Exposición de Ángel Nava, presidente de la Federación de Trabajadores de la Electricidad (FETRAELEC) en la Mesa Nº 3 del Encuentro de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, referida al tema de la cogestión (Valencia, Edo. Carabobo, 14 de abril de 2002).
Esta exposición ha sido dividida en varias partes que se irán publicando consecutivamente. Se hicieron pequeños ajustes de forma en la transcripción del audio guardando el máximo respeto posible por la versión original. Posteriormente se publicarán los audios para su reproducción por las emisoras comunitarias y alternativas.
PARTE I
La lucha por la cogestión en el sector eléctrico (CADAFE)
Ángel Nava:
“Tratare de ser lo más concreto posible. El tema es bastante complejo, inédito… Doy las gracias por este evento, en nombre de los trabajadores del sector eléctrico.
Amigos internacionales… dirigentes nacionales… compañeros trabajadores de la UNT… trabajadores de los diferentes sindicatos y estados: En CADAFE que tenemos algo así como dos años impulsando el proceso cogestionario. Este evento nos permite una plataforma, nos permite un espacio de discusión y de relanzar, discutir, definitivamente, este modelo organizacional, este modelo para cambiar la manera como se viene produciendo… el sistema capitalista, en el país.
Para explicar un poco que es CADAFE, somos la empresa eléctrica que cubre el 70 por ciento del territorio venezolano, que tiene algo así como el 70 por ciento de los usuarios del país… la generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía. Tiene algo así como 14 mil trabajadores, que sólo están en la industria estatal de CADAFE. Un 30 por ciento –de la energía eléctrica- es de la empresa privada, que esta afiliada o esta bajo la representación de federación eléctrica también (sus trabajadores).
Nosotros hemos intentado impulsar la cogestión en la empresa CADAFE.
CADAFE: Sobreviviente del “bombardeo neoliberal”
Quisiera explicar primero el marco y los antecedentes del desarrollo de este modelo de cogestión en la industria eléctrica. CADAFE es una de las empresas sobrevivientes del bombardeo neoliberal, de lo que llama el Presidente el “capitalismo salvaje”. Pasó por todo un proceso de privatización, de desinversión, que de alguna manera buscaba separar las empresas para privatizarlas y venderlas.
Durante 10 años, hasta este gobierno, sucesivos programas de políticas de privatización fueron implementados en CADAFE, separándola en empresas para venderlas. Hasta el gobierno del Presidente de la República (Chávez) estaban abiertas licitaciones internacionales, para venderla en empresas separadas. Tanto es así que algunas de ellas fueron privatizadas. De alguna manera este plan fue sobre los trabajadores; a los trabajadores se les obligó a despidos concertados, aquello de los “paqueticos felices”, a jubilaciones prematuras, donde de alguna manera se destecnificó la empresa.
Ese proceso duro algo así como ocho años, pasaban los gobiernos sucesivos, venía COPEI y seguía con el mismo plan, venía Acción Democrática y seguía con el mismo plan. Tanto es así que duramos ocho años sin contrato colectivo y algunas veces con el salario por debajo del salario mínimo. Las organizaciones sindicales, en su mayoría, estaban en manos de los que eran claudicadores a la privatización, la CTV eran cómplice prácticamente, porque firmaba los documentos, era la máxima central obrera. Era tanta la presión que había que, en aquel momento nos llevaron, en el 98, a realizar una huelga de ocho días, para tratar de aumentar los salarios y nos ofrecieron que si nos cambiábamos de régimen de prestaciones sociales nos daban un aumento del 50 por ciento. Los trabajadores decidieron quedarse sin el aumento y conservamos hasta ahora el sistema retroactivo de prestaciones sociales.
Este plan aplicado sobre los trabajadores generó despidos masivos, renuncias, trabajadores desmoralizados, con una empresa en la que cada vez más se deterioraba la calidad del servicio, donde el objetivo final era vender la empresa. El Estado no invertía, nos llevaron a una situación de confrontación, de enfrentamiento con las comunidades por la calidad del servicio.
La dirección de la empresa estaba secuestrada por los partidos políticos, que siempre en estas empresas estatales, tanto su director, como la junta directiva de las mismas eran nombrados por los partidos del gobierno de turno, servía para el clientelismo, para hacer negocios fraudulentos con ella, para la corrupción. Estas empresas eran utilizadas como caja chica de dichos partidos, utilizando sus recursos para sus propios intereses. Como sabían que las empresas se iban a privatizar… era el raspado de la olla.
El modelo de la cogestión
En medio de este proceso, que también es el proceso que, de alguna manera. vivió el país con todo el proceso constituyente, con la discusión acerca de qué nuevo país queremos desarrollar, se asumió la discusión con el Presidente de la Republica y los trabajadores, acerca de una mejor manera de gestionar la empresa, y se llegó a un modelo de gestión de la empresa, a través de los trabajadores en conjunto con el Estado, con independencia, en el sentido de que ninguno de sus representantes en la cogestión pertenecieran a ningún grupo político, a ningún sector económico, a ningún interés en particular, y que permitiera el saneamiento de la empresa.
Continuará…