), quien derrocó a su consuegro Alfredo Stroessner (1912-2006), responsable de 35 años de la más cruenta dictadura que registra la historia de ese país suramericano.
A su llegada al poder en 1954, Stroessner, militar de origen alemán, se encargó de suprimir las garantías constitucionales, persiguió a los partidos políticos e inició un gobierno represivo que se hacía llamar anticomunista y actuaba con una política exterior que favorecía los intereses estadounidenses.
Como explica Roberto Paredes en su libro Stroessner y el stronismo, el General se convirtió en un aliado seguro de Estados Unidos en la "cruzada anticomunista" que preparaban para finales de la década de los 80, y que en definitiva, fue el telón de fondo del golpe de Estado de 1954 que depuso a Federico Chaves y llevó al poder a Stroessner.
A ocho horas de haber iniciado la acción militar, el dictador ya había sido apresado por el coronel Lino Oviedo y en las calles numerosos efectivos castrenses perdieron la vida.
Lo que sí conocieron los paraguayos fue el alcance del daño que causó Stroessner durante más de tres décadas de represión, cuando el 22 de diciembre de 1999 salió a la luz los Archivos del Terror.
Los documentos constituyen el acervo documental más voluminoso de los años de la represión en Suramérica y reflejan cómo se planificó el terrorismo de Estado desde Estados Unidos hacia Latinoamérica y desde la Fuerza Armada hacia la población.
Lo archivos demostraron que el sistema stronista se consolidó en base a la tortura, que podía ser física o psíquica a través de mecanismos inhumanos como el uso de la picana eléctrica, golpes en la cabeza, el cuerpo y el llamado 'submarino', método que consistía en sumergir a los presos en un abrevadero lleno de agua, materia fecal y orina.
También usaban una potente luz con la que literalmente le quemaban los ojos a los torturados, relata Martín Almada, defensor de los derechos humanos y víctima de la dictadura.
Un informe final de la Comisión de Verdad y la Justicia, divulgado en 2008, concluyó que en total fueron 425 ejecutados o desaparecidos, casi 20.000 detenidos y 20.814 exiliados.
El 5 de febrero, después de que el general Andrés Rodríguez anunciara la renuncia de Strossner, cerca de unas 1.000 personas se agolparon en el Aeropuerto Internacional de la Asunción para gritarle al dictador consignas en su contra mientras éste abordaba un avión rumbo al exilio en Brasil, donde murió el 16 de agosto de 2006.
El capítulo sangriento de la dictadura partió junto a Strossner ese 5 de febrero. Paraguay emprendió un camino hacia la democracia con la elección del general Rodríguez como presidente con el 74,4% de los votos el 1 de mayo de 1989.
En una reciente entrevista, publicada en el sitio web areitodigital.net, Juan Francisco Arrom, secretario general del partido de izquierda Patria Libre de Paraguay, expresó que "durante la dictadura de Stroessner el país vivió tres décadas y medias de oscurantismo político e intelectual, donde el solo hecho de poseer literatura socialista era motivo para ser condenado hasta a 10 años de cárcel en virtud de las Leyes de Seguridad Nacional. La dictadura abortó todo surgimiento posible de movimiento revolucionario y democrático, de pensamiento intelectual crítico".
La caída de Stroessner significó para Paraguay la ruptura de un largo proceso de acumulación de fuerzas del movimiento popular y revolucionario que se retomó desde las primeras décadas del siglo XX.