Este lunes 21 de octubre se realiza en la ciudad de Maracay, estado Aragua la última audiencia para imputar a Berman José Vega, quien fuera inspector de la entonces Policía Técnica Judicial, sindicado como uno de los responsables de la Masacre de Yumare, donde fueron asesinados 9 venezolanos, el 8 de mayo de 1986, en el caserío La Vaca, estado Yaracuy.
Así lo informó en exclusiva para La Radio del Sur, Lídice Navas Guzmán integrante de la Comisión por la Justicia y la Verdad y del grupo interesado en que se haga justicia por primera vez en una de las masacres perpetradas por los gobiernos de la cuarta República entre 1958 y 1998.
Navas explicó que luego de haber sido evacuadas todas las pruebas donde participaron expertos que analizaron no solo el resultado de las exhumaciones, sino también las trayectoria de los proyectiles, este lunes se reúnen familiares y sobrevivientes para desarrollar la audiencia donde los abogados de la causa expondrán los argumentos de carácter político y jurídico que conducirán a la decisión por parte del juez a la sentencia que cabe tomando en consideración la Ley por la Justicia y Contra la Impunidad aprobada en 2011.
Enfatizó que en el caso de la Masacre de Yumare a 38 años de haberse ejecutado siguen confiando en que se continúe impartiendo justicia en este caso donde fueron asesinados 9 compatriotas venezolanos, ya fueron sentenciados dos de los responsables, uno de ellos el general retirado del Ejército Alexis Sánchez Paz, sentenciado a 13 años de prisión y Ramón Celestino Rojas a 16 años prisión.
El 8 de mayo de 1986, se perpetró la Masacre de Yumare, bajo el gobierno de Jaime Lusinchi, una operación militar en contra de civiles ocurrida en el sector de Barlovento, en el caserío La Vaca del municipio Manuel Monge, estado Yaracuy.
Rafael Ramón Quevedo Infante, Ronald José Morao Salgado, Nelson Martín Castellano Díaz, Dilia Antonia Rojas, Luis Rafael Guzmán Green, José Rosendo Silva Medina, Pedro Pablo Jiménez García, Simón José Romero Madriz, y Alfredo Caicedo Castillo, son los nombres de los nueve dirigentes sociales víctimas del fascismo.
Este vil asesinato de campesinos se pretendió presentar a la colectividad como un combate entre las fuerzas de seguridad del Estado dirigidas por Henry López Sisco y miembros de “un grupo subversivo”, una mentira que fue rebatida por familiares y pobladores de la zona, denunciantes del hecho.