Vicepresidente Rangel: El 11 de abril pagamos el noviciado

Caracas, 11 de abril de 2005.- “Pagamos francamente el noviciado”, asegura el Vicepresidente José Vicente Rangel cuando recuerda los sucesos del golpe de Estado del 11 de abril del año 2002.

El actual Vicepresidente Ejecutivo, para entonces ministro de la Defensa del gobierno del Presidente Hugo Chávez, asegura que durante los días que antecedieron al 11 de abril hubo numerosos indicios de la conspiración. “Pero había también confusión por la manera como se producían las informaciones. Indudablemente que visto ahora lo que ocurrió en esa oportunidad, hace tres años, la Revolución no estaba como está en este momento, consolidada y con una estructura que le permite dar respuesta rápida. Pagamos francamente el noviciado. Hubo fallas considerables en los organismos de seguridad e inteligencia y eso explica que la información que fluía no se procesara debidamente”.

En una entrevista con Venezolana de Televisión, Rangel mencionó entre los indicios las informaciones que circularon sobre jefes militares involucrados en la conspiración. “Se pensó en algunos casos, debido a la vinculación de esos oficiales con el Presidente de la República y con todo el proceso, que era algo insólito. Luego, los hechos lo confirmaron, que teníamos traidores en el seno del movimiento y que en la Fuerza Armada había un grupo militar que estaba conspirando; había una movilización civil, los partidos políticos estaban evidentemente comprometidos; y sobre todo el mensaje mediático”.

Sin embargo, el Vicepresidente Rangel asevera que, en este momento, procesar ese caudal informativo significaría darle una rápida respuesta. “En aquel momento no estábamos en capacidad”.

“Una molestia tremenda”

Tres años después del golpe de Estado, el Vicepresidente Rangel cuenta que comenzó a tomar poco a poco conciencia de lo que estaba ocurriendo durante los días 9 y 10 de abril. “Para el día 11, yo estaba en el Ministerio de la Defensa, era ministro de la Defensa. Estuve todo el tiempo allí, en el quinto piso, y percibí claramente cómo iba avanzando el golpe que estaba programado en detalle por los golpistas, por los conspiradores, en una trama subversiva de la cual participaba abiertamente un sector militar. Se hizo evidente allí con la actitud sinuosa, ambigua, cobardona, pero al mismo tiempo la movilización artera que se observaba, por un lado, y luego la orquestación que eso tenía en la calle a través de los medios de comunicación y la convocatoria de la marcha. Ya esos fueron elementos contundentes. Yo estuve claramente convencido de que estábamos en presencia de una situación sumamente grave. Se lo comuniqué así al Jefe del Estado. Estuve reunido con el Alto Mando por todo ese día y cuando decidieron desviar la marcha hacia Miraflores, llamé directamente a los jefes de los canales de televisión. Llamé a Venevisión, Globovisión, al canal 2, Televen, les advertí a todos ellos la gravedad de lo que estaba ocurriendo, así que nadie puede venirme con el cuento de que eso fue una cosa incontrolable. Eso fue perfectamente controlado y sincronizado. No tengo la menor duda de eso”.

Agregó el Vicepresidente que, en aquel momento, invocó la responsabilidad de los medios. “Les reclamé que cómo era posible que siguieran transmitiendo esos llamados al quebrantamiento del orden constitucional, a asaltar a Miraflores, pero todos ellos me respondieron al unísono que no podían hacer nada. Es decir, se unió la acción en la calle, el desencadenamiento de la violencia, con la omisión culposa, responsable, de los dueños y de quienes dirigían los canales de televisión”.

Al preguntársele qué sintió durante el desenlace del golpe de Estado, el Vicepresidente no vacila en responder: “Una gran arrechera, ponlo así mismo. Ante tanta infamia, una molestia tremenda. La sensación de que uno ve cómo se acerca la tragedia y que no se le puede dar la respuesta apropiada y oportuna”.

Presión popular y cobardía de los golpistas

Para el Vicepresidente Ejecutivo, dos factores fueron determinantes en el fracaso de la aventura golpista. “Fundamentalmente la presión popular y, en segundo lugar, la cobardía de los golpistas. La tremenda cobardía de los golpistas. Creo que en la historia de Venezuela no se registra un acto de mayor cobardía, de alevosía, que el 11 y el 12 de abril. Allí quedó retratado de cuerpo entero la cobardía de la clase dirigente de la oposición, la cobardía de los militares golpistas”.

Sostuvo que el golpe de abril de 2002 fue un golpe virtual. “Porque esas miles de personas que fueron conducidas de esa manera a Miraflores, la mayor parte de ellos era gente que no tenía una actitud prejuiciada, simplemente era gente de oposición, exacerbada por los discursos y por los mensajes televisivos, y luego la manera como insurgió ese grupo militar, de sesenta, ochenta generales y almirantes, esa gente se desapareció completamente. Cuando se produjo la reacción del pueblo, el día 13, desapareció completamente. Qué se hizo, ellos hablaban de un millón de personas, creo que nunca llegaron a esa cifra, jamás, pero supongamos que había un millón de personas y que estaba comprometida toda la Fuerza Armada, bueno qué se hicieron. ¿Se los tragó el miedo, si es que existieron?, pero fue la virtualidad lo que se impuso en ese momento”.

Golpe televisivo sin precedentes en Venezuela

Para el Vicepresidente Rangel quedó demostrado que en ese episodio había una estructura golpista bien consolidada, bien organizada. “Ese fue un golpe muy bien tramado, muy bien combinado, elementos civiles en la calle, elementos militares en los cuarteles y el factor comunicacional determinante. Nunca había habido un golpe televisivo aquí en Venezuela con esas características. Es decir, a mí no me vienen con el cuento de que eso fue una cosa improvisada. No. Carmona fue producto de una gran combinación golpista, terrorista en Venezuela. Y todos los factores que tomaron Miraflores a partir de ese momento, militares, civiles, mediáticos, estaban perfectamente organizados. Se desplomó porque el pueblo venezolano expresó su voluntad, porque los arrasó completamente”.

Luego de haber hecho un balance sobre lo sucedido en abril de 2002, habló sobre los mecanismos operativos que ha instaurado el Gobierno Nacional para que no vuelvan a darse aventuras como esta. “En primer término, la convicción de que un gobierno no se puede confiar, sobre todo un gobierno revolucionario, en pleno proceso de cambios. Lo que sucedió en ese momento, hace tres años, se debió en buena parte a que se trataba de un gobierno genuinamente democrático y respetuoso del Estado de Derecho. Eso no hubiera ocurrido en otro contexto. Si Hugo Chávez hubiese sido el déspota, el tirano, el dictador que denuncia la propaganda de la derecha venezolana y de los Estados Unidos, ese golpe no se hubiese producido de esa manera”, dijo el Vicepresidente Rangel.

Indicó que en ese momento el Gobierno tuvo un comportamiento, en todo momento democrático. “El Gobierno no quiso en ningún momento frenar la terrible campaña que influyó psicológicamente a buena parte de la población y que tocó a muchos oficiales. Cualquier otro gobierno de la tierra hubiese tomado medidas, pero fue el talante democrático del Presidente Chávez y de su gobierno el que no permitió que se tomaran las medidas de excepción que toma cualquier gobierno para defender el Estado de Derecho y la democracia. Eso para nosotros está claro en estos momentos”.

Permisividad de abril no se repetirá

Al tiempo advirtió que esa permisividad que permitió lo que sucedió en abril no se va a repetir. “Nosotros hemos interiorizado el fenómeno y hemos definido claramente cuáles son los objetivos de la combinación fuerza interna reaccionaria y de derecha con el imperialismo norteamericano. Creo que esa experiencia que fue tan dura para todos, desde todo punto de vista, nos sirvió de una gran enseñanza. Nosotros aprendimos la lección y sin arrogancias de ninguna especie, ni ánimo retaliativo, incluso tratando de que el país supere este trauma, mandó una contribución importante, es bueno señalar que a estas alturas este proceso está consolidado desde el punto de vista del respaldo de la Fuerza Armada a la Constitución y al Estado de Derecho, del control de la industria fundamental, que es la industria petrolera, por parte del pueblo; del dominio de la calle democráticamente, sin represión; y que quienes inspiraron y practicaron el golpe, que fue toda la oposición, allí no hubo ningún tipo de excepción”.

Ratificó que toda la oposición venezolana fue golpista en ese momento. “Todos se fueron a Miraflores o al Fuerte Tiuna, lo que ocurre es que después del inmenso fracaso han tratado de presentar versiones completamente diferentes, pero esa oposición, ese sector de la sociedad venezolana, a diferencia del gobierno, parece que no ha aprendido la lección y persevera en conductas totalmente antidemocráticas y contrarias al Estado de Derecho”.

Invitó a reflexionar al sector opositor al Gobierno Nacional. “Así como el Gobierno ha reflexionado acerca de la necesidad de preservar y de blindar al Estado de Derecho, no solamente para el gobierno y para el chavismo, sino para todos los venezolanos, por qué ustedes no se involucran en una reflexión similar y abandonan definitivamente el atajo del golpismo y del terrorismo”.

Exhorto a la reconstitución de la oposición

Además les exhortó a reconstituir la oposición. “No les parece poco una oposición que contaba con un porcentaje importante de la población, que tenía calle, que tenía Pdvsa, que tenía factores en la Fuerza Armada, que tenía respaldo de grupos económicos muy importantes, que tenía prácticamente una solidaridad internacional y que todo eso lo haya perdido. A tres años del golpe, todo eso lo perdió, eso debe mover a la oposición a reflexionar acerca de que los caminos tomados han sido equivocados. Si la palabra mía puede representar algo en este momento, como testigo de aquellos episodios, es un llamado a la rectificación. El Gobierno ha rectificado en muchas cosas, igual pido para la oposición. Y en esa dirección está abierto el camino hacia el diálogo y el entendimiento”.

Añadió que afortunadamente ya empieza a observarse en el país un descongelamiento de los polos, “una mayor racionalidad, una superación de la topografía de la violencia y lo que necesita ese sector de la oposición es una construcción democrática, para que podamos tener en la oposición un interlocutor válido que nos permita avanzar en el proceso de desarrollo para todos los venezolanos”.


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