27/06-. A través de un artículo sustentado con cifras y recopilación de casos, Isabel Fernández y Migdalia Sánchez hacen pública su exigencia en relación a la creciente violencia que ha asesinado 13 emigrantes venezolanas en diferentes partes del mundo sin que el estado haga absolutamente nada a pesar de la gravedad y cotidianidad de los eventos. A continuación reproducimos la investigación de éstas dos servidoras públicas:
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Los últimos acontecimientos en el ámbito mundial con respecto a la mujer venezolana emigrante, llenan de tristeza y preocupación a la población en general, surgiendo así la necesidad de levantar la voz para repudiar dichos actos. Como representantes de la Mujeres Bolivarianas en la Costa Oriental del Lago, nuestra misión es velar por el bienestar de las féminas, razón por la cual nos parece indignante esta situación y es nuestro deber buscarle solución.
El caso más reciente y resonante en el mes de junio, es el de la joven de 27 años, Gilda Sol Mujica, quien fue apuñalada, violada y quemada con ácido en Perú, por un hombre “supuestamente” enamorado de ella y que por su rechazo planificó agredirla y asesinarla; pero Gilda con la poca fuerza que le quedaba logró huir de su agresor y saltó del tercer piso de su apartamento. Actualmente se encuentra hospitalizada en un centro de salud de Lima, luchando por su vida.
Es necesario recalcar en el caso de Gilda Sol Mujica, que aparte de los daños físicos que sufrió: violación, múltiples heridas por arma blanca, ya que fue apuñalada 12 veces en cabeza, manos, torso y cuello; pérdida de visión del ojo derecho debido al ácido que le destruyó la córnea y la zona entre el mentón y la mejilla, fracturas en pie, tobillo y pierna izquierda; también podemos evidenciar los daños psicológicos y espirituales que atraviesa, aunado al hecho de encontrarse sola en un país extranjero y atravesando el horror en el que se ha convertido su vida.
A este episodio se le suman los 13 casos de mujeres venezolanas ASESINADAS en el exterior durante este 2018 por el simple hecho de ser mujeres. Y vaya que es alarmante la cifra. Lo más alarmante es que nosotros como país que ha llevado la bandera de la libertad a otras latitudes, no hayamos hecho sonar nuestra voz de alerta y unirnos como madres aguerridas para que ninguna de nuestras hijas, hermanas, sobrinas, ninguna de nuestras mujeres, sea objeto de vejación, maltrato, violación, aniquilación.
Tenemos que vernos en el espejo de Eyvi Liseth Ágreda, quien falleció el pasado 01 de junio, luego de pasar 38 días en la Unidad de Cuidados Intensivos y tras 12 cirugías, producto del ataque de un ciudadano peruano quien la roció con gasolina e incendió como venganza por su “rechazo”. Antes de esto, el 25 de febrero, fue hallada muerta la joven Kenny Finol en Ecatepec (México), quien fue violada, torturada y cuyo rostro fue desfigurado con ácido.
Cada una de nuestras mujeres violentadas merece por lo menos ser visibilizada, porque pareciera que nunca existieron, siendo asesinadas por segunda vez debido a nuestro silencio. Recordamos con amor a Wendy Bandera (25) quien fue acuchillada más de 14 veces en EEUU; a Andreína Escalona (27), asesinada de dos impactos de bala en México; a Verónica Raga (22), fallecida tras recibir varios impactos de bala en Colombia; a Keyra López (26), tiroteada en Colombia; a Génesis Jaimes (26), apuñalada, maniatada y amordazada en México; a Romina Peraza (34), asesinada de 14 puñaladas en Panamá; a Lorena Cardozo (21), violada, maniatada y tirada en una carretera de Ecuador; a Susjes Mejías (26) apuñalada en Chile; a Dionny Lozada (25), (Curazao); a Nacielyz Hernández (43), tiroteada en Antioquia, Colombia; a Graciela Cifuentes (63), violada, apuñalada y quemada en México junto a su hija Sol Cifuentes (22), quien sufrió la misma suerte de su madre.
Por otra parte y no menos grave, es la trata de mujeres, como consecuencia del éxodo masivo de venezolanas. Una ex Miss se encuentra detenida en Viena (Austria), por ofrecer pasajes aéreos, hospedaje y empleo a señoritas, quienes eran despojadas de sus pertenencias y documentación y promocionadas como trabajadoras sexuales. De igual forma, la Policía Nacional de República Dominicana, efectuó un allanamiento el 6 de mayo de este año a un establecimiento comercial en la ciudad de Higüey, rescatando a 25 mujeres, siendo 21 de ellas, venezolanas cuyos documentos habían sido retenidos y eran obligadas a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.
El panorama se torna sombrío al evidenciar la maldad desparramada por el mundo, más sin embargo como mujeres, representantes de organizaciones que trabajan por garantizar una vida plena y libre de violencia, como madres, esposas, abuelas, tías, como hijas estamos en la obligación de levantar nuestra voz de alerta y de protesta con respecto a estos hechos atroces. Rechazamos totalmente estos crímenes aberrantes en contra de nuestras hijas, porque son nuestras, como si hubiesen salidos de nuestros propios vientres y hacemos un llamado de atención a embajadas, cancillerías, fundaciones, organizaciones, instituciones y representantes de nuestro país a nivel mundial, para que se hagan eco de estos crímenes y todos en conjunto tomemos acciones que logren efectivamente minimizar la ocurrencia de estos cruentos hechos.
Soñamos y abogamos que nuestras mujeres venezolanas, dentro y fuera del país, y el ser mujer en general, estén donde estén, puedan ser protegidas, abrigadas, asesoradas, ayudadas, cobijadas, asistidas efectiva y oportunamente. No convirtamos a nuestras hermanas en una cifra más, el cambio comienza ahora.
Cabimas, 27 de junio del 2018
Isabel Fernández Ocando: Coordinadora General Mujeres Bolivarianas
Migdelia Sánchez de Bracho: Frente para la Integración Social y Revolucionaria para la Mujer