Martes, 07 de junio de 2022.- La madre Naturaleza no deja de sorprendernos sobre todo a quienes vivimos en esta zona del planeta que llamamos el trópico, por ejemplo, el pasado jueves dos de junio, en horas de la tarde, como a las cuatro y bajo un sol espléndido se desató lo que los caraqueños llamamos un palo de agua, un aguacero pues, para quienes viven en otras latitudes y no conocían la expresión.
Una hermosa tarde se transformó casi súbitamente en una tarde de lluvia con sol en Caracas.
Y que hoy ofrecemos a aporreadores y aporreadoras para su disfrute.
Ah, y recuérdenle a sus niños, niñas y seres queridos que en los extremos del arcoíris siempre pueden encontrar un tesoro.