Como diría La Agrado: "Uno es más auténtica cuando más se parece a lo que soñó de sí misma". Y eso sí que nos lo ha ratificado Chea Rodríguez, una mujer transgénera venezolana, quien publicó en su perfil de Facebook un álbum con fotografías que van desde su niñez, pasando por la adolescencia y los cambios físicos que con ella vienen; su juventud como varón hasta como mostrarnos cómo luce actualmente: una mujer.
"Cuando publiqué este álbum, lo hice porque mi vida no debe estar partida en dos. Con la mitad de ella escondida para complacer a cierta gente que pretende que una debe ser una barbie a la que, además, no debe notársele quién fue, de dónde viene (y que de todas formas siempre la rechazarán y subestimarán)", dice.
Y agrega: "Yo, la de hoy, pese a cualquiera cosa que pudiera afectarme negativamente, soy feliz (y eso se lo debo a todas esas herramientas que me fue brindando en el pasado. A esa comprensión de que la felicidad no es un estado de permanente, una risa bobalicona ni un paquete o kid diseñado por terceros, a las manos de mucha gente generosa que estreché para llegar hasta aquí)" escribió en el post que acompaña el álbum.
En este recorrido a lo largo de su vida, Chea -quien es periodista, abogada, profesora universitaria, artista, bailarina y productora audiovisual- no esconde su sufrimiento en la época que pensaba que era un varón. "Sufrí bastante porque no me entendía pero también hubo cosas hermosas y surgieron amistades que aún conservo y me respetan hasta hoy".
La recopilación inicia a principio de los años 70, luego muestra como lucia en su época escolar y de liceo. Las gráficas de su tiempo como estudiante de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela tienen leyendas como: "En 1989, una joven periodista disfrazada de varón".
Acompaña una imagen ejerciendo la profesión de periodismo la siguiente frase: "1992, intentaba afearme lo más posible puesto que no me aceptaba físicamente".
En este relato cronológico por su vida escribe que: "En 1995. El cambio iba cobrando forma. Me guiaba la intuición. ¿Cómo abrir la puerta a mi feminidad atrapada entre una pelambre abundante?.
En una foto de 1997 relata que "primera vez que mis cejas comenzaron a tornearse".
Para el año 1999 afirmaba "qué difícil verse bella una misma cuando el espejo decía que mis facciones eran duras".
En este mismo año comienza a acostumbrarse a sí misma como mujer.
"En 2004 brotó cada vez más fácil lo que venía de adentro y, así, la peladera (falta de recursos económicos) que me impedía eliminar mis vellos dejó de ser tan amarga", publicó en una foto que acompaña esta época.
En 2005 se intensificaba la marcha. "Dándome tiempo a sopesar las cosas fui asumiendo mi feminidad y lo hice sin desbocarme con el tema de las hormonas, sin inyectarme aceite en las nalgas, sin comenzar a agredirme. Conocí un mundo aparte de lo que llaman el ambiente. De esta última etapa no he salido ni he querido salir, lo que quiero es que se siga profundizando", comentó a Sin Etiquetas en una oportunidad.
HOY ME SIENTO MEJOR CONMIGO
"La única manera de estar sana de la psiquis es aceptar el pasado. Hacerse del pasado y traérselo con una (pero con una posición distinta frente a la vida). Lavarse la porquería y descubrirse debajo de ella (también asumir que hay cierta porquería que forma parte de la personalidad de una). No digo que esté en condiciones de darle lecciones de vida a nadie, pero me siento mejor conmigo misma ahora y tiene mucho que ver con que tanta gente como ustedes la acepte a una como es", comentó en su publicación en la red social.
Acá puede ver el audiovisual de Chea Rodríguez titulado el "Güervo", el cual es quizás su trabajo más pulido donde se muestra como es en lo físico y un poco de sus emociones.
Vea el album en: Chea Rodríguez: "Para ser mujer no se necesita tener vagina"