03/12.- Uno de los casos, en cuanto a violación de derechos humanos, que expusieron las activistas, fue el de la líder sindical del Metro de Caracas, Deillily Rodríguez
Una movilización desde el edificio de Bandagro, hasta la sede de la Fiscalía General de la República, en el centro de Caracas, realizaron este lunes varios movimientos feministas para exigir un cese al atropello que comete el Estado venezolano, en contra de los derechos humanos de la mujer.
Bajo el lema "Contra un estado machista y violento", y con consignas como "De qué feminismo estamos hablando, si todos los días nos están matando", los integrantes de la movilización realizaron el recorrido desde la avenida Urdaneta hasta la avenida Universidad, donde se ubica el Ministerio Público, para entregar un documento con 150 firmas, tanto de grupos afines como de personas individuales, en el cual reclaman una serie de atropellos que atentan contra el género femenino.
"Hay 18 tipos de violencia tipificados en la Constitución, y en especial la violencia institucional, una de las que más denunciamos con esta actividad. Pedimos que se respeten el derecho a la salud y el derecho a la familia, pero también para que los femicidios no queden impunes. En Venezuela se da el caso que los femicidios no reciben respuesta", explicó Andrea Pacheco, integrante de la Plataforma por la Nulidad del Arco Minero, uno de los movimientos que apoyó la iniciativa.
Despido injusto en el Metro
En relación a la violencia institucional, Pacheco mencionó el caso de la líder sindical y operadora del Metro de Caracas, Deillily Rodríguez, que fue despedida la semana pasada de esa empresa "por solo el hecho de levantar la voz para exigir a la directiva mejores beneficios contractuales para sus compañeros".
Las activistas que participaron en la movilización señalaron que Rodríguez, para quien piden el reenganche inmediato, fue botada directamente por el presidente del Metro, César Vega, violentando todos sus derechos y solo por ser una de las principales artífices del proceso de reorganización que se está gestando en la estructura laboral del sistema subterráneo, con la finalidad de exigir mejoras salariales y de beneficios en general.