Lunes 28 de febrero de 2022. Los hechos ocurrieron en Caracas hace 33 años, comenzaron con violentas manifestaciones y protestas en Guarenas por el alza de las tarifas del transporte público, que rebosaron al paquete de medidas económicas que encarecieron el costo de la vida de la población.
Hay quienes afirman que fue un movimiento espontáneo, de reacción del pueblo, una olla de presión social que explotó, que fue una especie de liberación de la enorme presión económica que estaba padeciendo el pueblo, el ciudadano de a pie y toda la población, otros piensan que fue una acción coordinada y manejada casi en secreto, cualquiera sea la verdad, el hecho es que se produjo una severa ruptura del orden conocido y comenzaron una serie de cambios en el país.
Las protestas se extendieron como polvora encendida donde un pueblo agobiado por las medidas draconianas tomadas por la recién inagurada administración de Carlos Andrés Pérez que intentó bajo la coordinación del Fondo Monetario Internacional(FMI) y el Banco Mundial(BM) imponerlas severamente, reaccionó violentamente, tomó las calles y saqueó establecimientos comerciales, estableciéndose un estado de anomia por aproximadamente tres días que fue reprimido violentamente por las fuerzas de seguridad del gobierno causando una serie de muertos, heridos y desaparecidos difíciles de cuantificar.
En este 33 aniversario del 27F acudimos a la plaza Carabobo de Caracas al conversatorio organizado para registrar las distintas intervenciones y comentarios relacionados con esta fecha que cambió, en cierta medida, el rumbo que seguía Venezuela.
Los que nos transportamos en el Metro de Caracas vivimos bajo el yugo de lo inesperado y eso fue lo que pasó en este caso, una ruta desde el punto A en la misma ciudad hasta nuestro destino la plaza Carabobo de Caracas, que normalmente hacemos en 25 a 30 minutos en este caso nos tocó hora y media, nos dirigíamos a la realización del conversatorio 27 F Vigencia de La Rebelión a registrar las intervenciones de lo expositores y que por supuesto, dada la lentitud del Metro no pudimos realizar integralmente, por lo cual pedimos excusas tanto a los presentadores como a aporreadoras y aporreadores.
Llegamos a la plaza Carabobo la cual estaba adornada con múltiples hongos de diferentes colores que suponemos fueron puestos allí para la celebración del carnaval.
Al arribar al conversatorio se encontraba en el uso de la palabra Zuleika Matamoros de Marea Socialista y esto fue lo que logramos registrar:
No podemos ser furgón de cola, tenemos que ir a la organización para la lucha, Zuleika Matamoros.
Creo que hay que hacer un llamado a la independencia y a la autonomía, a la organización de los trabajadores y de los sectores populares.
Aquí lo que ha primado para desarticular al pueblo ha sido una política de represión porque no son solamente los presos, los trabajadores presos también, son toda la penalización, la prohibición de hecho de la organización por la base y allí juegan un papel importante todos los sectores de base del partido de gobierno y todos los sectores de base de todo lo que se llama Clap, Consejo Comunal.
Se secuestraron, falsificaron la premisa nuetra para hegemonizar desde el Estado y para entonces ir a una política represiva profunda que va desde arriba hasta nuestro barrio, hasta nuestros vecinos. No es casualidad que en el 23 de Enero se hagan rumbas el 27 de febrero, sin contenido, eso también tiene que ver con lo que aquí ha pasado.
Porque no es solamente la psicología, no es solamente la falsa polarización impuesta, es que nosotros tenemos que avanzar hacia la organización y creo que es importante, es importante rescatar ese espíritu pero pensándonos desde allí y el para qué.
¿Para que somos funcionales? Porque habría que pensar si es funcional a quien o a que sectores de la sociedad que hoy llaman a movilizarse pero que detrás tienen a Ledezma, tienen a Guaidó, tienen a María Corina y nosotros no podemos ser furgón de cola. Conmemorar el 27 de febrero significa organizarnos para la lucha, organizarnos para ir a la calle, organizarnos con nuestras exigencias.
Esa es la verdadera conmemoración que nosotros podemos hacer del 27 de febrero. Enfrentar esta dura represión a la que somos sometidos. Que no solamente está en manos de los cuerpos represivos del Estado sino de los cuerpos parapoliciales, paramilitares que están internados en cada una de las comunidades.
Pensarnos en una organización, desde abajo, que confronte la política neoliberal que tiene al gobierno a la cabeza pero que también tiene a la burguesía tradicional de la mano del gobierno.
Tenemos que consolidar el camino y seguir abriendo brechas.
Hablar del 27 de febrero de 1989 es hablar de la ruptura histórica que se genera en ese momento, señaló Jeferson, de la ruptura con el Pacto de Punto Fijo y el consenso de élites que hoy, bajo otras caras, en buena medida se está recapitulando.
En la sociedad contemporanea, que es una sociedad, la sociedad venezolana que es una sociedad profundamente vigilada, controlada por el Estado. Ya no queda el Estado social, queda el Estado gendarme, el Estado gomecista, el Estado represor.
El Estado que constantemente está vigilando para controlar las resistencias.
Pero también es cierto que el poder del Estado no llega en todas partes, o sea que el poder no llega a todas partes, ese poder represor no llega a todas partes.
Hay espacios todavía para poder actuar.
Es la política que constantemente nos está reprimiendo, que va del control social con la caja Clap, que va desde lo bonos de la patria, que va desde los salarios, de los salarios miserables, que va de el retroceso constante de los derechos laborales de los trabajadores y las trabajadoras que nos tiene en un estado de sumisión pero también nos tiene en un estado de constante miedo.
Yo siento que en la sociedad venezolana hay mucho miedo, yo creo que una forma de combatir el miedo es movilizando y movilizando no significa solo hacer marchas, significa hacer estos actos, significa hacer actos culturales, hacer cine, llamar a la gente, es decirle a la gente que todavía queda esperanza.
Que hay esperanza para el bien. Estoy profundamente convencido que la vida se trata de tener esperanza, de que la vida es fundamentalmente esperanza y que estamos luchando constantemente contra la desesperanza.
Yo creo que además, el pueblo venezolano también ha demostrado la esperanza y ha demostrado la esperanza, bueno, pues, en buena medida hemos estado sorteando las difíciles dificultades a que hoy estamos sometidos.
Yo creo que hay que luchar en aquellos espacios donde hay que limitar el poder y dónde hay que limitar el poder, el poder hay que limitarlo en el constante extractivismo de nuestros recursos naturales, como por ejemplo, El Arco Minero del Orinoco, allí hay que limitar el poder porque eso significa que posiblemente nuestros recursos naturales, sino que la naturaleza está siendo destruida , está siendo destruido nuestro territorio y con ellos estamos siendo destruidos nosotros, allá hay que limitarlo.
Otro espacio donde hay que limitar el poder es en el patriarcado, contra eso hay que luchar constantemente, ese es otro espacio donde el poder tiene que ser detenido.
Porque yo estoy, también, profundamente convencido de que uno de los sujetos políticos más importantes que tenemos en el siglo XXI en nuestro planeta y en Venezuela es el movimiento de mujeres, porque la lucha contra el patriarcado es la lucha no solo contra un sistema que tiene dos mil años de dominación, porque es una lucha que atenta contra uno de los principales fundamentos del capitalismo, que es el dominio de los hombres.
Que es el dominio de la naturaleza de los hombres, del hombre burgués, contra eso también hay que luchar y ahí hay que ponerle un límite al capitalismo. Hay que ponerle un límite también a nuestro gobierno que es fundamentalmente patriarcal, que es el gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Yo creo que ahí hay un espacio de resistencia, hay un espacio de resistencia lógico y hay un espacio de resistencia en el feminismo.
Ahí hay que luchar. ¿Dónde más hay que luchar? donde se está luchando que son nuestros derechos laborales porque con una vida digna, con condiciones miserables de salario uno no puede luchar normalmente porque uno está metido en resolver la vida y en la cotidianidad.
Entonces, yo creo que hay esperanza, hay esperanza porque además, hay gente en este país que constantemente está luchando, hay gente en este país que constantemente está resistiendo y hay gente en este país que constantemente está poniendo su pellejo para defender mejor sus condiciones de vida. Los vamos a defender pese a que hay un aparato represivo del Estado que te está amenazando con meterte preso constantemente o presa y lo vamos a hacer pese a que el Estado te vigila, te controla y te quiere decir que no es posible hacer cosas.
Tenemos que consolidar el camino y seguir abriendo brechas.
Necesitamos enfrentar a las mafias que hoy están consumiendo al país
Quería hacer una reflexión, a partir de lo que comentaba Roland, de que el 27 de febrero hay una ruptura Estado-Sociedad, pero el poder de alguna manera se ha venido reconstruyendo, disolviendo esa ruptura y empezando desde la propia sociedad, construyendo nuevas relaciones de poder que ya escapan al Estado.
Que se construye de otra manera en esa parainstitucionalidad, en ese paraestado que lo vivimos en nuestra cotidaniedad, que ya no es el Estado, el pueblo contra las instituciones y un Estado que lo priva directamente.
Que está ahí el Estado, todavía, pero que de alguna manera hoy son las mafias, las mafias que nacieron de la corrupción del Estado rentista pero que han salido del Estado y que ahora las vemos, digamos, en su proceso de crecimiento económico.
En la economía de bodegones, en toda la economía ilegal que es lo que hoy se está manteniendo en el país. Hoy la mayoría de los trabajadores que están presos, están presos por luchar por su salario pero también por denunciar a las mafias, por denunciar a las mafias en PDVSA. En las instituciones del Estado son las mafias las que están a través del Estado instrumentalizando el Estado, metiendo presa a la gente.
Hoy el Estado, de alguna manera, lo que ha hecho es cederle el paso a las mafias y esa es la política, esa es la política, digamos, de represión a la que nos estamos enfrentando.
Entonces, como para dejarlo a la reflexión, creo que el problema del movimiento popular es como recuperamos territorio, como recuperamos espacios de confianza entre la gente donde se pueda denunciar y podamos diferenciar directamente de las mafias que hoy controlan no el Estado, controlan la economía, controlan la cotidianidad de los espacios de vida. Y ahí es donde podemos ir generando la ruptura.
Venimos de una campaña por la libertad de los trabajadores presos. Nos enfrentamos a una clase política que es la del gobierno pero también de la oposición, que son todos los partidos que han jugado a capitalizar el descontento, que han jugado a dividirnos, que han jugado, digamos, a mantener entretenida la discusión política en base a los intereses de esos grupos de poder, fragmentando toda capacidad de lucha.
Necesitamos espacios para discutir, para recuperar una dinámica estratégica sobre la cual enfrentar a estas mafias que hoy están consumiendo al país.
Alto al derroche exige Santiago Arconada e invita a reflexionar.
Samuel Bravo quien estuvo a cargo de presentar a los expositores de este conversatorio sobre el 4F aclaró que la convocatoria para las movilizaciones en todo el país, el próximo 9 de marzo, no es unicamente por salario sino también por denunciar a esas mafias, por protestar ante la cantidad de trabajadores presos, contra la represión y judialización de la protesta.
A continuación le tocó el turno de exponer a Santiago Arconada quien de forma cojosa, inicialmente se refirió a los hongitos que adornaban la plaza Carabobo por motivo de los carnavales.
Tomó seguidamente el tema con mayor rigor y realizó graves denuncias: si el J.M. de Los Rios (Hospital de Niños de Caracas) está caido, no tiene agua y hasta una curita tiene que llevarle la gente, igual, eso no es importante...le pidió a la gente que se paseen un poquito de la plaza de Las Tres Gracias a Los Próceres para ver de verdad el derroche, hay que ir a ver ese derroche.
Hay que ir a ver como un gobierno que tiene parado el programa de transplantes y los niós muriendose, tiene el descaro de poner una exhibición de derroche como esa.
Y efectivamente, a mi me parece que esta iniciativa que hemos tomado de salir a la calle a preguntar si la Rebelión está vigente tiene mucho que ver con lo que nos está pasando.
Nos están pasando cosas que se parecen al efecto hojarasca, al escándalo del combustinle le sucedió el escandalo de los narcotráficos agarrados por allá y a ese escándalo le sucedió el otro escándalo, de la fiesta en el tepuy y ahora viene el otro escándalo.
Y vamos de escándalo en escándalo, de escándalo en escándalo y no estamos todavía reconociendo la importancia de volver a establecer los contactos que nos permitan insurgir, de verdad, de una manera efectiva contra esta pesadilla que parece no acabarse.
Contra esta pesadilla que nos insulta, que nos humilla. Se preguntó Arconada, ya al cierre de su intervención y a modo de reflexión: ¿Quienes dispararon el 27, 28 y sobre todo el primero de marzo de 1989?, ¿Cuál fue la generación militar que disparó ese día?, ¿Por qué no hubo ni una sola voz, ni para remedio, no hubo ni un soldado, ni un cabo, ni un sargento, ni un teniente, ni un capitán que dijera: objeción de conciencia, yo no disparo contra mi pueblo? ¿Cuál fue esa generación militar? la que está gobernando.
Tenemos que salir de este letargo, Luis Zapata.
Tenemos que salir de este letargo, expresó Luis Zapata, iniciando su participación Zapata comentó que nació en pleno Caracazo, en 1989. Señaló que es importante destacar la vigencia que tiene la necesidad del pueblo venezolano de luchar por mejores condiciones de vida.
Para el año 89 existía una dirección que identificaba claramente el enemigo, hoy estamos en medio, digamos, a la fecha del 2022, 33 años después, claramente tenemos a una dirección que fue producto de esa, digamos que capitalizaron o captaron aquella molestia, aquel fervor del pueblo.
La pregunta de nosotros, que debemos hacernos es ¿qué hacer, hoy, 2022?
Estamos sometidos a unos mecanismos de control, de psicología de masas bastante profunda, si, estamos en medio de la tecnología. Es necesario que nootros nos pongamos de acuerdo y partamos primero, de reconocernos, tenemos que partir por reconocernos primero nosotros, para ponernos de acuerdo en un plan de lucha que nos permita salir de este letargo.
Tenemos que levantar una alternativa genuina, Gustavo Martínez.
Gustavo Martínez de Marea Socialista fue el último orador en participar en el conversatorio 4F Vigencia de La Rebelión?, realizado en la plaza Carabobo de Caracas el día jueves 24 y señaló lo siguiente:
Yo saludo la memoria y el espíritu rebelde y combativo que se expresó en las calles el 27 de febrero de 1989 y reivindico la voluntad de lucha de los pueblos del mundo y reivindico la voluntad de lucha del pueblo venezolano que se expresó en aquel entonces.
Pero no podemos perder de vista que se sigue expresando aún, entendiendo por supuesto, que en medio de todo esto están los aparatos políticos y de poder que no solamente es el gobierno, que actuan, y la situación a que nos han llevado no solamente es un problema de ingeniería psicológica.
Es un problema de una ingeniería con un filo brutalmente represivo que refleja en gran medida, la situación en que nos encontramos, fundamentalmente los trabajadores y los sectores populares que es sobre quienes, de verdad, recae con todo el peso la represión policial que refleja y se puede ver claramente en como las cárceles venezolanas, en este momento, están repletas de trabajadores, de dirigentes comunales, de dirigentes sindicales porque se han puesto al frente a reclamar demandas como salario según lo establece el artículo 91 de la Constitución o que han confrontado el aparato represivo mismo.
Muchos de los que hoy en día son gobierno vienen de aquel proceso y reivindican El Caracazo, el llamado Caracazo, por supuesto de mnera cínica, de manera muy perversa, pero gobierno y Estado, al fin...
Quienes reivindicamos legitimamante y genuinamente el espíritu de lo que fueron las jornadas del 27 de febrero de 1989 tenemos que intentar actuar en la realidad con una coherencia, para intentar colocarnos en la calle para responder a las demandas genuinas anidadas en la población, como salió la agenda en el 89.
Que salió contra el aumento del pasaje y en general contra todo el paquete que imponía e gobierno de Carlos Andrés Pérez atendiendo al Fondo Monetario Internacional.
Y como esas expresiones políticas que se recomponen, que tienen caras nuevas pero que son parte de lo mismo siguen actuando, por un lado el gobierno y por un lado la oposición patronal.
Si no peleamos no vamos a poder recuperar derechos fundamentales que nos han arrebatado.
La cosa tiene que pasar por ahí: organizarnos, con sentido de clase, con autonomía política, con nuestras propias demandas y sobre todo levantando una alternativa de lucha para que no sigan engañando los nuestros, para que no sigan engañando a los trabajadores, para que no sigan engañando a los sectores populares, a las mujeres, a la juventud y poder levantar, de verdad, una alternativa genuina que responda a los verdaderos intereses de las demandas de población adentro
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Cierre del conversatorio 4F Vigencia de La Rebelión.
Samuel Bravo, quien coordinó las presentaciones en el conversatorio 4F Vigencia de La Rebelión?, celebrado en la plaza Carabobo de Caracas el jueves 24, cerró el mismo agradeciendo a todos los asistentes y participantes.
Convocó para el miércoles 9 marzo, después de carnavales, para estar ahí en la calle, apoyando a los jubilados, a los trabajadores a protestar por todas esas reivindicaciones, salarios dignos, no a la judialización de la protesta, no a la represión y condiciones de vida dignas.
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