11 de junio de 2017.-
Efraín Chury Iribarne: James Petras, un gusto recibirte en Radio Centenario, desde Montevideo-Uruguay.
James Petras: Muchas gracias, Chury, es un placer participar y conversar con el público latinoamericano.
EChI: Para comenzar te pedimos una reflexión sobre los atentados en Londres. ¿Cuál puede ser la causa de esta seguidilla que se ha dado allí?
JP: Evidentemente tiene que ver con las invasiones, intervenciones, de Inglaterra en los países árabes, en países musulmanes. El candidato a Primer Ministro por el Partido Laborista, Jeremy Corbyn, dijo abiertamente que las invasiones de Inglaterra, provoca los actos terroristas. Y hay otra cosa más profunda que debemos analizar: Muchos de los terroristas eran conocidos en los países europeos, incluso Inglaterra, no sólo los conocían, sino que los exportaron, financiaron y facilitaron su actividad en Siria. Con las derrotas y la violencia en Siria, muchos de los terroristas volvieron a sus países de origen muy bien preparados y comprometidos con la lucha contra Inglaterra y Europa en general. En otras palabras es un efecto boomerang, exportan terroristas para luchar en contra del gobierno sirio y los mismos terroristas vuelven a sus países de origen para aplicar las enseñanzas que recogen en el exterior. Más allá de eso, como el candidato Corbyn dijo, más guerras afuera más terrorismo afuera. Y me parece una buena observación, particularmente de un laborista, que va contra las doctrinas en cuanto a que simplemente los países occidentales son víctimas, Son víctimas y protagonistas del terrorismo y en el grado que el pueblo empiece a entender que las guerras afuera tienen un efecto interno, creo que podrían crecer las manifestaciones anti guerra. Ahora, contra eso debemos entender que la primera ministra inglesa, Theresa May, dijo que van a militarizar el país, censurar internet, controlar más a la población. En otras palabras hay dos respuestas opuestas: una es la posición progresista de Corbyn que vincula al terrorismo con las guerras imperialistas y del otro lado, os conservadores que quieren profundizar las guerras afuera para profundizar la militarización y el Estado policíaco interno. Esas son las opciones que enfrentamos en este momento.
EChI: Esta mañana nos visitó el diputado venezolano Julio Chávez, y estuvo presente en la entrevista el tema del paramilitarismo en la frontera de Venezuela con Colombia. Así que tras las largas negociaciones de paz entre el presidente Juan Manuel Santos y las FARC, los paramilitares no desaparecieron.
JP: En primer instancia repetimos lo que hemos dicho muchas veces en este programa. Los acuerdos de paz no fueron acuerdos de paz, eran acuerdos para desarmar a la insurgencia popular, para facilitar la agresión contra Venezuela. Ese era desde el principio, evidente. Cuando Washington apoyó los acuerdos, cuando facilitó los acuerdos, sabían dos cosas: primero que el gobierno de Colombia no iba a cumplir con los acuerdos. E incluso los Comandantes actuales confiesan que no hay ningún cumplimiento y que los guerrilleros involucrados en los diálogos de paz están siendo asesinados. No hay ningún cumplimiento para facilitar el asentamiento de los ex combatientes. En otras palabras, simplemente quieren dominar, conquistar, desarmar y matar a los opositores populares. Y eso tiene que ver con lo del otro lado, mientras están dominando internamente, facilitan el brazo militar contra Venezuela. No tienen que luchar en dos frentes ahora, interno y externo. Y eso, me parece, tiene que ver con el apoyo de los paramilitares en Colombia hacia la frontera. En este contexto no entiendo como (el presidente Nicolás) Maduro sigue actuando como si estuviera tratando una oposición política. Es una oposición militarizada que ha matado a docenas de civiles, quemado a otra media docena y asesinado soldados. Miren lo que pasa en Inglaterra, murieron 6 o 7 personas y están totalmente militarizados, suspendiendo todos los derechos de cualquier individuo sospechado con el acto violento. Si Maduro toma las lecciones de occidente, no debería permitir un proceso que combina violencia, terrorismo, con procesos electorales y marchas en las calles. Tiene que suspender todas las condiciones normales, para entrar abiertamente, con las dos manos, en una confrontación militar que es la realidad en este país.
EChI: Hay algunos otros temas de la realidad internacional que queríamos enfocarlos.
JP: Si, creo que debemos hablar de lo que está pasando en Estados Unidos. La división entre los poderes políticos es muy profunda, no hay ningún acuerdo o consenso entre los congresistas y los presidenciables; hay divisiones entre el Pentágono y las instituciones de policía secreta –la CIA, el FBI, etc.-; hay divisiones entre los electores que están peleando en diferentes ciudades con enfrentamientos violentos. No hay ninguna capacidad de realizar n siquiera el Presupuesto Nacional. Entonces, hay una paralización total internamente como no hemos visto desde la guerra civil del siglo XIX. Todavía no hemos llegado a conflictos militares a nivel nacional, pero estamos acercándonos a una situación donde el gobierno no funciona. No hay ninguna capacidad de realizar ninguna legislación y sólo el Presidente tiene que usar los Decretos presidenciales, pero también enfrenta a los jueces que están con la oposición. Poder Judicial dividido, Congreso dividido, Presidencia dividida, en otras palabras no tenemos un gobierno coherente en este momento, lo que debilita su capacidad de cometer más guerras. Están hablando de aumentar las tropas pero no pueden conseguir consenso; quieren lanzar más agresiones contra Siria, pero todavía no se puede llegar a un acuerdo. Hablan de conflicto con Rusia y China, pero no tienen capacidad de negociar ni conseguir acuerdos. En otras palabras, la crisis doméstica interna, la crisis institucional, la crisis entre los políticos de los dos partidos, indica que por el momento, en la actualidad, no hemos determinado quien ganó y quién perdió las elecciones presidenciales, a pesar de que ya va medio año y eso tiene que continuar. Esta semana el ex director de la policía federal (FBI) está dando testimonio en el Congreso de la oposición y hay indicios que esta comisión va a condenar al presidente (Donald) Trump como traidor con Rusia. En otras palabras, estamos llegando al punto de la posibilidad de un golpe de Estado, o por lo menos la fuerza para hacer un golpe. En esta situación en que estamos enfrentando, cada día surge otra crisis, otros conflictos y casos de indefiniciones. Y quiero anotar una cosa que creo ha recibido muy poca publicidad aquí, en los Estados Unidos, en Europa y en América Latina. Esta semana, creo que la fecha es el 6 o 7 de junio desde 1967, los israelitas celebran lo que llaman ‘La guerra de los seis días’ cuando Israel lanzó un ataque contra los países árabes; eso es conocido, Israel cree que fue un gran éxito y los sionistas lo aplauden mucho. Pero no mencionan el hecho de que en esa semana de 1967, Israel tiró bombas, aviones, torpedos, contra el barco norteamericano en la costa de gaza, destruyeron el barco y mandaron 29 marineros norteamericanos e hirieron a casi 200 con el apoyo de todo el gobierno de Israel y con el permiso y la capitulación del Presidente norteamericano y los almirantes estadounidenses que estaban bajo el control de los sionistas. Es la única vez en la historia desde que tenemos información, en que el Presidente estadounidenses y los almirantes de la flota toman partido con los enemigos perjudicando a los sobrevivientes. Después del ataque y de los muertos, el Presidente y los almirantes impusieron un veto: ninguna de las víctimas pudo hablar con la prensa, ninguna víctima pudo explicar la agresión israelí. Después de 10 años los israelitas mandaron 10 millones de séqueles (moneda israelí) para compensar, pero sin admitir que cometieron una atrocidad. Y hasta ahora, la gran mayoría de los sionistas en Estados Unidos, todavía no aceptan el crimen de Israel, el asesinato de tropas americanas, siguen apoyando la agresión israelita y los asesinatos de Israel, que incluye no sólo árabes, palestinos, sino también soldados norteamericanos. Es uno de los días de más vergüenza para cualquiera que recuerda esos acontecimientos.
EChI: ¿Entonces con ese tremendo atropello no pasó nada?
JP: Imagino que cualquier cosa es posible por una razón: Los sionistas y los multi mil millonarios que controlan a los candidatos de los dos partidos, pueden cometer cualquier crimen contra los intereses del pueblo estadounidense. No veo ninguna indicación de que en Estados Unidos, entre los gobernantes, haya ninguna expresión de disidencia u oposición, incluso se atacan intereses norteamericanos. No hay que olvidar que en los últimos tiempos Israel mandó espías, que estaban involucrados en el espionaje de las Fuerzas Armadas norteamericanas; todavía Washington simplemente condena a un capturado pero no condenó a la fuente del espionaje que es Israel.
EChI: Los que no somos norteamericanos tenemos la sensación que siempre terminan acordando a favor del imperio, siempre en contra del resto del planeta.
JP: Bueno, hay mucha oposición aquí en Estados Unidos, pero no encuentran canales para expresarse. Cuando apoyan a un candidato, hay un robo electoral, como pasó con Bernie Sanders el disidente liberal que se presentó. Hay mucha disidencia, mucha crítica, ahora canalizada contra Trump pero que podría servir como una oposición contra ambos partidos. Pero hay una diversidad ahora anti-Trump, en vez de cuestionar los dos partidos y los gobernantes tanto del Congreso como presidencial, y hay que ver como resultará eso en el futuro próximo.
EChI: ¿Nos queda algún otro tema?
JP: Si, tenemos el caso de Brasil, donde aparentemente el presidente Michel Temer está a punto de salir, pero no se pueden decidir -entre el Congreso y los partidos- cómo resolver el problema en particular, quién lo puede reemplazar. El problema de no encontrar reemplazo es porque todos están involucrados en la corrupción y la cleptocracía. Tanto el PT como los partidos de la oposición, los ex candidatos (Fernando Henrique) Cardoso, Lula (Da Silva), todos estuvieron implicados en la corrupción. Entonces, si vas a echar a un Presidente corrupto, quién puede reemplazarlo de entre los principales candidatos de la oposición si son parte de la misma mafia. Entonces, ese es el problema en Brasil. No el de quitar a Temer, sino el encontrar a alguien con las manos limpias para presentarse de forma honesta a la próxima candidatura presidencial. La decadencia de la democracia burguesa es evidente; el capitalismo vinculado a la corrupción es evidente; lo que falta es un partido u organización con manos limpias que sea capaz de realizar un programa que principalmente beneficie a los representados del pueblo y no los representantes de las grandes multinacionales que están involucrados hasta la nariz con la corrupción.
EChI: Muy bien, Petras, te agradecemos mucho este análisis, tus aportes, que son muy importantes para nosotros y para la audiencia latinoamericana. Hasta el lunes, un abrazo.
JP: Bueno, un abrazo. Chau.