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| Para Hernández, el Socialismo es una necesidad apremiante, no un objetivo a lograrse lentamente en un futuro no determinado. Foto: Alternativa Socialista |
OIR es un partido marxista revolucionario venezolano el cual cuenta entre sus miembros con algunos de los dirigentes sindicales clasistas que están a la cabeza de la formación de la nueva central obrera UNT (Unión Nacional de Trabajadores), como Orlando Chirino, Stalin Pérez y otros.
“Se vive un proceso de revolución democrática en el movimiento obrero, parte del proceso revolucionario que vive el país. La creación de la UNT es una conquista histórica, después de 50 años de dictadura sindical de AD y Copei (los dos partidos patronales tradicionales). Surgió con una gran vanguardia, muchos dirigentes jóvenes, nuevos, inexpertos, en lucha por mejores contratos colectivos, aumento de salarios, echar a los directivos burocráticos. La UNT ya es mayoritaria, tiene más de un millón de trabajadores en sus filas.
Pero todo no es color de rosa. De la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT) salieron los fundadores de la UNT. Pero un sector de la FBT se ha burocratizado. Está más pendiente de sus cargos oficiales que de la construcción de la UNT. Un sector clasista, con líderes como Orlando Chirino, Stalin Pérez, Marcela Máspero, así como dirigentes regionales, cargó con el peso de la construcción de la central. Mientras, el otro sector critica a los dirigentes clasistas, hicieron una reunión y expulsaron a Chirino y a Marcela Máspero de la FBT. Acusan al sector clasista y a OIR por querer, según ellos, “el socialismo ya”. También les parece mal exigir la expropiación y la cárcel de los golpistas y los corruptos, algo que ha exigido no solo OIR, sino gran parte de la clase trabajadora venezolana.
Las acusaciones de querer el socialismo las hicieron hace un tiempo. Luego ahora salió el Presidente Chávez y dijo estr convencido de que el socialismo es la alternativa y llamó al debate para construir el Socialismo del Siglo XXI. Por otra parte, y gracias a la presión y movilización de los trabajadores, se expropió la fábrica Venepal y se implantó el régimen de co-gestión. No se que dirán [esos críticos] ahora".
Luego hubo un encuentro de la corriente clasista ¿no?
“Sí, tuvo lugar entre el 18 y el 20 de febrero en San Antonio de los Altos (cerca de Caracas). Con gran entusiasmo y combatividad participaron 400 dirigentes sindicales pertenecientes a distintos sectores de la producción, los servicios y entes públicos, provenientes de todos los estados del país. Se discutió situación política nacional, la dinámica de la UNT y el proceso electoral que se avecina en la misma.
Sin duda, este encuentro se constituye en un hecho histórico para la clase obrera venezolana. Reviste tanta importancia para el sindicalismo clasista y revolucionario como el Encuentro de Trabajadores realizado en el 2002 y como el Congreso de fundación de la UNT, celebrado en el Teatro Nacional en el 2003.
Los dirigentes sindicales reunidos en el evento son expresión del desarrollo de una amplia corriente clasista y revolucionaria en el seno de la UNT, que, sin duda, es la carne y la sangre que hará posible la conformación de una central obrera, genuinamente democrática, autónoma, internacionalista y solidaria que debe jugar un papel de primer orden en la profundización del proceso revolucionario y en el acompañamiento de las luchas del conjunto del pueblo y demás sectores oprimidos por esta sociedad capitalista. Es el antídoto contra las tendencias burocráticas, conservadoras, corruptas y disfrazadas de “bolivarianas” que aún perviven en nuestra central".
Chávez habló de la alternativa socialista
“El presidente habló de trascender el capitalismo y que la alternativa es el socialismo. Estamos de acuerdo, aunque a diferencia de él, creemos que esta es una necesidad apremiante para los pueblos, no un objetivo a lograrse lentamente en un futuro no determinado. Más allá de esta diferencia, consideramos que, en todo caso, desde ya deben sentarse las bases para la construcción del socialismo, aprovechando la tremenda energía popular, la inagotable disposición de los trabajadores y el pueblo para profundizar el proceso revolucionario, debemos comenzar a adoptar las políticas y acciones transicionales que nos vayan permitiendo darle respuesta a los principales problemas del pueblo, al tiempo que iniciamos la conformación de un gobierno de los trabajadores y el pueblo, basado en sus organizaciones, que inicie el tránsito hacia una sociedad sin explotados ni explotadores, profundamente democrática y participativa.
Sin embargo, no es aumentando los precios de los productos que expende la red Mercal (mercados populares promocionados por el estado), donde la mitad de la población más pobre del país adquiere los productos de la cesta básica, ni devaluando la moneda, con las consecuencias que una medida de este tipo tiene en los bolsillos del pueblo trabajador, como se profundizará la revolución, ni mucho menos como avanzaremos al socialismo.
El pasado año terminó con un crecimiento económico del 17,3%, el más alto del continente, y sin embargo, ahora, nos cae el baño de agua fría de estos impopulares anuncios. ¿De qué sirve ese extraordinario crecimiento económico si no se expresa en aumento de salario, más empleo y bajos costos de los productos de primera necesidad? Por otra parte, no se le consultó a nadie. ¿Dónde queda la democracia participativa y protagónica?
Medidas como estas, que afectan sensiblemente el nivel de vida de la población, no pueden ser adoptadas sin consultar a las organizaciones populares, a los sindicatos y a la UNT. No pueden quedar exclusivamente en manos de un funcionario. Los organismos representativos de los trabajadores y el pueblo, deben hacer estudios técnicos, apoyándose en economistas y profesionales ligados al pueblo y a sus luchas, que a su vez deben ser discutidos en asambleas de ciudadanos y en los Consejos Comunales y Locales de Planificación Pública, antes de que el gobierno decida unilateralmente sobre materias de tanta trascendencia económica y social.
Los trabajadores y el pueblo venezolano se han ganado en la lucha contra el fascismo golpista y el imperialismo, su derecho a decidir sobre estos y otros temas políticos fundamentales, para hacer realidad la democracia participativa y la profundización del proceso revolucionario”.
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