Una falsa alarma de saqueo originó el caos entre los comerciantes de la Quinta y Séptima avenidas que cerraron sus locales por varias horas ante la ola de rumores que se desató.
El rumor que se extendió hacia las cuatro de la tarde, originó que las autoridades desplegaran un amplio operativo de seguridad en toda la zona comercial con la participación de los Comandos Rurales de la Dirsop, Grupo Motorizado Rayo, Brigada de Acciones Especiales, BAE, e inteligencia de la policía, para tratar de controlar la situación que se tornó caótica, debido a la gran cantidad de personas que se encontraban en las compras navideñas.
Locales de ropa como Gotcha en la Séptima avenida, Colombia Moda, Zapatería del Centro, tiendas de celulares, panaderías y pequeños centros comerciales, bajaron sus santamarías ante la ola humana que corría de un lado a otro a buscar refugio y protegerse ante los gritos de desadaptados que ventilaban "saqueo, saqueo", a viva voz.
Niños extraviados, personas desmayadas, otras con crisis de nervios y otras visiblemente alteradas, fue la constante en la abarrotada zona comercial que en pocos minutos quedó congestionada, puesto que las personas comenzaron a correr y a invadir el espacio de los automóviles.
Mujeres llorando mencionaban, que la falsa alarma se extendió, debido al clima político que se vive en el país y otros prefirieron señalar a la oposición como los causantes de la ola de falsos rumores.
Por momentos, personas que llevaban en sus brazos niños, gritaban desesperadamente que era el fin del mundo y que la situación era castigo de Dios.
Comerciantes de Las Pulgas bajaron santamaría. Un indicador del grado de desesperación que reinó en la zona céntrica de la ciudad, se reflejó en los comerciantes de Las Pulgas en la calle 3, en donde la totalidad de los propietarios cerraron sus locales ante el temor del robo, pese a la insistencia de las autoridades de que se les brindaría protección y seguridad policial.
Fue común observar como locales de ropa, cafetines, panaderías, agencias de lotería, almacenes 999 y pequeños negocios, cerraban sus puertas al unísono ante el temor que se apoderó en pocos minutos del colectivo.
Poco a poco la calma se fue recobrando en la zona comercial ante la insistencia de las autoridades, pero la duda de los saqueos persistió en los comerciantes que se negaron en su gran mayoría a reabrir sus locales.